Igor el Ruso pedirá su absolución por el triple crimen que cometió en Andorra (Teruel) la tarde del 14 de diciembre de 2017. Norbert Feher, condenado ya a cadena perpetua por asesinar a Davide Fabbri y Valerio Verri en abril de 2017, alegará que disparó "por error" contra José Luis Iranzo, Víctor Romero y Víctor Jesús Caballero y que actuó en legítima defensa. En los tres casos, dice que les encañonó porque pensaba que sus víctimas "cargaban un arma". Así consta en el escrito de defensa en poder de EL ESPAÑOL y registrado en el Juzgado Número 2 de Alcañiz (Teruel), que describe a Feher como un individuo que sufre un "trastorno de neurosis de guerra" que le provoca "situaciones de estrés postraumático con incapacidad para razonar".
Según revela el escrito, Feher dice que llegó al paraje de El Saso la tarde previa a los asesinatos. Esa noche, a las 22.40, "con la seguridad de que nadie se hallaba en dicha vivienda", entró en la casa de campo de Iranzo porque horas antes, por la mañana, dice que escuchó "disparos de rifle de un gran calibre". Además, asegura que entró a la casa simplemente "con el propósito de encontrar el arma", pero no observó nada y decidió abandonar la explotación. Fue durante la mañana del día 14, mientras Iranzo ponía una denuncia en el cuartel de la Guardia Civil porque alguien había robado en su masico, cuando Igor el Ruso se dio cuenta de que se había olvidado allí "el cargador del arma Beretta 9x21 y su funda".
Por esa razón decidió volver de nuevo ese día caída la noche, exactamente a las 18.30, justo a la misma hora en la que Iranzo volvía a su explotación tras haber ayudado a la Guardia Civil a buscar sin éxito el rastro de Feher por unas cuevas cercanas. El abogado del serbio justifica así en su escrito de defensa los dos disparos que Feher propinó al ganadero, causándole la muerte inmediata: "Desde su perspectiva de neurosis de guerra con incapacidad para razonar y con peligro para su vida, y actuando en el error en la realidad de la agresión y sin poder vencer la creencia errónea de que iba a ser atacado, le pareció un ruido de cargar un arma. Actuando con defensa propia para su vida, efectúa dos disparos sobre la persona que irrumpía en su interior".
Feher, que permanece en prisión provisional sin fianza desde aquella madrugada, robó el coche a Iranzo y, antes de emprender la huida, se paró en el pajar que le servía de refugio para recoger sus cosas personales, a unos 500 metros del lugar del crimen. Mientras preparaba rápidamente la escapada, dice que vio "tres coches que van con alta velocidad por un camino no asfaltado, desviándose el que iba detrás de todos ellos hacia el lugar en el que se encontraba". En ese vehículo llegaban Romero y Caballero tras recibir una llamada de auxilio del padre de Iranzo, escondido tras unas alpacas al escuchar los disparos.
"Sin traje oficial"
El serbio se defiende del segundo ataque que cometió con que los dos guardias civiles "iban sin traje oficial que pudiera distinguir como autoridad pública". Además, alega que se bajaron del coche "con las armas en la mano, iniciando disparos contra su persona". El acusado dice de nuevo que, "actuando bajo el error en la realidad de la agresión ilegítima, trata de repeler la agresión disparando sobre dichas personas, produciendo ráfagas cruzadas". Emprende, ahora sí, la huida definitiva cuando "cree no existir riesgo para su vida". El abogado de la defensa, Juan Manuel Martín, considera que los hechos descritos anteriormente "no son constitutivos de infracción penal de ningún tipo", que no hay "participación criminal" ni "responsabilidad criminal" y, por tanto, pide la absolución de su cliente.
Para el juicio oral sobre este triple crimen, que se celebrará en la Audiencia Provincial de Teruel, el abogado defensor cita como testigos a una veintena de guardias civiles y que incluye desde el capitán de Alcañiz a los mandos del operativo, Horacio Requena, hasta los agentes de Castellón que lo detuvieron en Mirambel (Teruel). Además, también pide que acuda al juicio el padre de Iranzo, de idéntico nombre, el único testigo de la huida; Víctor Gracia, el vecino de Andorra que acompañó a la Guardia Civil hasta El Saso una vez que Iranzo ya estaba muerto y del dueño del pajar en el que se escondió El Ruso antes de su huida.
101 fotografías
Como pruebas periciales, el abogado de Igor el Ruso pedirá, entre otras, la reconstrucción de la infografía de la escena del crimen, el testimonio de los especialistas que hicieron dicha reconstrucción y la comparecencia de los guardias civiles que levantaron los cuerpos de las víctimas. Antes de celebrar la vista oral, la defensa pide a la Brigada Informática de la Guardia Civil entregue las 101 fotografías que Feher guardaba en su cámara GoPro. Un informe de la Policía Judicial fechado en junio de 2018 apenas incorporó una veintena de instantáneas: en todas aparecía Igor el Ruso solo, vestido de militar, enseñando el arma a cámara, haciéndose selfies, al aire libre y acompañado de una bicicleta.
Además, se exige a la Comandancia de la Guardia Civil de Teruel que aporte a la causa todas las comunicaciones relativas al dispositivo de búsqueda del sospechoso desde el día 5 de diciembre, el día que disparó a los dos vecinos de Albalate, hasta el 14 de diciembre, el día de los asesinatos. Precisamente, Igor el Ruso ya fue condenado a 21 años de prisión por ese doble intento de homicidio y por tenencia ilícita de armas. Por ello, deberá pagar como responsabilidad civil 82.000 euros a una de las víctimas, 26.000 a otra y 7.500 al hospital de Alcañiz.
Feher lleva desde la madrugada del 15 de diciembre de 2017 en prisión provisional sin fianza. En un principio estuvo en la cárcel de Zuera (Zaragoza), desde donde se le trasladó hasta el recinto penitenciario de Teixeira (Galicia) en noviembre de 2018, donde espera para enfrentarse a su próximo juicio.