La Policía sospecha que el director de cine porno Ignacio Allende, Torbe, preparaba traer mujeres de Colombia o República Dominicana y Haití, entre otras, cuando fue detenido el pasado mes de abril y por lo que fue enviado a prisión provisional durante siete meses, hasta que el juez decidió dejarle en libertad previo pago de una fianza de 100.000 euros.
Los investigadores de la Brigada Central contra la Trata de Seres Humanos todavía no han terminado de recabar todas las pesquisas sobre Torbe, quien se encuentra investigado por el Juzgado de Instrucción número 29 de Madrid por varios delitos, como el de pornografía infantil, trata de seres humanos, blanqueo de capitales o abusos sexuales.
Sin embargo, la investigación podría ampliarse a nuevos delitos si se confirman las sospechas policiales de posibles delitos de amenazas, coacciones, tráfico de personas o delitos contra los trabajadores.
Según recoge un informe policial en el que se avanzan las nuevas líneas de investigación, Torbe prepararaba traer mujeres del extranjero “con pleno conocimiento de la ilegalidad de que las mismas vengan a España a ejercer cualquier desempeño laboral”. A juicio de los investigadores, son acciones “preparatorias o al menos conspiración para el tráfico y la trata de seres humanos”.
Uno de los indicios con los que trabaja la Policía es que uno de los investigados conocido como David del Bass hizo un envío por importe de 495,10 euros, realizado por él mismo el día 15 de abril, cuyo destinatario era una mujer de Haití, país al que se remite el dinero.
Perfiles de las mujer contratadas
La Policía ya trabaja con varios correos electrónicos interceptados al respecto así como diversos efectos intervenidos durante la operación que llevó a la detención de Torbe, y que podrían encaminar a ampliar la imputación del director de cine porno a una preparación al tráfico de personas “si no a la trata de seres humanos con fines de explotación sexual/laboral”.
Con alguna excepción, la línea general de la organización de Torbe era seleccionar a sus chicas entre mujeres jóvenes acuciadas por diferentes necesidades económicas y sociales, provenientes de familias con problemas e incluso en algún caso diagnosticadas con graves trastornos mentales.
Para la Policía, Allende aprovechaba estas circunstancias así como en muchos casos la “candidez de sus víctimas” y su desconocimiento en asuntos contractuales y laborales para imponer toda una serie de condiciones bajo la promesa de cuantiosas ganancias mensuales a cambio de unas pocas horas de trabajo, algo que según se desprende de las declaraciones tanto de las testigos protegidas como de otras chicas que han decidido declarar ante los investigadores, no ocurría de verdad.
Mujeres bonitas y baratas
En este marco, la idea de Torbe era traer mujeres “baratas” de fuera. La Policía tiene una conversación grabada entre Torbe y otra de las investigadas, Mila, con fecha 18 de febrero de este año, en la que el director le comenta a la otra mujer -encargada de organizar los bukakkes con mujeres ucranianas- que le diga a Boris Malynovskyi -también investigado por traer a España mujeres de su país para participar en esos bukakkes- “que tiene que ir ellos dos a Cuba o a República Dominicana y como allí hay pobreza pues se las traen”.
En esa conversación, Torbe dice que “allí lo suyo es irse de putas y que cuando vean una guapa decírselo”. Mila le pregunta entonces si necesitan visado allí, y el director, productor y actor porno le comenta que no sabe si en Cuba se puede hacer, que tiene una amiga cubana y le puede preguntar.
“Mila le dice que le va a preguntar a Pablo a ver que países no les piden visado, que en Venezuela y Paraguay también hay mujeres bonitas. Mila le aconseja que hay que ir a ciudades pobres. Torbe le dice que sería interesante traer chicas desde allí que le saldría barato”, recoge la transcripción de las conversaciones entre ambos.