La Audiencia Provincial de Madrid ha ordenado la busca y captura de Daniel Gallardo, el gaditano condenado por pegar con un palo con clavos a un policía durante una protesta a favor del independentismo catalán que tuvo lugar en Madrid.
Gallardo debía ingresar voluntariamente en prisión tras el fallo en su contra, dictado a finales de 2020. Fue advertido en tres ocasiones (25 de julio de 2023 y 30 de enero y 26 de febrero de 2024). Sin embargo, no lo ha hecho y está en paradero desconocido. Por ello, el tribunal ha ordenado localizarle. Cuando la Policía ha visitado su domicilio, tampoco le ha encontrado.
A finales de 2020, Daniel Gallardo fue condenado a un total de cuatro años y seis meses de prisión por el delito de desórdenes públicos (un año de cárcel), por atentado contra la autoridad (tres años y medio) y por las lesiones del policía, al que golpeó con un palo que tenía clavos atravesados. Posteriormente, el Tribunal Supremo rebajó la condena a cuatro años.
Según narra aquella sentencia de la Audiencia de Madrid, este joven, nacido en 1997, formaba parte de un grupo de 80 personas que, "portando adoquines" y otros objetos, causaron desperfectos en la plaza de Canalejas, en el centro de Madrid, y calles aledañas.
Ocurrió durante una protesta en apoyo al referéndum unilateral de independencia de Cataluña, después de que el Tribunal Supremo condenase a los líderes del procés. El grupo llegó a lanzar los adoquines y vallas de obra contra la Policía Nacional.
La resolución detalla que, concretamente, Gallardo golpeó, "de manera súbita y por la espalda", a uno de los agentes. Lo hizo en dos ocasiones, con un palo de aproximadamente 90 centímetros, "con seis clavos que lo atravesaban". Por uno de los extremos del objeto, asomaban "unos 2,5 centímetros" las puntas de los hierros.
El policía llevaba puesto el casco de protección, lo que evitó daños mayores. La rápida intervención de otro agente evitó que Gallardo le golpease la cabeza en una tercera ocasión.
Antes de ese fallo, Daniel había pasado más de un año en prisión provisional. Ahora, se desconoce su paradero. El joven, de tan sólo 26 años, está ligado a movimientos anarquistas y de extrema izquierda. Pese a haber nacido en Cádiz, actualmente residía en Gerona. Allí estaba, al menos, su último domicilio conocido.
Durante el proceso judicial, Gallardo lanzó un crowdfunding para recaudar fondos con los que sufragar su defensa. Logró sumar casi 7.000 euros, algo menos de la mitad de lo que reclamaba.
En la plataforma de micromecenazgo en la que se anunciaba, Gallardo hacía un "llamamiento desesperado a la solidaridad del pueblo" para hacer frente "a las facturas pendientes" de sus abogados y a los fondos que debía consignar ante las posibles indemnizaciones que debía pagar tras la sentencia.