El Consejo General del Poder Judicial se dispone a reactivar la designación de miembros de los altos tribunales, que llevan paralizados cinco meses.
La Comisión Permanente del órgano de gobierno de los jueces tiene previsto aprobar mañana las bases que regirán la convocatoria de 27 puestos discrecionales. Destacan tres presidencias de Sala del Tribunal Supremo: la de lo Contencioso-Administrativo, la de lo Social y la de lo Militar. Los titulares de las dos últimas, Jesús Gullón y Ángel Calderón, están a punto de jubilarse, mientras que Luis Díez-Picazo termina su mandato como presidente de la Sala Tercera.
Otras tres plazas son de magistrados del Supremo (dos en la Sala Cuarta y una en la Quinta) y tres más corresponden a las presidencias de los Tribunales Superiores de Justicia de Baleares, Cantabria y Pais Vasco.
El resto son presidencias de Sala de los TSJ y nueve presidencias de Audiencias Provinciales (Almería, Cáceres, Ciudad Real, Granada, León, Palma de Mallorca, Pamplona, Salamanca y Santander).
A estas plazas se suman otras cinco que sólo están pendientes de que el pleno del CGPJ efectúe los nombramientos, ya que todos los trámites están realizados y las entrevistas de los candidatos, celebradas. Se trata de tres puestos en la Sala Penal del Supremo cuya cobertura está pendiente desde octubre pese a que la falta de magistrados y la paralización que asuntos debido al juicio del 'procés' han aumentado de forma notable la acumulación de asuntos y los tiempos de respuesta de la Sala.
También sigue vacante la presidencia del Tribunal Superior de Canarias y la de la Audiencia de Orense.
El último nombramiento discrecional que hizo el CGPJ para el Tribunal Supremo fue el pasado 19 de diciembre. Tras la toma de posesión del Gobierno de Sánchez en enero, el CGPJ paró todos los nombramientos a la espera de que PSOE y PP llegaran a un acuerdo sobre la renovación de una institución que está en funciones desde diciembre de 2018.
La paralización no es una imposición legal, pero se consideró prudente. A diferencia de otros órganos, lo único que el CGPJ no puede hacer una vez vencido su mandato es elegir a un nuevo presidente. Ésta es la exclusiva restricción de funciones establecida por la Ley Orgánica del Poder Judicial, que prevé que el Consejo siga realizando todas sus tareas hasta que sea renovado.
La parálisis en la renovación se mantiene, por lo que fuentes del CGPJ consideran que no hay motivo para seguir retrasando el cumplimiento de una de las competencias fundamentales del Consejo, cuya inacción repercute, además, en el funcionamiento de los órganos judiciales.
Las bases de las nuevas convocatorias deberán ser aprobadas por el pleno del CGPJ, que tiene previsto reunirse el día 28. Luego habrá que publicar la convocatoria y abrir un plazo para la presentación de candidaturas a los puestos.