"Daniel, ya tenemos cifra: 379". Todo comenzó con una llamada de teléfono. Miguel Ángel Rodríguez Arias, abogado de Dignidad y Justicia (DyJ), avisó a Daniel Portero, presidente de esta asociación de víctimas de ETA.
Tras algo más de doce meses de trabajo, el letrado consiguió convertir un abstracto más de 300 en un concreto 379. Son los crímenes que DyJ considera "aún impunes"; los cometidos por la banda terrorista tanto antes como después de la Ley de Amnistía de 1977 y que todavía no cuentan con un autor condenado en sentencia firme.
Y la cifra también da ahora título al recién publicado 379: Los crímenes de ETA sin resolver (Editorial Sindéresis), un libro que repasa, a modo de fichero y en dos volúmenes, cada uno de estos casos, tras una exhaustiva recopilación de información judicial y policial.
¿Qué supone manejar una cifra concreta? "Pues poder decir que casi la mitad de los 864 asesinatos de ETA a lo largo de su historia, desde 1968, están sin resolver. Y eso también es lo triste: no poder decir que hemos resuelto una parte importante de ellos", indica Daniel Portero a preguntas de EL ESPAÑOL.
"Usamos el concepto de impunidad que dio hace 17 años el Comité de Derechos Humanos de la ONU, al que España pertenece", cuenta el abogado Miguel Ángel Rodríguez. "Y las fichas que usamos siguen el modelo tipo de Naciones Unidas, que tradujimos y fuimos rellenando", rememora. Nombre a nombre, mapa a mapa y foto a foto llegaron hasta el número 379.
"Tras ese año y pico trabajando, llamé a Daniel Portero por teléfono y le dije: 'Ya tenemos cifra: 379'. Y ese más de 300 acabó siendo, más bien, un casi 400", rememora Rodríguez, orgulloso de que el suyo sea el dato que manejan tanto el Parlamento Europeo como el Defensor del Pueblo.
"La impunidad era tan desmedida que antes no teníamos ni número concreto. La diferencia entre hablar de unos 300 y fijarlo en 379 supone un 20% de divergencia. Y no queríamos que ese 20% de crímenes sin resolver se blanquease", añade.
"Contacto diario con la muerte"
En conversación con EL ESPAÑOL, el letrado recuerda cómo, según transcurrían aquellos meses de trabajo, el escritorio de su despacho en La Palma —allí vive— se llenaba de decenas de fichas, fotografías, mapas e informes policiales.
"Estuve meses leyendo cómo se había asesinado a una y otra persona, si estaba casada, si tenía hijos a los que dejó huérfanos... Fue un contacto diario y abrumador con la muerte", recuerda. En total, aglutinó 1.600 folios de información. Seis tomos que imprimió y envió por Correos al Parlamento Europeo.
A pesar de ser experto en Penal Internacional —"estoy acostumbrado a estudiar genocidios y masacres", comenta el abogado—, tras aquel año de trabajo, necesitó desconectar. "Ni siquiera me quedé con una copia impresa del listado. Me hacía falta tomar cierta distancia de aquello. Despertarte día tras día entre fichas de asesinados... Era un contacto muy directo", narra Rodríguez, que señala que "la impunidad por el traslado forzoso de personas provocado por ETA sí que es del 100%".
Su listado ha sufrido algunos cambios desde 2016, aunque la cifra de 379, curiosamente, no ha variado. Tres casos se han excluido y otros tres se han añadido. Del índice original, sólo un crimen ha conseguido resolverse en estos cinco años: el del comandante Luciano Cortizo, asesinado en 1995. La lista también incluye los expurgos —eliminación de los expedientes judiciales— de seis crímenes que nunca se llegaron a resolver.
Nueva vía jurídica
La publicación del libro coincide con la recta final de la tramitación de un informe del Parlamento Europeo sobre los asesinatos impunes de la banda terrorista. Una delegación de eurodiputados visitó Madrid en noviembre de 2021, tras la petición formulada en 2016 a la Eurocámara por, precisamente, Miguel Ángel Rodríguez Arias. Varias copias del libro-fichero están ya en Bruselas.
Y, por el momento, el último borrador del Parlamento Europeo —el texto definitivo se votará en el Pleno el próximo 20 de abril— avala la nueva vía jurídica abierta por Dignidad y Justicia en los tribunales.
La propuesta insta a las autoridades competentes a abrir la puerta a que los líderes de la banda puedan ser procesados como instigadores y corresponsables de los crímenes, al haberlos ordenado y/o seleccionado los objetivos. "Agotar las posibilidades interpretativas del Derecho penal, también en relación con la teoría de la autoría mediata indirecta por dominio prevista en el artículo 28 del Código Penal, sugiere el borrador.
¿Qué dice este artículo del Código Penal español? Que "son autores [criminalmente responsables de los delitos] quienes realizan el hecho por sí solos, conjuntamente o por medio de otro del que se sirven como instrumento". También otorga esta calificación a "los que inducen directamente a otro u otros a ejecutarlo" y "los que cooperan a su ejecución con un acto sin el cual no se habría efectuado".
Y ésta es la estrategia jurídica seguida por Dignidad y Justicia para perseguir a los líderes etarras. La que ha permitido abrir nuevas investigaciones por varios atentados, como los asesinatos del juez Querol y de Miguel Ángel Blanco o el ataque a la T-4 del aeropuerto de Barajas.
"Tras la visita a España de los europarlamentarios, esta vía judicial coge ahora más peso y repercusión", indica Portero, cuyo padre, el fiscal Luis Portero, fue asesinado el 9 de octubre del 2000. "En las últimas fechas, cuatro jueces de la Audiencia Nacional — Alejandro Abascal, Santiago Pedraz, Manuel García-Castellón y Joaquín Gadea— se dan cuenta de que es necesario este tipo de investigación para aclarar los crímenes aún impunes de ETA", añade.
Todos estos magistrados han admitido a trámite varias querellas presentadas por Dignidad y Justicia contra las llamadas zubas, las diferentes cúpulas de ETA.
La jerarquía de ETA
La organización terrorista tenía una estructura fuertemente jerarquizada. Así lo reconocen varios autos de estos jueces. Y ese dominio de la organización es la que utilizan ahora las víctimas para tratar de sentar en el banquillo de los acusados a los jefes de la banda.
"Un pistolero es sustituible por otro; es un asesino fungible, intercambiable. Pero los líderes de ETA, como presuntos autores detrás del autor, saben quiénes apretaron cada gatillo o detonaron cada explosivo. Por ello, pueden ser considerados hasta más asesinos que estos últimos, ya que de sus directrices dependían las muertes. De haber ordenado que no se cometieran los crímenes, no se habrían producido", expone Rodríguez para explicar los conceptos de autoría mediata y comisión por omisión en los que Dignidad y Justicia basa su estrategia ante los tribunales.
"Está claro que ésta es una vía que facilita las condenas de los dirigentes de ETA, sin necesidad de hacer una investigación exhaustiva de los autores materiales", apunta Daniel Portero, actualmente diputado por el PP en la Asamblea de Madrid. El libro lo firma mano a mano con Víctor Cotobal, vicepresidente de DyJ.
"Lo único que hay que demostrar es que eran jefes y que pudieron evitar el atentado y no lo hicieron", expone Portero. "Quizá ahora digan [los etarras]: 'Es que es injusto, después de tantos años...'", intuye. "Pero la ley es la ley, y si el delito no está prescrito, ésta es una vía posible para acabar con la impunidad y en la que yo tengo mucha esperanza", concluye.