La universidad y la empresa deben estar conectadas para poder formar al mejor talento y que las compañías sean capaces de atraerlo. Y más en un mundo que cada vez es más competitivo en el ámbito laboral y en el que el perfil de estudiante ha cambiado considerablemente.
Y es que la formación es clave para cualquier profesional, como han concluido los cuatro expertos participantes en la mesa redonda sobre Formación, empleabilidad y talento que se ha celebrado en el marco del IV Foro Económico Español Wake Up, Spain!, organizado por EL ESPAÑOL, Invertia y Disruptores en colaboración con EMT de Madrid, EY, Microsoft, Oesia y Oracle.
"Existe esa conexión y debe existir entre la universidad y la empresa", ha explicado Sara Torre, directora de la Unidad de Empleabilidad y Emprendimiento de la Universidad Europea.
En su opinión, el perfil de estudiante ha cambiado mucho y ya no se circunscribe únicamente a una persona de 18 años que se incorpora al mundo laboral a los 23 años. Ahora muchos profesionales en ejercicio deciden formarse paralelamente en la universidad.
Es por eso que las universidades se han adaptado, con profesorado profesional y acuerdos con las empresas para la realización de prácticas.
"La tasa de empleabilidad se mide, nosotros tenemos un 94% de titulados que salen al mercado, lo medimos a los 15 meses", ha apuntado, añadiendo después que las propias empresas cada vez se acercan más a la universidad para poner retos a los estudiantes.
"Hay múltiples conexiones entre universidad y empresa y cada vez son más. Estamos avanzando", ha señalado Víctor Calvo-Sotelo, director general de DigitalES. Como ha contado, las empresas cada vez financian más cátedras y desarrollan y financian itinerarios formativos.
Por su parte, Natàlia Carcasó, directora de Talento y Organización de Agbar, ha agregado que las formaciones de más corta duración, como las microcredenciales, permiten a las compañías "flexibilidad el acceso a la formación".
"Para nosotros es crítico el tema de los doctorados industriales, la acreditación de las competencias profesionales, la formación dual. Sobre todo para lo que tiene que ver con la atracción del talento, cómo reclutamos a los estudiantes para trabajar", ha añadido.
El salario emocional
La competencia cada vez mayor por el talento lleva a las empresas a tener que ofrecer mucho más que un salario. "La gente es difícil que se vaya sólo por el salario. Hay que fomentar el sentimiento de pertenencia", ha indicado Darío Olivares, gerente de Corporates de Lanzadera.
En su opinión, cuando se le ofrece más que un sueldo es más difícil perder a un trabajador. Al fin y al cabo, una subida salarial es algo que el trabajador consolida y al poco tiempo quiere más, por lo que la compañía "tiene que crear una cultura de empresa y hacerle sentir que es un proyecto en el que es importante y en el que quiere estar".
Para Carcasó, de Agbar, las empresas deben estar "en constante revisión de cuáles son las condiciones que los candidatos piden". "Ya no es suficiente la propuesta salarial, hay que ofrecer medidas de conciliación, de diversidad, explicar qué tecnologías van a utilizar cuando vengan a trabajar con nosotros", ha dicho. Y no sólo eso, puesto que después "hay que fidelizar" al trabajador ofreciéndole una carrera y una trayectoria.
"Es el llamado salario emocional", ha apuntado Torre, de la Universidad Europea. "La gente ahora viene exigiendo mucho en este sentido, investigando mucho quiénes son las empresas, quién está detrás, qué política de sostenibilidad tienen… a la gente joven hay que engancharla mucho con el talento", ha apuntado.
"La realidad es que la formación no termina nunca. La universidad ha tenido que adaptarse a esta situación. Los formatos ya no son presenciales sólo, se puede estudiar online, en híbrido... nos tenemos q adaptar a la realidad del estudiante", ha agregado.
Para Carcasó, de Agbar, "hay que estar en constante formación", es decir, aplicar el "long life learning". "Necesitamos futuros managers, directores de nuestra empresa y necesitamos que las personas estén formadas", ha apuntado.
Calvo-Sotelo, de DigitalES, cree que las empresas de la asociación son "muy conscientes de cómo el talento es el único patrimonio de la persona para su desarrollo profesional y personal en un entorno que cada vez es más competitivo".
"Las empresas compiten también por el talento y más en momentos como ahora, donde hay muchas disciplinas con déficits importantes", ha concluido.