"Las donaciones efectuadas al Partido Popular no guardaron correlación alguna con la adjudicación de contratos públicos, no siendo finalistas", afirmó tajante el extesorero del PP Luis Bárcenas en el escrito defensa que presentó en el caso penal que será juzgado por la Audiencia Nacional a partir del próximo lunes.
En el banquillo se sentarán, además de Bárcenas, el exgerente del PP Cristóbal Páez y tres directivos de la empresa Unifica, que realizó la reforma de la sede del partido en la calle Génova de Madrid.
El juicio ha sido acotado por la Fiscalía Anticorrupción al presunto pago de esa reforma con 880.000 euros procedentes de la caja B del PP y a la utilización de otros 140.000 euros en dinero negro que fueron entregados al extesorero Álvaro Lapuerta (fallecido en junio de 2018) para comprar acciones del medio Libertad Digital.
No obstante, las acusaciones populares, ejercidas entre otros por Izquierda Unida, Adade y Desc, aspiran a desbordar ese concreto objeto de enjuiciamiento para extenderlo a la sistémica financiación ilegal del PP que afirman que existió al menos hasta 2008. Se basan, como prueba nuclear, en los llamados papeles de Bárcenas, cuya investigación sigue abierta en el Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional.
A cinco días del juicio, Bárcenas ha dirigido un escrito a la Fiscalía Anticorrupción en el que, expresando su disposición a "colaborar", contradice extremos relevantes del escrito de defensa que presentó en julio de 2015.
Colaboración a la carta
En contra de su anterior afirmación de que las donaciones de empresarios al PP "no guardaron correlación alguna" con adjudicaciones de servicios u obras públicas, Bárcenas matiza ahora que "hay algunos concretos casos en los que sí concurrió aquella motivación".
No obstante, no concreta cuáles son esas donaciones que se habrían entregado a cambio de adjudicaciones y se reserva esa nueva confesión para contársela al juez Santiago Pedraz, actualmente a cargo de la investigación de los papeles de Bárcenas, cuando le interese por razones de "oportunidad procesal".
El escrito enviado el pasado martes a Anticorrupción también detalla los "ingresos no declarados por obras ejecutadas en la sede del PP".
Relata que "en el ejercicio de 2006 el Partido Popular destinó unos 600.000 euros de los fondos percibidos por los donativos no contabilizados al pago de las obras de remodelación. Obras que fueron desde el año 2005 hasta el año 2010, de manera que en el ejercicio 2008 se destinaron a este fin una cantidad aproximada a los 900.000 euros".
"Estas obras fueron ejecutadas por la empresa Unifica", agrega. "La ejecución de las obras se negoció con Unifica, en cuanto a las condiciones y forma de pago, en reuniones en las que participaron, por un lado, Álvaro [Lapuerta] y yo, y por Unifica, González Urquijo. En estas negociaciones se acordó pagar parte de la ejecución de estas obras con dinero procedente de la caja B, con la finalidad de dar salida a dichos fondos y obtener al mismo tiempo un descuento de en torno a un 10%".
Añade que para el pago del dinero opaco "se elaboraron durante el desarrollo de la obra diversos documentos como: certificados de obra, facturas y proyectos, en los que se omitieron e hicieron constar datos que no correspondían a la realidad, al fin de pagar con el metálico procedente de la caja B parte de la ejecución de estas obras. Estos pagos, en consecuencia, no se contabilizaron, ni se declararon a Hacienda por parte del Partido Popular".
"Esta misma operativa fue la que se realizó en el año 2.007 y 2.008 en las reformas: de la planta segunda, entreplanta, planta quinta y cuarta, en los términos que leí en su día en el escrito de acusación del Ministerio Fiscal", indica.
Sin embargo, en el escrito de defensa presentado en su día en respuesta a la acusación del fiscal que ahora admite, Bárcenas aseguró que "no intervino ni participó en ningún momento en la comisión de infraestructuras del Partido Popular, a la sazón el órgano de gestión y de ejecución de las obras llevadas a cabo en la sede
central".
"Esta afirmación", añadía entonces, "queda corroborada por la intervención de distintos correos electrónicos entre Páez y Urquijo, así como por otros escritos en los que siempre figuran los anteriores interlocutores".
También afirmó que la planificación tributaria de los pagos realizados "es ajena al conocimiento y voluntad de Bárcenas, pues no consta que supiera la fecha real de las certificaciones ni de los trabajos realizados o concluidos (...)".
El foco en Rajoy
Sí existe una afirmación coincidente entre el escrito de defensa y el documento ahora enviado a Anticorrupción: Bárcenas ya afirmaba en el primero que entre 1982 y 2008 hubo en el PP un "sistema de financiación perfectamente institucionalizado" al margen de la legalidad.
Aunque ya entonces mencionó a Mariano Rajoy como conocedor de ese "sistema", no aportó el dato de que el expresidente habría triturado en la máquina de destrucción de documentos situada en su despacho una copia de los asientos de la caja B que Bárcenas le habría dado en 2009, "sin saber que yo guardaba copia", dice ahora.