La Fiscalía de la Audiencia Nacional se opone a que sea ésta última la que investigue el naufragio del buque pesquero Villa de Pitanxo, que se hundió el pasado 15 de febrero a 450 kilómetros al este de Terranova (Canadá) y dejó más de una veintena de muertos. Así lo ha hecho constar en un informe y lo ha podido confirmar EL ESPAÑOL de fuentes fiscales.
El Ministerio Público considera que la Audiencia Nacional no es competente para la instrucción, ya que los posibles delitos se cometieron en territorio español, una condición de la que gozan los buques y aeronaves con bandera de nuestro país. Y cree que el asunto debería ser investigado por el juzgado de Marín (Pontevedra), al ser éste el puerto de base del pesquero.
Ante la existencia de indicios de delito —homicidio imprudente y contra los derechos de los trabajadores—, a principios de este mes de marzo, el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno solicitó a la Fiscalía que informase si el juzgado que encabeza —el Central de Instrucción número 2— era competente para iniciar una investigación sobre si existió responsabilidad penal en el naufragio del pesquero, en el que fallecieron 21 personas.
Los cuerpos de doce tripulantes continúan desaparecidos y el Juzgado de Instrucción número 2 de Vigo ha decretado su fallecimiento. Los reyes Felipe VI y Letizia presidieron el pasado viernes su funeral y sus familias se reunirán este jueves en la Subdelegación de Pontevedra con el delegado de Gobierno en Galicia, José Manuel Miñones.
Según la ley, la Audiencia Nacional es competente para investigar y juzgar delitos cometidos fuera del territorio nacional por parte de españoles.
De los tres únicos supervivientes, el testimonio de uno de ellos fue clave para la investigación abierta —en paralelo a la que pudiese desarrollar el Juzgado Central de Instrucción— por la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim), órgano dependiente del Ministerio de Transportes que deberá emitir un informe sobre el siniestro en el plazo máximo de un año.
Se trata del marinero ghanés Samuel Kwesi, que pudo salvar su vida junto al patrón del pesquero, Juan Padín, y el sobrino de éste, Eduardo Rial, ambos naturales de la localidad pontevedresa de Cangas.
Ante los investigadores de la Guardia Civil, Kwesi declaró que el accidente se produjo durante la maniobra de virada del aparejo y apuntó a Padín por no haber atendido las recomendaciones de la tripulación y corregir la escora del barco para tratar de evitar el naufragio.
Asimismo, el Villa de Pitanxo acumulaba varias sanciones por infracciones graves de pesca ilegal; entre ellas, por sus capturas de unos 27.000 kilos de fletán negro sin declarar.