"No me enseñe ningún informe porque no me los creo, son un montaje". Con esa afirmación José Manuel Villarejo ha rechazado las preguntas del fiscal Miguel Serrano sobre los documentos elaborados para los clientes de la empresa del excomisario, Cenyt, plagados de datos personales e información que sólo puede ser legalmente obtenida si existe autorización judicial.
Villarejo ha empezado a declarar este lunes en el primer juicio que se sigue contra él por numerosos presuntos delitos relacionados con la corrupción: cohecho, tráfico de influencias, revelación de secretos, extorsión, falsedad documental. "Me piden cien años de cárcel, cuatro veces más que al asesino más grande de ETA, tendré que defenderme", esgrimió ante el reiterado intento de la presidenta de tribunal, Ángela Murillo, de que se centrara en el objeto del interrogatorio de la acusación pública en vez de perderse en digresiones sobre las más variadas materias ("qué curioso que el banco Santander no tiene pieza abierta en el caso Tàndem, a diferencia de otros bancos", "el informe Veritas contra Baltasar Garzón me lo encargó el ministro Belloch a través de Margarita Robles", "el juez Andreu acudió a mi porque el fiscal Grinda había iniciado una actuación a sus espaldas en el caso Emperador").
Sin entrar en ningún momento en las provocaciones del acusado, el fiscal Serrano mantuvo la línea de su interrogatorio para descubrir que el controvertido comisario ha optado por la negativa como estrategia de defensa: él no elaboró los informes que revelan la utilización de métodos ilegales para espiar a los enemigos de sus clientes, tampoco hizo las grabaciones subrepticias que recogen los encuentros que mantuvo con estos clientes ni son suyas las notas que resumían esas grabaciones, todo ello encontrado en su domicilio y en la sede de Cenyt.
"He elaborado informes pero no esos", dijo Villarejo en referencia a los proyectos Iron y Land, dos de los que son objeto del juicio.
- ¿Y entonces quien los ha hecho?, preguntó el fiscal
- Probablemente Gonzalo Fraga, Rubén Eladio... los responsables de Asuntos Internos [unidad de la Policía que investiga el caso Tándem] de acuerdo con el Centro Nacional de Inteligencia. Si quiere le digo los nombres de los coroneles del CNI que han participado. Asuntos Internos pone el membrete pero en realidad lo hace el CNI para denigrar al personaje que hay que destruir.
El CNI fue mencionado por Villarejo a cada paso durante las más de tres horas de declaración, que seguirá mañana. Según el comisario jubilado, fue el servicio secreto de inteligencia, y no él, el que grabó los centenares de cintas con conversaciones de todo tipo encontradas en la casa del acusado.
"Yo tenía monitorizada toda mi vida desde principios de los 2000 por parte del CNI y periódicamente me entregaban ya editadas y modificadas las grabaciones para mi garantía y mi tranquilidad", aseguró Villarejo. No explicó para qué y en qué medida le podían "tranquilizar" unas cintas que le habrían entregado manipuladas.
- Pero se puede apreciar que cuando usted habla el sonido es diáfano y se difumina cuando hablan otros, lo que quiere decir que llevaba usted la grabadora, replicó Serrano.
- Si quiere hablamos de técnicas de manipulación de soporte sonoro. Si algún día puedo declarar sobre lo que se llama la operación Cataluña le explicaré cómo se modificaron y alteraron correos, grabaciones...
- ¿Pero por qué las guardaba?
- El pacto que yo tenía con el CNI era que se monitorizara mi vida pero que para mi tranquilidad yo iba a tener una copia de esa monitorización. Era la misma técnica que utilizaron con Bárbara Rey, cuando el CNI le dijo 'toma una copia de todo esto, lo guardamos en un maletín, tú lo tienes pero a cambio de eso no saques nada', contestó Villarejo sacando a relucir la relación de la actriz con el rey Juan Carlos.
Con una táctica de interrogatorio aparentemente anodina, el fiscal puso de manifiesto la incoherencia de la tesis de Villarejo. Resulta que también han aparecido grabaciones de conversaciones en las que el comisario no está, como las atribuidas a su socio, Rafael Redondo. Tampoco supo explicar qué interés podía tener el CNI en hacer grabaciones sobre conflictos privados como los de los proyectos Land y Iron. Los informes supuestamente manipulados por el CNI y Asuntos Internos y colocados adrede en la causa han aparecido, con el mismo contenido, en los registros efectuados a los clientes. Villarejo ha cobrado sustanciosas cantidades por ellos. Y, para colmo, varios de los clientes acusados han reconocido los hechos delictivos ante el tribunal.
Pese a todo ello, el acusado insistió en que no tiene nada que ver con los papeles que reflejan el tráfico de llamadas de personas espiadas que fueron hallados en Cenyt ni sabe nada de documentos reservados como los formularios de impuestos. "No sé ni qué es el modelo 347 [declaración anual de las empresas sobre sus operaciones con terceros]. Entiendo que Asuntos Internos, en su afán de poner cosas que puedan perjudicarme, ha presentado de todo. No sé cómo no han encontrado cocaína en mi casa, es lo único que les ha faltado", manifestó Villarejo.
Policía en activo
El excomisario aseguró que "nunca dije a los clientes que era un funcionario en activo". Lo era, y cobraba una nómina por ello, como ha admitido esta mañana.
Sin embargo, cuando fue preguntado si tramitó el necesario expediente de compatibilidad en el Ministerio de Función Pública para poder ser también empresario y abogado, manifestó que "como agente de inteligencia hay muy pocas cosas que se escriben. Me encargaban cuestiones muy delicadas referidas a los intereses del Estado y, si hubiera salido a la luz, mis funciones como agente de inteligencia no hubieran tenido sentido. Tampoco hay instrucciones para financiar a terroristas y que liberen a secuestrados y se ha hecho".
"En 1995, cuando surgieron los primeros incidentes con la operación Veritas y la recuperación de Roldán, tuve que hacer un escrito donde expliqué detalladamente cuáles eran mis condiciones y el pacto para volver a estar en activo y aportando sociedades para mis funciones de inteligencia. Jamás me contestaron ni me dijeron '¿te has vuelto loco? ¿qué es esto de que eres agente encubierto?", indicó Villarejo, que sostiene que "todos los Gobiernos", ministros del Interior y directores operativos de la Policía han conocido su especial situación y le han hecho encargos.
El excomisario aseguró que, durante su estancia en la cárcel, recibió ofrecimientos para admitir los hechos de los que le acusan a cambio de que su esposa, Gemma Alcalá, y su hijo mayor quedaran exonerados. "Por mucho que me chantajeen voy a llegar hasta el final y voy contar todo lo que sé", ha reiterado ante el tribunal.