El número 2 de la trama Gürtel, Pablo Crespo, aseveró este lunes ante la Audiencia Nacional que tres meses antes de saltar el 'caso Gürtel' en febrero de 2009, le llegó información que “desde el despacho del señor Rubalcaba y luego de Antonio Camacho se había organizado con policías amigos y gente de confianza una operación contra el PP y que en ella estaba involucrado el señor Correa por su relación con el yerno de Aznar”.
En esa época, Alfredo Pérez Rubalcaba era ministro del Interior y desde la tribuna del Partido Popular se le acusaba de "organizar una policía política con control y funcionamiento político para investigaciones políticas contra la oposición parlamentaria y con él al frente".
Crespo, exsecretario de Organización del PP gallego, hizo suyo este lunes el discurso para dejar entrever que el 'caso Gürtel' fue una maniobra política por parte del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para acabar con el PP, utilizando al empresario Francisco Correa como señuelo por sus relaciones con el partido y su amistad con Alejandro Agag, yerno del anterior presidente del Gobierno, José María Aznar.
Lo que a la mano derecha de Correa -que se enfrenta a 85 años de cárcel- se le olvidó mencionar en su declaración es que un año antes de que le llegara esa información, el exconcejal de Majadahonda (Madrid) José Luis Peñas había entregado tanto a la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía (UDEF) como a la Fiscalía Anticorrupción grabaciones a Correa durante más de un año en las que quedaban patentes las continuas corruptelas existentes en diversos ayuntamientos madrileños gobernados por el PP, así como desde dentro de la Comunidad de Madrid, en la época de Esperanza Aguirre como presidenta.
Concretamente, en noviembre de 2007, Peñas hizo entrega de esas grabaciones, acompañadas de la transcripción de éstas, y por lo que en la actualidad también está sentado en el banquillo de los acusados.
Las grabaciones como origen
Toda la investigación llevada a cabo desde 2008 por Policía, Fiscalía Anticorrupción y diversos jueces -entre ellos Baltasar Garzón que fue quien ordenó las detenciones y envió a los principales cabecillas a la cárcel y Pablo Ruz, que como colofón envió a prisión al extesorero del PP, Luis Bárcenas- tiene su origen en las grabaciones realizadas por él mismo, como persona de confianza de Correa, y entregadas posteriormente a la Justicia.
Según recoge Peñas en su libro Uno de los Suyos (Ed.Península), tras su detención Crespo fue diciendo que el exconcejal denunciante “había visitado el despacho de Pérez Rubalcaba” para enfatizar que la Gürtel se forjó allí.
Ahora bien, fuentes próximas al caso explican que otra cosa bien diferente es que Pérez Rubalcaba, que después dimitió para irse de vicepresidente del Gobierno, siendo sustituido por Antonio Camacho, aprovechara políticamente la investigación al PP, en esa época en la oposición, para perjudicar al partido y a su líder, Mariano Rajoy.
Reuniones en la UDEF
Estas fuentes aseguran que el entonces ministro del Interior acudió por lo menos en dos ocasiones en el año 2009 a las instalaciones de la UDEF para reunirse con los investigadores encargados del caso. En ese momento, se 'vendió' esos encuentros como visitas de cortesía a la unidad policial que luchaba contra la corrupción y que había creado el propio Rodríguez Zapatero.
En esa época, el entonces portavoz del PP, Rafael Hernando, preguntó a Pérez Rubalcaba en una sesión de control al Ejecutivo por qué requerían un "enfoque especializado todas las investigaciones que afecten a cargos públicos o personas de relevancia", en referencia a una circular enviada por aquel entonces por parte del jefe de la Policía Judicial, Juan Antonio González, en la que éste daba instrucciones para controlar personalmente cualquier investigación que afectara a estos cargos.
Hernando ya recordaba entonces que el jefe de la Policía Judicial era "miembro de la máxima confianza del titular del Interior; acompañante de Garzón y de Bermejo en las cacerías políticas contra el PP; jefe de la camarilla policial que Rubalcaba dirige y capaz, en ciertos casos, de prostituir pruebas contra un exvicepresidente del Gobierno de España", en referencia a Francisco Álvarez Cascos, señalado por la UDEF como receptor de comisiones ilegales por parte de Correa, bajo las siglas PAC -y desmentido por el propio Correa durante su declaración como acusado-.
La 'policía política' de Rubalcaba
También los sindicatos policiales señalaron a la 'policía política de Rubalcaba'. Ya entonces calificaron de “medalla política” la roja -pensionada con el 10% del salario- concedida en 2009 al inspector de la UDEF Manuel Morocho Tapia, máximo responsable de todos los logros del 'caso Gürtel'. Sin embargo, este mismo agente también la recibió cuatro años después de la mano del ministro del Interior del Gobierno 'popular', Jorge Fernández Díaz.
También se señaló entonces al que fuera jefe de la UDEF, José Luis Olivera, como hombre de Rubalcaba al ser la persona designada por el Gobierno socialista para controlar esta unidad tan sensible en un momento de apogeo de los casos de corrupción. Sin embargo, este mando policial no pasó al destierro con la llegada del PP sino que le nombró jefe del CITCO (Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y Crimen Organizado) y desde que hace unos meses se jubiló Eugenio Pino, director adjunto operativo y número 2 de la Policía, su nombre suena para ocupar ese puesto.
Noticias relacionadas
- Pablo Crespo: "Me dijeron que Rubalcaba había organizado una operación contra el PP"
- La 'confesión' de Correa no convence a la Fiscalía
- El tribunal rechaza las testificales solicitadas por Bárcenas: "Aquí no pintan nada"
- La gran vida de Correa en el PP
- La venganza de Correa contra Antonio Cámara, la sombra de José María Aznar
- La contradicción de Correa: exonera a Cascos pero implica a Fomento
- Las 10 mejores frases de Francisco Correa en el juicio de Gürtel