Los directivos del banco suizo Mirabaud metieron en una caja fuerte a la que sólo ellos tenían acceso la documentación relacionada con la apertura de la cuenta de la fundación panameña Lucum, de la que era beneficiario el rey emérito Juan Carlos I.
El anterior jefe del Estado recurrió a los servicios de Rhône Gestión, que estuvo implicada en el caso Gürtel, para que le crearan una estructura en la que ingresar una donación de 100 millones de dólares proveniente del rey de Arabia Saudí Abdalá bin Abdulaziz al-Saúd.
La Fiscalía de Ginebra inició en 2018 una investigación sobre esa estructura, la Fundación Lucum, y sus administradores, Arturo Fasana y Dante Canonica, director y abogado de Rhône Gestion, respectivamente.
La apertura de la cuenta se produjo el 6 de agosto de 2008. Pero Don Juan Carlos mantuvo a Fasana y Canonica como gestores de su patrimonio en Suiza incluso después de que estallara el caso Gürtel, en febrero de 2009.
El escándalo relacionado con el amaño de contratos de administraciones públicas del PP a favor de la empresas de Francisco Correa tampoco tuvo coste para Fasana en el banco que alojó la fortuna de Don Juan Carlos. Yves Mirabaud, socio gestor senior de Mirabaud SCA y presidente del consejo de Mirabaud & Cie, fue interrogado por el fiscal suizo Bertossa hace cuatro meses y reconoció que los directivos del banco conocieron "por la prensa" la detención de Fasana y la discutieron, pero llegaron a la conclusión de que "no ponía en duda" la relación de la entidad con Rhône Gestion.
Yves Mirabaud relató a Bertossa cómo se abrió la cuenta de la que era beneficiario el entonces jefe del Estado español y afirmó que, al tratarse de una Persona Políticamente Expuesta (PEP), fue el colegio de socios el que dio el visto bueno al depósito de la fortuna que don Juan Carlos tenía en el país helvético.
Dirección: La Zarzuela
La entidad hizo un informe de apertura de la cuenta en el que aparece manuscrita la identidad de 'J. Carlos de Borbón y Borbón' como beneficiario económico de la Fundación Lucum.
Como estado civil se indica 'casado' y en la casilla destinada a la dirección aparece 'Palacio de la Zarzuela-Madrid'.
También figuran manuscritos los nombres de sus hijos, Felipe, Elena y Cristina, por este orden.
En el apartado Profesión alguien puso a mano 'roi' (rey). Además, se señaló con una 'x' la casilla 'No desea ser contactado'.
En el siguiente folio se consignó el nombre de Antoine Boissier como la persona de referencia en el banco para esta cuenta.
Boissier, ya jubilado, era entonces socio de Mirabaud. Él y Pierre Mirabaud fueron los directivos de la entidad con los que se reunieron Canonica y Fasana para plantearles la apertura de una cuenta detrás de la cual iba a estar el rey de España, según explicó el abogado de Rhône Gestion al fiscal Bertossa.
Los socios de banco supieron que el rey de España tenía allí depositada una fortuna, pero ¿lo supieron los departamentos de cumplimiento y legal?
Discreción
Mirabaud indicó que esos departamentos examinan a todos los clientes pero no a un beneficiario último de una cuenta como don Juan Carlos. "Éste era el único beneficiario que sólo era conocido por todos los miembros del colegio de socios", dijo el directivo de Mirabaud.
Hubo un caso anterior similar al del rey de España, "otro beneficiario que sólo era conocido por los socios y que tenía una antigua relación con el banco. Esta persona murió hace varias décadas", explico a Bertossa.
Mirabaud afirmó que, no obstante, el jefe del departamento de cumplimiento fue informado "verbalmente" de la cuenta de don Juan Carlos.
"La única razón por la que se había decidido mantener el nombre de este beneficiario final confidencial dentro del banco era evitar una dispersión demasiado grande entre los empleados, en aras de la discreción", señaló Yves Mirabaud.
El banquero también manifestó que el 'formulario A' de la Fundación Lucum, en el que constaba la identidad de Juan Carlos I como beneficiario de los fondos, se guardó en una caja de seguridad del banco a la que sólo podían acceder los socios.
Lo mismo se hizo con el llamado 'Perfil del cliente'. Esta información estuvo "en sobre cerrado a disposición de los socios únicamente"·, según consta en la documentación que se rellenó al abrirse la cuenta.
A la misma caja de seguridad fueron a parar otros documentos de la cuenta de don Juan Carlos, como el protocolo de clarificación del ingreso de 1,9 millones de dólares realizado en abril de 2010 por Fasana.
El director de Rhône Gestion relató en su declaración ante Bertossa que ese dinero se lo entregó personalmente el entonces rey de España. "Acababa de regresar de Abu Dhabi y cuando llegó a Ginebra vino a mi domicilio particular. Cuando entró, descubrí que traía una maleta de dinero con él. Me explicó que el sultán de Bahrein le había ofrecido este dinero. Hice un informe de visita sobre ello. Me pidió que transfiriera este dinero a la cuenta de la Fundación Lucum en el banco Mirabaud, lo cual hice", declaró.
Fasana justificó ese regalo diciendo que "Juan Carlos I es una persona muy apreciada por los países del Golfo".
El banco Mirabaud aceptó el ingreso sin pedir el contrato de donación u otros documentos que acreditaran el origen legal del dinero.