Vocales del CGPJ acusan a Guilarte de abrir el camino a Sánchez para controlar el nombramiento de jueces

Lo hicieron durante un pleno convocado para decidir sobre la provisión de puestos internos, reunión que coincidió con la remisión a las Cortes por Guilarte de una propuesta adicional a la ya enviada el pasado 23 abril.

El presidente en funciones del CGPJ plantea una modificación del sistema de nombramientos de cargos gubernativos y de magistrados del Tribunal Supremo como fórmula para "salir de la confrontación" entre PP y PSOE sobre el modo de elección de los vocales.

La propuesta de Guilarte se basa "diluir" el atractivo político del CGPJ haciendo que los nombramientos de cargos judiciales no estén exclusivamente en manos de los vocales.

Los presidentes de Audiencias y Tribunales Superiores de Justicia serían elegidos por los jueces de los respectivos territorios y el CGPJ se limitaría a refrendar la elección.

En el caso de los magistrados del Supremo, habría una comisión de cinco miembros (vocales, jueces del TS y profesionales ajenos a la carrera judicial) cuya propuesta podría ser rechazada, motivadamente, por el Consejo.

Para los vocales del sector mayoritario del CGPJ, designados en su día a propuesta del PP, la propuesta de Guilarte se parece peligrosamente a la insinuada el martes por el presidente del Gobierno y, en todo caso, supone un claro desapoderamiento del Consejo en una facultad que le atribuye la Constitución.

"Ninguneo"

Consejeros como Wenceslao Olea y José María Macías, secundados en su crítica por otros, reprocharon a Guilarte que enviara al Parlamento propuestas de reforma legislativa haciendo uso de su condición de presidente en funciones del CGPJ pero sin haber consultado al Pleno.

Los vocales pusieron de manifiesto que ese "ninguneo" es exactamente igual al que practica el Ejecutivo de Sánchez, que en 2021 sustrajo al CGPJ la facultad de hacer nombramientos discrecionales mientras esté en prórroga de mandato sin ni siquiera escuchar a la institución.

Consideran, sobre todo, que iniciativas unilaterales como las de Guilarte están "abriendo la puerta" a que desde el Gobierno se imponga una privación definitiva de la facultad de nombramiento.

Y, además, dándole a Moncloa una justificación: según Guilarte, la actual manera de designar a los altos cargos judiciales no está guiada tanto por el mérito y la capacidad como por la "proximidad afectiva" de los vocales con el candidato y su "adscripción ideológica y asociativa".

Esto fue considerado "intolerable" por los citados vocales, ya que supone una descalificación no solo del trabajo realizado por el CGPJ sino también de los propios magistrados del Tribunal Supremo elegidos en los últimos años.

Aunque se llegó a pedir a Guilarte una "rectificación" de esas afirmaciones e incluso la retirada de la propuesta, el presidente en funciones del CGPJ replicó que no había querido soliviantar a nadie sino contribuir a encontrar una solución. Y añadió que no tenía ningún inconveniente en someter su propuesta a una votación del Pleno, de modo que, si era desautorizada, él dejaría el cargo de presidente en funciones.

Esta reacción disipó el choque. En una situación como la que padece el Consejo General del Poder Judicial, los vocales no quieren broncas añadidas. "No hacen falta cismas", dijo expresivamente el vocal Enrique Lucas.

Con independencia de su contenido -que no se ha debatido en el seno del Consejo-, la iniciativa de Guilarte fue respaldada por otros vocales como Álvaro Cuesta o Mar Cabrejas, que subrayaron que todos los consejeros hacen uso de su libertad de expresión en los foros que eligen y para lanzar los mensajes que estiman oportunos, sin que ello haya sido censurado. Por ello, tampoco debería serlo en el caso de Guilarte.