Si algo ha enseñado la pandemia de Covid-19 es que es necesario que los países europeos cuenten con capacidad de producción de determinados medicamentos y productos sanitarios esenciales. Mientras estas infraestructuras llegan, es clave que se mantengan reservas estratégicas que permitan mantener abastecidas las farmacias y los centros sanitarios.
En sentido, la distribución farmacéutica se ofrece a mantener stocks de emergencia ante eventuales pandemias y también de productos cotidianos que pudieran faltar en otras situaciones de crisis sanitarias.
"Consistiría en aumentar los stocks habituales de dos meses a cinco meses. Mientras sean productos con rotación, no caducarán ni se tirarán a la basura", ha explicado Miguel Valdés, director general de la patronal de la distribución farmacéutica, Fedifar. "Sería un esfuerzo de capital. El ofrecimiento está encima de la mesa y no es amor al arte: tenemos vocación sanitaria".
José Luis Sanz Otero comparte la oferta. El director general de Cofares coincide en que el sector debe ser capaz de hacer esta función, que se abordaría "con el capital de las farmacias, con nuestra tesorería". Jesús Porres, su homólogo en Bidafarma, considera, también, que la posibilidad de "tener un stock de emergencia ante futuras emergencias sanitarias es necesaria".
Estas cuestiones se han abordado en la mesa dedicada a la distribución farmacéutica este lunes, en el III Simposio del Observatorio de la Sanidad, organizado por EL ESPAÑOL e Invertia. En ella, también se ha destacado que el incremento de los precios de la energía está siendo un 'golpe' muy duro para todos los sectores productivos, incluido el de la distribución farmacéutica.
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Los mayoristas admiten que han tenido que tomar medidas ante la inflación de la electricidad, como un incremento de la eficiencia de sus actividades y un aceleramiento de sus planes de transición energética. Con todo, aseguran que esto no supone ni supondrá un menoscabo para el servicio que realizan para sus clientes, las farmacias.
Sanz Otero asegura que Cofares ya cubre el 20% de sus rutas urbanas con furgonetas eléctricas y que la cooperativa "ya tiene proyectos pilotos en hidrógeno". Además, cuenta con importantes inversiones en instalaciones fotovoltaicas. "Si no, hubiera sido imposible contener los costes de la energía".
Porres explica que Bidafarma también trabaja en esta línea. Indica que su flota "ya la estamos renovando con vehículos eléctricos" y que también se ha apostado por "la fotovoltaica".
Eso sí, ha alertado de que los mayoristas tienen poco margen maniobra en energía: los medicamentos necesitan una temperatura de conservación concreta y tienen que llegar rápido a las farmacias. En esta situación, Sanz Otero ha asegurado que se han tenido que "revisar todas las líneas de coste y determinados proyectos se han tenido echar a un lado para adelantar otros".