La banca presiona para que el impuesto temporal al sector para paliar la subida de la inflación no se establezca como fijo en España. “Es curioso que el impuesto a la banca se haga -o se quiera hacer- permanente cuando los tipos de interés están bajando”, ha recriminado al Gobierno el presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, en la IV edición de Wake Up, Spain!, organizado por EL ESPAÑOL, Invertia y Disruptores en colaboración con EMT Madrid, EY, Microsoft, Oesía y Oracle.
En el evento, que tiene lugar en la Casa de América, el banquero ha destacado algunos de los números de CaixaBank para justificar su postura. En 2023, y en conjunto, el grupo pagó 2.600 millones de euros en impuestos, lo que supuso un tipo efectivo del 35%. Una cifra que “no es menor”.
A quienes achacan al sector bancario que se esté lucrando de más con la rápida y fuerte subida de tipos que se produjo entre 2022 y 2023, Goirigolzarri les ha respondido que “de beneficios históricos, nada”.
“En España, la banca aún no ha empatado los beneficios que tuvo en 2007. La rentabilidad sobre fondos propios (ROTE) que ahora está en el 11%, antes estaba en niveles del 17% ó 18%”, ha recordado el presidente de CaixaBank, haciendo extensible su argumento a la totalidad de la industria.
En este contexto, y con CaixaBank y el resto de grandes bancos metiendo presión para que el Ejecutivo se replantee dejar la tasa sólo como temporal, la entidad prevé que, aun así, “con la reducción previsible de tipos de interés, podemos mantener las rentabilidades que obtuvimos el año pasado”.
Su deseo es que esta tasa bancaria no se establezca como fija, pero “si el impuesto sale en el Boletín Oficial del Estado, tendremos que acatarlo”, ha aseverado Goirigolzarri.
En otro orden, el presidente de CaixaBank ha exigido al Gobierno reformas para mejorar el crecimiento de la productividad española, que hoy es “escueto”. “El crecimiento no está en la agenda pública en el lugar que le corresponde”, ha dicho Goirigolzarri.
Cabe recordar que la renta per cápita media de España frente a Europa, “en vez de converger, cada vez se está separando más”. En 2008, era un 8% inferior, y en 2024 está un 17% por debajo.
También ha incidido en otra de las peticiones clásicas del sector: devolver incentivos fiscales a los planes de pensiones privados. Mirando a la pensión pública, “por cada pensionista, hoy tenemos tres personas en activo. En 40 años, apenas serán 1,7 personas”. La pirámide poblacional juega en contra de España.
“Las entidades financieras estamos proveyendo de productos privados para la jubilación, pero el esquema fiscal es prioritario y fundamental”, en palabras de Goirigolzarri. “Tiene que haber un volumen necesario de fondos de pensiones privados. Y eso pasa por que las Administraciones lo fomenten con incentivación fiscal. La pedagogía está bien, pero tiene que tangibilizarse”, ha sentenciado el presidente de CaixaBank.