La Comisión de Nombramientos del Senado ha acordado este miércoles, por 211 votos a favor, ninguno en contra y 16 abstenciones del Grupo Mixto, proponer a los cuatro magistrados del Tribunal Constitucional que sustituirán a los que terminaron su mandato el pasado diciembre.
PP y PSOE se han repartido de nuevo las vacantes: el catedrático de Derecho Laboral Alfredo Montoya y Ricardo Enríquez, ya juez del TC, han sido seleccionados por los populares, mientras que los socialistas se han inclinado por la catedrática de Derecho Constitucional María Luisa Balaguer y el juez de la Sala Penal del Supremo Cándido Conde-Pumpido.
Este último, que fue fiscal general con el Gobierno del PSOE entre 2004 y 2011, ha sido finalmente el que se ha hecho con la cuarta plaza frente a Ángel Juanes, vicepresidente del Tribunal Supremo, lo que ha estado en duda en las últimas semanas.
Para inclinar la balanza a favor de Conde-Pumpido ha sido determinante el apoyo del ex presidente del Gobierno Rodríguez Zapatero y del ex secretario general del PSOE Alfredo Pérez Rubalcaba. Desde hace días ya estaba previsto no asignarle señalamientos en el Supremo a partir de la próxima semana, cuando el Pleno del Senado procederá a la elección.
Los 15 juristas aspirantes al TC, todos ellos propuestos por los Parlamentos autonómicos, han comparecido durante este martes y miércoles ante la Comisión de Nombramientos de la Cámara Alta para exponer sus méritos y someterse a las preguntas de evaluación de los senadores. El representante de Podemos, Ramón Espinar, ha ahorrado el cuestionario a los 11 candidatos que ya se sabía que no tenían opciones para acceder al Constitucional.
"Quería agradecerle que haya venido usted hoy aquí", le ha dicho al vicepresidente del Tribunal Supremo, Ángel Juanes. "Tiene un curriculum brillante y es un candidato perfectamente apto. No voy a hacerle preguntas. Aquí les están haciendo preguntas, pero éste es un proceso que el PP y el PSOE tienen pactado desde hace tiempo".
Los senadores Álvarez Areces (PSOE) y Barreiro (PP) le dieron inmediatamente la réplica subrayando la "legitimidad de los acuerdos políticos en las Cámaras, que son necesarios para que el país tenga su estabilidad", dijo el primero. "No hacemos bien si se cuestionan los procedimientos", añadió el segundo. "Éste es un procedimiento perfectamente transparente que permite valorar las capacidades de las personas".
Espinar no cejó en poner de manifiesto el paripé y a la siguiente candidata no elegida, la catedrática de Derecho del Trabajo Lourdes López Cumbre, le manifestó que "lamentablemente, como todo el mundo sabe en esta sala y fuera, esto está ya acordado por el PP y el PSOE. Muchas gracias por haber estado aquí".
Afiliación a partidos
La senadora de Ezquerra Republicana de Catalunya Mirella Cortès se interesó, por su parte, en saber si alguno de los aspirantes milita o ha militando en algún partido. De los cuatro propuestos admitió haber estado afiliada a un partido -que no especificó- María Luisa Balaguer. La catedrática dijo que "yo no le diría a alguien si puede tener o no su conciencia más o menos conculcada por esto. Yo, desde luego, no la tengo".
"Soy una persona y tengo una dimensión política, no tengo ninguna duda", explicó. "Ahora bien, cuando entré en el Consejo Consultivo de Andalucía, que es un consejo independiente, por tal razón entendí que se visualizaría bastante mejor que suspendiese la militancia al partido político en el que estaba militando. Formalmente no había ningún problema, pero así se le decía a la sociedad que hay tal desvinculación, que tú no has de tener ninguna referencia al partido que en un momento determinado haya orientado tu vida". "Me parecía más estético", añadió
Balaguer no aclaró si en la actualidad, a las puertas del TC, está dada de baja o tiene suspendida su militancia política.