Un directivo de OHL en México han confirmado que la multinacional española envió de forma "inusual" y sin justificación empresarial alguna 2,5 millones de dólares a Suiza en 2007. El dinero fue a parar a una cuenta de una sociedad controlada por Adrián de la Joya. El empresario español afincado en Suiza reconoció ya en los juzgados que los fondos estaban destinados a Ildefonso de Miguel, uno de los hombres de confianza del expresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González.
La declaración íntegra del directivo Adolfo Soto como testigo permanece todavía secreta, pero su rastro aparece en otros documentos del sumario de la Operación Lezo: "Oído en declaración en calidad de testigo, Adolfo Soto- uno de los directivos de OHL en México que firmó la orden de transferir los fondos- explicó que de una manera inusual recibió las órdenes de realizar esos pagos directamente desde Madrid, concretamente explica que fue Felicísimo Ramos quien se lo ordenó. Además, Adolfo Soto dijo que no obtuvo respuesta cuando trató de recabar justificación que justificase esos pagos en el año 2007-2008".
Las revelaciones de Soto abrieron una nueva ronda de pesquisas por parte de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que en diciembre de 2017 tomó declaración a varios altos directivos de la constructora. Según su tesis, el dinero remitido en sendas transferencias por dos filiales extranjeras de OHL sirvió en realidad para abonar fuertes mordidas tras la concesión del contrato para la línea ferroviaria que une las localidades madrileñas de Móstoles y Navalcarnero.
Para acreditar su versión, los agentes contaban con dos documentos. Dos indicios localizados en los registros domiciliarios de los empresarios interrogados y cuya existencia adelantó El Confidencial. El primero era un correo de 2007 donde se daba orden a la sucursal en México para que realizara los traspasos. El segundo es el número de cuenta donde debía entregarse el dinero, con el IBAN y el resto de los datos bancarios.
Las transferencias fueron tan llamativas que hasta la auditoría interna de OHL, realizada tras las primeras revelaciones en presa sobre los presuntos pagos a responsables de la Comunidad de Madrid por parte de la constructora, las detectó y fue incapaz de aportar explicación alguna a las mismas.
Interrogados en diciembre
El primero en contesta a las preguntas de la Guarcia Civil como investigado fue Felicísimo Damián Ramos, quien aseguró que si dio instrucciones para transferir el dinero fue porque recibió la orden por parte de un superior. En ese momento, Damián Ramos habla directamente de un "miembro del Consejo de Administración" como la persona que le dio la orden. Y se remite al correo localizado en su casa a Tomás García Madrid, consejero delegado del grupo OHL hasta hace cuatro meses.
Sobre los motivos oficiales por los que se mandó ese dinero a Suiza, el directivo de la constructora vuelve a negar cualquier conocimiento. Y sufre un nuevo olvido cuando se le pregunta por la justificación de estos pagos que le fue requerida desde su filial latinoamericana: "Nunca supe los motivos de las transferencias y no recuerdo qué hice con la solicitud de documentación de justificación que me hicieron los trabajadores de OHL en México".
Los agentes investigan además un incremento en el bonus de salario cobrado ese año por Felicísimo Damián por si tuviera relación con la operación investigada. Algo que en sus declaraciones, él niega.
Otro de los llamados a declarar tras las revelaciones de Soto fue Rafael Martín de Nicolás, superior del anterior interrogado, quien dijo que Ramos intervino porque recibió "la orden de una autoridad incuestionable para él". Y cita en esa figura el nombre del máximo responsable del grupo: Juan Miguel Villar Mir, aunque duda que tuviera relación directa con Soto. Por eso cita también al que fuera después consejero delegado, Tomás García Madrid.
Un documento falsificado
Tres días después de estas pesquisas, la Guardia Civil interrogó al que fue durante varios años hombre fuerte de OHL y mano derecha de Juan Miguel Villar Mir. Eran las 20:40 del 18 de diciembre cuando Tomás García Madrid, que en las fechas de la transferencia formaba parte del comité de Auditoría Interna, comenzó a responder preguntas, y lo hizo para negar de forma taxativa para negar cualquier relación con el dinero enviado a Suiza.
Sobre el correo electrónico localizado en casa de su compañero, donde aparecen los datos de la sociedad irlandesa con cuenta en Suiza que recibió el dinero, García Madrid explicó que "él lo na escrito ese supuesto email y no había visto antes ese documento. Aclara que en el 2007 la dirección de correo que utilizaba no era tgm@ie-sa.es sino tgm@gvm.es. Además añade que a la vista dela dirección de correo que figura en ese documento, cree que el documento es falso [...] Sobre el segundo documento, el que contiene el IBAN, tampoco lo ha visto nunca".