Alfonso Rueda, presidente de Galicia, ha ofrecido una larga intervención en el primer Observatorio de los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) organizado por EL ESPAÑOL. Ha aprovechado la ocasión para trazar el estado de la cuestión de la región que dirige, pero también para poner sobre la mesa anuncios importantes. Por ejemplo, la próxima inversión en su tierra de tres grandes multinacionales. También su "apuesta" por una "fábrica de hidrógeno verde" mediante la inversión de 156 millones de euros.
En contra de lo que dice el tópico sobre los gallegos, Rueda ha prometido una intervención "concisa y clara". Ha comenzando laudando la importancia de los ODS en "este contexto de inflación, incertidumbre y guerra".
Para describir el plan en marcha de su Comunidad autónoma, Rueda ha reconocido la ventaja de la "estabilidad": "Llevamos unos cuantos años, desde 2009, trabajando con unas líneas claras. Eso es muy importante para marcarse objetivos ambiciosos".
Se refería así a las mayorías absolutas que fue encadenando Alberto Núñez Feijóo, que acabó convirtiéndose en rara avis durante los años de implosión del bipartidismo, cuando la irrupción de Podemos y Ciudadanos dio un vuelco a los ejecutivos autonómicos y municipales. Citando al propio Feijóo, Rueda ha dicho: "Ser previsible en política es hoy una virtud importante".
A ojos de Rueda, existe en la sociedad un "consenso general" sobre los ODS "que antes no existía o por lo menos no se explicitaba": "Ahora coincidimos en la meta". ¿Y qué hace Galicia para cumplir con su plan? Primero, aplicar el "sentidiño", algo así como el más famoso seny catalán, que consiste en "analizar con calma y actuar con sentido común".
"Galicia es verde. Hemos reducido un 36% las emisiones en treinta años. Eso tiene que ver con el éxito turístico que estamos conociendo. Hemos forjado una alianza gallega por el clima, que reúne a administraciones de distinto signo político y a empresas con intereses contrapuestos", ha asegurado Rueda.
El presidente gallego ha enfatizado en la importancia de la "velocidad" cuando se habla de "transición energética". Ha contado que el Gobierno central le pidió por escrito la desaparición de todas las empresas contrarias a los ODS situadas en "la faz de la costa".
"Por supuesto que no discutimos la preservación del litoral. Habrá algunas instalaciones que será inevitable retirar, pero otras no. El Gobierno quiere que el lugar esté como hace setenta años. Con ritmos rápidos y plazos improrrogables. No debemos olvidar que hay miles de familias en medio", ha criticado Rueda.
"Es compatible creer en los ODS y ajustar los ritmos. En este caso, no por ir más rápido se llega antes a la meta. El ecologismo de élites toma las decisiones con distancia, sin demasiado conocimiento y sin pensar en las personas afectadas", ha apostillado.
Como ejemplo de la importancia de la "velocidad", se ha referido a una planta de aluminio primario de Lugo: "Sus costes energéticos son altísimos, pero es una empresa estratégica y su cierre conlleva la pérdida de muchísimos puestos de trabajo". También a la central térmica de As Pontes: "Son centros de producción que tienen que terminar desapareciendo, estamos de acuerdo. Pero discutimos el cómo y el cuándo".
"No queremos cerrar empresas, queremos que se adapten". Esa es la frase que resume la intervención de Alfonso Rueda sobre la llamada transición energética. "Ir más despacio o a un ritmo distinto no nos convierte en reaccionarios", ha insistido después.
Sobre la energía eólica marina, Rueda ha detallado que los astilleros gallegos ya están realizando las obras para implantar esta tecnología en Escocia o Portugal: "¿Y nosotros no podemos instalar nada? Hay que dar pasos en ese sentido".
El presidente de Galicia, que ha confirmado que seguirá aplicando "rebajas fiscales", ha detallado tres proyectos a punto de despegar. El primero, más afianzado, el de la fábrica de automóviles Stellantis: "Miles de puestos de trabajo directos e indirectos. De los catorce vehículos eléctricos que va a producir el grupo, ocho van a fabricarse en Vigo. Han pedido la colaboración de la Xunta".
Rueda también ha hablado de "una multinacional japonesa con intenciones de instalarse en Galicia" y de "una multinacional portuguesa que quiere instalarse en Lugo". Esta última se dedicará al reciclaje de ropa y residuos forestales, creando 1.500 empleos.