El juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón ha citado a declarar como testigos a dos policías heridos durante los disturbios vinculados con la plataforma independentista Tsunami Democràtic.
Así consta en una resolución, fechada este mismo martes y firmada por el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6.
"Visto el estado que mantienen las actuaciones, se acuerda recibir declaración como testigos-perjudicados a los agentes del Cuerpo Nacional de Policía con carné profesional 104.440 y 91.464 el próximo día 14 de mayo a las 10 horas de la mañana en la sede de este Juzgado", reza el documento, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL.
Ambos agentes son los mismos que, recientemente, pidieron al Estado ser indemnizados como víctimas del terrorismo, dado que sufrieron estas graves lesiones al tratar de apaciguar las protestas violentas convocadas por independentistas radicales.
Y García-Castellón, precisamente, investiga estos hechos como constitutivos de un supuesto delito de terrorismo, pese a que la Fiscalía se opone a dicha consideración y aboga por trasladar el caso Tsunami a un juzgado de Barcelona.
El pasado octubre, los citados agentes se personaron en la causa como perjudicados, debido a que sufrieron graves lesiones durante las protestas independentistas, en las que cientos de radicales tomaron las calles de la Ciudad Condal para mostrar su rechazo a la sentencia del Tribunal Supremo que condenó a los líderes del procés.
Entre otros investigados en esta causa, figuran el expresidente catalán Carles Puigdemont y la secretaria general de ERC, Marta Rovira, a los que la Guardia Civil y el juez sitúan detrás de la organización de Tsunami Democràtic. No obstante, al estar aforado el expresident, que sigue como eurodiputado, es el Supremo y no la Audiencia Nacional el que continúa investigándole.
"Terrorismo callejero"
Según el escrito que presentó la defensa de los dos agentes en la Audiencia Nacional para solicitar su personación en la causa, el 18 de octubre de 2019, ambos policías fueron lesionados en actos de "terrorismo callejero" vinculados a Tsunami Democràtic.
Uno de los policías ha recibido la jubilación forzosa a los 45 años, al no poder recuperarse de las heridas.
En aquella jornada de finales de 2019, coincidieron, además, una huelga general y una manifestación convocadas por la Intersindical-CSC (el sindicato vinculado a la CUP); y las denominadas Marchas por la Libertad organizadas por la ANC y Òmnium, entre otras entidades secesionistas.
Sobre las doce del mediodía, "la actitud de los asistentes comenzó a tornarse muy violenta, estando completamente organizada contra los agentes del orden público, incluyendo el lanzamiento de todo tipo de objetos contundentes (botellas de cristal llenas, piedras, tornillería, rodamientos metálicos, latas de cerveza, etc.) y la difusión de consignas como: '¡Fuera las fuerzas de ocupación!' o 'Si tienes un hijo subnormal, que sea policía nacional'; todo ello, en un contexto de creciente hostilidad que se prolongó unas dos horas".
En este clima de violencia, en torno a las 14 horas se colocaron en la primera fila de la manifestación varios encapuchados que, "usando técnicas de combate similares al terrorismo callejero practicado en comunidades autónomas como el País Vasco, comenzaron a lanzar de nuevo todo tipo de objetos contundentes con una indudable capacidad lesiva, incluyendo botellas y latas en cuyo interior había líquido corrosivo", de acuerdo con el relato de la defensa de los agentes, ejercida por el despacho Fuster-Fabra Abogados.
Uno de los policías recibió entonces un fuerte impacto de un objeto lanzado por uno de los radicales, que le golpeó en el lado derecho del caso. "Cayó al suelo desplomado y perdió el conocimiento por completo", narra el escrito.
El otro sufrió un fuerte impacto en su mano, mientras formaba parte del operativo, por lo que sufrió una grave fractura abierta en el radio del brazo derecho. Debido a esta lesión, ya no puede ejercer su profesión, pese a no tener ni 50 años.