Una juez ha archivado la causa contra el supuesto telecoca al que la Policía Nacional detuvo en una operación contra el tráfico de droga en el centro de Madrid, la misma en la que también se vigiló el domicilio del bailaor Rafael Amargo.
Luis (nombre ficticio) estuvo 12 días en prisión provisional, pero ahora la magistrada Belén Sánchez considera que "no aparece debidamente justificada la perpetración del delito".
Por ello, la titular del Juzgado de Instrucción número 27 de Madrid ha optado por archivar la causa para él. Próximamente, su defensa, ejercida por el despacho Ospina Abogados, reclamará una compensación al Estado de en torno a 15.000 euros por los días que estuvo entre rejas. Ingresó en una cárcel madrileña el 19 de febrero de 2023.
En el sumario de este caso, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, la Policía señala a Luis como un supuesto telecoca. Es decir, un repartidor de cocaína a domicilio. En esta investigación, los agentes también efectuaron vigilancias en el domicilio madrileño del bailaor Rafael Amargo, que fue detenido por segunda vez, meses después, en marzo de 2023, por supuesto tráfico de drogas.
De hecho, esta causa se inició con la denuncia de un vecino del artista granadino, que aseguraba que éste vendía droga en su piso, ubicado en el centro de la capital. Los miembros de su bloque, además, se quejaron de que había gente continuamente durmiendo en el portal. Al parecer, tras haber consumido estupefacientes.
La Policía señaló en un informe que a la vivienda del bailaor acudían, a diario, "personas con aspecto toxicómano, las cuales, tras permanecer unos minutos en el interior, abandonaban el mismo de forma apresurada".
Tras recibir la denuncia, la Policía estableció un dispositivo de vigilancia en torno al domicilio del granadino. Fue el 14 de octubre cuando los policías dieron el alto a Luis, mientras seguían a otro de los investigados, que responde a las siglas de M. A. S. D. L.
Los agentes sostenían en sus informes que Luis y este último vivían en el mismo domicilio. Y que, tanto allí como en la calle, "estarían llevando a cabo la distribución de sustancias estupefacientes en el barrio de Malasaña". Los investigadores subrayan que ambos accedieron "en distintas ocasiones a domicilios desde los que terceras personas vendían estas sustancias al comprador final".
La juez que instruyó el caso, de hecho, citó a ambos investigados a declarar por un presunto delito contra la salud pública. Y autorizó que la Policía registrase la vivienda en la que vivía Luis, que estaba indocumentado en España y nació en República Dominicana en 1991.
La Policía señaló que "el modus operandi" de Luis era el propio del método telecoca. "Consistiendo el mismo en que el comprador contacta por teléfono con el vendedor, llevándole la sustancia acordada este último hasta el domicilio del comprador", resume el informe. Es más, el dosier policial señala que, en la vía pública, entrega en varias ocasiones a otros hombres "bolsitas de plástico" o "envoltorios".
Sin embargo, su defensa alegó que Luis no traficaba con droga, sino que era camarero y tenía alquilada una habitación de su vivienda a M. A. S. D. L. Es por eso que, según su versión, había sustancias ilegales en el domicilio. Especialmente, en el dormitorio de este último. La Policía encontró metanfetamina, ketamina, cocaína y éxtasis. También, dos básculas y 1.480 euros en efectivo.
Para apuntalar su versión, presentó al Juzgado sus declaraciones de IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas). El otro investigado, M. A. S. D. L., sigue huido de España, en busca y captura.
No obstante, la fiscal del caso sí solicitó para Luis prisión provisional. Y así lo decretó el Juzgado. Según relata la Policía en su informe, durante una de sus vigilancias a la vivienda de Luis, los agentes dieron el alto a un varón que salía del portal y que llevaba droga encima. Preguntado por los investigadores, confesó que había comprado las sustancias a M. A. S. D. L.