Sánchez dejó "perplejos" a los presidentes cuando cortó en seco a Mazón y no le dejó seguir hablando de la DANA
- "Fue una desfachatez, impresentable", explica uno de los presentes. Al segundo pito, el presidente del Gobierno cortó a Mazón, que pidió un minuto más "por la situación excepcional" de su Comunidad, y "le contestó con un 'no' seco".
- Más información: Carlos Mazón pide a Sánchez "la exención total de impuestos" para las ayudas a personas y empresas afectadas por la riada.
Después de que Carlos Mazón dedicara casi ocho de sus 10 minutos a hablar de la tragedia de la DANA, que el 29 de octubre dejó más de 220 muertos en su región, el presidente valenciano quiso abordar los temas del guion común de la XXVII Conferencia de Presidentes. Lo que vino después, dejó "perplejos a casi todos" los presentes en el cónclave.
"Sonó el primer pito, y Mazón quiso recoger, de nuevo, proponiendo un legislación sobre inundaciones y política del agua", explica uno de los presentes en la reunión a puerta cerrada. "Sonó el segundo pito, a los 13 minutos, y Sánchez le quitó la palabra", continúa este presidente autonómico en conversación con este periódico.
"El president pidió unos minutos más, por la situación excepcional de su Comunidad, pero el presidente lo cortó con un 'no' seco".
Y ahí se acabó la intervención de Mazón.
No fue el único líder autonómico al que Sánchez retiró el uso de la palabra. Como ya informó este diario, casi en directo este viernes, a Emiliano García-Page también le afeó que se pasara del tiempo estipulado y no le permitió continuar.
"Yo creo que se lo hizo a Mazón para poder cortar luego a Page", explica un barón popular, ya en el coche de vuelta a su región. "Porque lo del president fue una desfachatez, algo absolutamente impresentable. ¿Cómo se te ocurre cortar al único de todos nosotros que acaba de tener cientos de muertos y necesita leyes, presupuestos, medidas urgentes y a largo plazo?".
Según este barón autonómico, con quien más inquina se notó a Sánchez durante la jornada en el Palacio de la Magdalena de Santander fue con su compañero de partido, pero enemigo íntimo, el presidente castellano-manchego. "Fíjate en una cosa", concluye su relato. "Todos sabemos lo poco que se quiere con Isabel Díaz Ayuso, ¿no? Pues la lideresa se pasó mucho más de tiempo, y a ella, después, no la cortó".
Otro de los líderes presentes no le quita hierro a lo ocurrido, pero le busca una explicación. "Vamos a ver, lo que pasa es que el Gobierno no había preparado nada. Y como no había un documento previo sobre el que aportar y debatir, fue una sucesión de monólogos... una pérdida de tiempo y de dinero del contribuyente".
Y añade: "¿Que nos hemos escuchado? Sí, pero si todos nos pasamos de tiempo cuando es evidente que no va a servir de nada lo que allí digamos, pues el presidente le da a los pitos, y a otra cosa".
Otro líder regional, con pocas ganas de que se supiera que contaba interioridades de la Conferencia, sí comentaba lo que había deslizado Ayuso durante su intervención. "Fue muy dura con el cupo catalán, y se negó a la condonación de deuda con el FLA a las Comunidades más entrampadas", porque eso, dijo, premiaría a los que lo hicieron mal y castigaría a los cumplidores.
Eso sí, Ayuso propuso una "única excepción con Valencia, por la DANA" y porque lleva más de una década siendo la región peor financiada, circunstancia reconocida por consenso.
"Es un asunto que había levantado ampollas en el seno del PP cuando Sánchez lo coló como señuelo para que tragáramos todos con los privilegios que había pactado con Esquerra para la investidura de Salvador Illa en Cataluña".
Mazón había sido el único barón popular que se había expresado a favor de aceptar una quita en la deuda heredada de "la desastrosa gestión del socialista Ximo Puig". Dicho así, además, para tratar de suavizar su disidencia interna con Génova y, a la vez, culpar al PSOE de lo que el PSOE ofrecía ahora solventar.
"La idea de Ayuso de vincular la excepción valenciana a la DANA es inteligente, pero fue solo suya, porque dijo que entendía la situación de Mazón... nadie abundó más en el asunto", termina este presidente.
A Santander se llegó con folios en blanco en las carpetas de la reunión, como el que compartió el andaluz Juanma Moreno en sus redes, "y con todo tasado", abunda otro de los invitados. "Cada uno, con su libro y después de la ronda inicial, dos turnitos de ruegos y preguntas pero rapiditas... hubo banderas y gestos, pero nada más".
Hemos perdido una gran oportunidad. La Conferencia de Presidentes llega tarde y mal; no hubo información previa y lo que nos hemos encontrado ha sido una carpeta de trabajo con folios en blanco dentro.
— Juanma Moreno (@JuanMa_Moreno) December 13, 2024
NO aceptamos la bilateralidad ni la ruptura de la solidaridad y la igualdad. pic.twitter.com/PCnaHegkjL
A este respecto, otro presidente salía de la reunión indignado porque "es que no sólo querían acuerdos de ningún tipo, como prueba el hecho de que no hubiera documentación previa alguna, es que Sánchez lo institucionalizó, lo hizo oficial de palabra".
Según este barón del PP, "el presidente dijo que a partir de ahora, este foro será 'un espacio de reflexión'. ¡Eso dijo! Y a fe que se notó, llegamos, habló cada uno, y nos fuimos. ¡Pero el reglamento dice que somos un foro de decisión!".
Efectivamente, según lo aprobado en la última edición de esta reunión de líderes autonómicos, "la Conferencia de Presidentes "puede adoptar acuerdos o recomendaciones".
Así se desarrolla en los artículos 6.4 y 7 del Reglamento: "Al término de cada reunión se hará pública una relación de los acuerdos y las recomendaciones adoptados", dice el primero. Y eso, evidentemente, no se hizo.
"La Conferencia podrá adoptar acuerdos o recomendaciones que tendrán la consideración de compromisos políticos. Los acuerdos se adoptarán por consenso de todos los miembros presentes [...] Las recomendaciones se adoptarán por el presidente del Gobierno y dos tercios de los presidentes autonómicos presentes y comprometen a los miembros que las han adoptado", desarrolla el segundo.
"Pero después del turno de ruegos y preguntas, con Illa, Sánchez dio por levantada la sesión", concluye uno de los testigos ya citados.
Cosas fuera de guion
La Conferencia de Presidentes iba a ser sobre Vivienda, o eso decía querer el presidente del Gobierno. Después, en la reunión preparatoria, las Comunidades Autónomas del PP le forzaron a incluir en el orden del día otros temas: esencialmente, la política migratoria, la sanitaria y, sobre todo, la financiación autonómica, al calor del llamado cupo catalán.
Sobre lo primero, la queja generalizada de los presidentes del PP fue que el Gobierno ha rechazado un pacto de Estado ofrecido por Alberto Núñez Feijóo. Y de parte del Ejecutivo la repuesta fue que lo que buscan los populares es "derogar la actual ley".
En política migratoria no hubo avance alguno, para desesperación de Fernando Clavijo, presidente canario. Él fue el único que llegó con un documento, firmado el día anterior con el lehendakari vasco, Imanol Pradales. La propuesta prevé la reubicación de 4.000 menas de las islas y 500 de Ceuta en la Península.
"Junts y el resto de nacionalistas catalanes lo podría aceptar, porque allí ya están sobreocupados también", apuntó una fuente cercana al líder de Coalición Canaria, "así que el Gobierno puede hacerlo vía decreto si quiere".
Pero después de armar el orden del día, hace mes y medio, vino la DANA, la negativa a declarar la Emergencia Nacional, y las revelaciones de este diario (y otros) sobre el dudoso papel de la Confederación del Júcar en la tragedia. A ese asunto, y a la vista estuvo con la anécdota de los dos únicos presidentes a los Sánchez interrumpió -los afectados por la DANA, Page y Mazón-, Sánchez no le quiso dedicar más tiempo del forzoso.
No hubo propuestas o acuerdos conjuntos. Pero sí que salieron en la Conferencia de Presidentes temas inesperados, o que no estaban en el guion. Varios líderes del PP propusieron "descentralizar los Fondos 'NextGeneration', porque el Gobierno no está haciendo nada".
Todos los presidentes y presidentas se mostraron partidarios de la idea. Pero el Gobierno no dio su parecer.
Quien más abundó en un asunto fuera de guion fue María Guardiola, la presidenta de Extremadura, que exigió "con firmeza" la reconsideración del Gobierno de España a la decisión de cerrar la central nuclear de Almaraz.
Explicó que una decena de países europeos han abandonado los planes de cierre de sus centrales o han apostado por aumentar su capacidad.
Y mientras Almaraz fue reconocida recientemente por WANO (Asociación Mundial de Operadores de Centrales Nucleares) en el "selecto grupo" de centrales con desempeño excelente al cumplir ya con los 5 objetivos de la industria nuclear mundial fijados para 2030, el Ejecutivo central mantiene su postura inflexible.
"Perderemos 3.000 empleos directos e indirectos que genera la central, y otros 1.200 trabajadores que apoyan en cada recarga, pero sobre todo es una cuestión de política de Estado", dijo en la reunión, según fuentes presentes.
Guardiola recordó que Almaraz aporta 450 millones anuales en impuestos y "el 7% de toda la energía que se consume en España". Pero también que Teresa Ribera, responsable del cierre nuclear en nuestro país, ha cambiado de idea al acceder a la vicepresidencia de la Comisión Europea. "Ahora dice que su uso es necesario en Europa, porque garantiza una sólida cadena de suministro".
A esto sí contestó Pedro Sánchez, remitiendo a la baronesa extremeña a que lo discuta "con las empresas". Es decir, "que se limitó a responder que el cierre impuesto por el Gobierno está acordado con el sector".