El rostro socrático de Luis Enjuanes se ha convertido en una de las referencias para los españoles durante la pandemia por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2. Nacido el 9 de marzo de 1945 en Valencia, y formado tanto en el Centro Nacional Oncológico de Madrid como en los National Health Institutes de Bethesda (EEUU), el veterano virólogo estaba reduciendo su actividad investigadora cuando la crisis sanitaria le empujó a dejar de lado sus planes de jubilación y a arremangarse de nuevo.
Con más de doscientos artículos y 56 libros publicados, y con la experiencia de haber trabajado con los coronavirus responsables de pandemias anteriores en Asia y Oriente Medio -SARS-CoV y del MERS-CoV-, el equipo de Enjuanes planteó una original vacuna esterilizante: en base a una modificación genética del virus, se protege el organismo del receptor y al mismo tiempo se frena la capacidad de contagio, algo que las vacunas de ARN mensajero solo garantizan en parte.
La vacuna de Enjuanes podría modificarse para adaptarse a las variantes específicas del SARS-CoV-2, no necesitaría una cadena de frío tan estricta y se administraría de forma intranasal para actuar sobre las mucosas. El investigador también está involucrado en el desarrollo de Aplidín, el fármaco para los casos leves y moderados de Covid-19 de PharmaMar.