La exalcaldesa de Madrid Manuela Carmena ha acudido este jueves a la Audiencia Nacional, después de haber sido citada a declarar como testigo-perito en el llamado caso Obiang.
Se trata de la causa judicial que en la que el juez Santiago Pedraz investiga el supuesto secuestro de dos ciudadanos españoles por parte de altos cargos del régimen autocrático de Guinea Ecuatorial.
El motivo de la citación de la expolítica no es otro que el hecho de que, cuando Carmena era relatora de la ONU, elaboró un informe sobre violaciones de derechos humanos en el país africano. El dosier, fechado en 2008, aborda, especialmente, los secuestros a opositores políticos.
No obstante, tal y como relatan a EL ESPAÑOL varias fuentes presentes en su interrogatorio, Pedraz ha desechado su testimonio, que le fue impuesto por el tribunal jerárquicamente superior, la Sala de lo Penal. El juez no ha permitido a las partes personadas en esta causa formular preguntas, después de que la testigo-perito reconociera que no conoce de primera mano este caso concreto, el de los dos españoles secuestrados.
A juicio del magistrado instructor, la sabiduría que Carmena pudiera tener de la situación de Guinea Ecuatorial años atrás no es útil para la causa en la que se investigan hechos cometidos en 2019, once años después de la redacción del informe de la ONU.
Por ello, la exalcaldesa abandonaba la Audiencia Nacional pasadas las once de la mañana de este jueves, sin haber podido ratificar su informe ni desarrollar su contenido.
El 'caso Obiang'
En el llamado caso Obiang o caso Guinea está investigado, entre otros dirigentes guineanos, Carmelo Ovono Obiang, hijo del dictador Teodoro Obiang, por, supuestamente, haber secuestrado y torturado a dos opositores al régimen de su padre.
Uno de ellos, Julio Obama, murió en una cárcel guineana después de que Pedraz denegase la detención de Carmelo y ordenase, únicamente, notificarle la querella interpuesta por el grupo opositor Movimiento de Liberación de Guinea Ecuatorial Tercera República (MLGE3R), al que los activistas pertenecían.
De hecho, Aitor Martínez, el abogado del MLGE3R, interpondrá un recurso de queja contra Pedraz por haber desechado el testimonio de Carmena, que le fue impuesto por la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, tras haberse negado el juez a citarla como testigo.
El letrado del Movimiento de Liberación de Guinea Ecuatorial Tercera República considera que los hechos investigados podrían constituir un delito de secuestro y torturas con finalidad terrorista o un posible delito de lesa humanidad.
Por ello, consideraba relevante el testimonio de Carmena, que documentó durante su labor para la ONU la sistemática operativa de secuestros y represión orquestada por el régimen de Obiang.
EL ESPAÑOL ha consultado el informe firmado por la exalcaldesa de Madrid y fechado en 2008. En dicho documento, el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de la ONU instó a "poner fin de inmediato a la práctica de las detenciones secretas" por parte del régimen ecuatoguineano y "resolver la situación de las personas privadas de libertad por el simple ejercicio de un derecho".
Sobre los secuestros a opositores políticos en otros países, el dosier expresa la "particular preocupación" por esta práctica y lamenta que estos expertos de la ONU no pudiesen visitar las prisiones en las que se encontraban estos opositores ni entrevistarles. El régimen de Teodoro Obiang se lo impidió.
El informe expresa que el Grupo de Trabajo "está particularmente preocupado por la práctica de las detenciones secretas" y por los "secuestros practicados por agentes gubernamentales en países vecinos contra determinadas personas de nacionalidad de Guinea Ecuatorial", que fueron trasladados a la capital del país, Malabo. En algunas ocasiones, se emplearon en estas operaciones aviones militares.
En el presente caso investigado por la Audiencia Nacional, un informe de la Policía Nacional recoge el testimonio de los dos españoles secuestrados, quienes manifestaron que fueron trasladados desde Sudán del Sur a Guinea en un jet de la flota presidencial.