La vicepresidenta del Gobierno Yolanda Díaz y los ministros de la Presidencia y de Defensa, Félix Bolaños y Margarita Robles han arropado esta mañana la toma de posesión de los cuatro nuevos miembros del Tribunal Constitucional, que con ellos pasará a tener una mayoría progresista, lo que no sucedía desde 2013.
Juan Carlos Campo y Laura Díez (designados por el Gobierno) y María Luisa Segoviano y César Tolosa (nombrados por el Consejo General del Poder Judicial) se integran desde hoy en el tribunal de garantías, del que salen Pedro González-Trevijano, Juan Antonio Xiol, Antonio Narváez y Santiago Martínez-Vares.
La solemne ceremonia contó con la presencia de los presidentes del Congreso, del Senado y del Consejo de Estado; del presidente en funciones del CGPJ y del fiscal general. El PP optó por un perfil plano y estuvo representado por la secretaria de regeneración institucional, María Jesús Moro.
"Queríamos que se visualizara el desembarco del Gobierno en ese acto y también hacer evidente que no estamos de acuerdo con los nombramientos que han hecho", explican fuentes del PP.
Hoy comienza su andadura un tribunal que, como ha recordado el presidente saliente, Pedro González-Trevijano, "permanece incompleto". La vacante creada por la renuncia el pasado julio de Alfredo Montoya debido a razones de salud no ha sido cubierta. "La exigencia constitucional prescribe una composición completa y equilibrada del colegio de magistrados entre ponderadas sensibilidades diferentes", ha subrayado González-Trevijano.
No fue el único aldabonazo que dejó en la sala el discurso del hasta ahora presidente. Delante del ministro que diseñó la reforma legal paralizada el pasado 19 de diciembre por el TC, con la que el Gobierno pretendía modificar el sistema de elección de los miembros del tribunal que nombra el CGPJ, González-Trevijano subrayó que "necesitamos que la jurisdicción constitucional ejerza plenamente de límite al poder político".
Trevijano ha recordado, a este respecto, que el TC tiene encomendado "el control del respeto a la Constitución por parte de los tres poderes, incluido el legislativo".
"Ante la Carta Magna no son oponibles soberanías populares que dicen emanar, sin intermediación alguna, del supuesto mandato directo de un colectivo o de una colectividad", ha dicho también González-Trevijano, en alusión a los proyectos soberanistas-
"En España sólo hay una soberanía, la soberanía nacional, expresada solemnemente con la aprobación de la Constitución y que da lugar a su precisión más firme en su artículo 2, que consagra la indisoluble unidad de la Nación dentro del respeto a sus nacionalidades y regiones".
González-Trevijano ha aludido igualmente a la perversión del sistema de renovación institucional."No convirtamos los consensos y mayorías cualificadas previstas constitucionalmente en automáticos regímenes de cuotas o en un indefinido impasse", ha dicho.
Y ha subrayado que la heterogeneidad ideológica de los miembros del TC no autoriza su catalogación con etiquetas políticas."No comparto la falsaria dicotomía entre jueces 'conservadores' y jueces 'progresistas'", ha sostenido.
El procedimiento de designación de los integrantes del TC "no implica un mecanismo de representación", ha enfatizado. "El magistrado no representa a nadie. Ni al órgano por el que fue elegido ni a la fuerza parlamentaria que impulsó su proposición".
El nuevo Tribunal Constitucional tendrá ocasión de demostrarlo. El primer test será el próximo miércoles, cuando se celebrará el pleno para nombrar presidente y vicepresidente. Cándido Conde-Pumpido, el candidato preferido por el Gobierno, y María Luisa Balaguer aspiran a la presidencia.