Sánchez anuncia que quiere gobernar 7 años más para que la 'izquierda' salve a la 'humanidad' de 'todas las derechas'

El presidente del Gobierno y secretario general de los socialistas ha elevado este domingo su discurso habitual a un ámbito mucho más internacional que de costumbre. Ya no se queda en que él es el único capaz de parar a las derechas en España, que fue el lema de las anteriores elecciones generales. 

Tampoco se queda en que los socialdemócratas son los responsables de parar a los "ultras" en Europa, que fue la idea clave de las últimas elecciones europeas. Ahora asume que el PSOE -con él al frente- tiene que liderar un espacio que afecta a toda la humanidad.

"Uno de nuestros retos es la transformación del orden global. O los socialistas españoles lideramos la renovación de las instituciones internacionales o poco de lo que hagamos en casa podrá prosperar", ha dicho Sánchez. 

"España, Europa y el mundo están a punto de cruzar el ecuador de una década decisiva, una década en la que se decidirá si los avances sociales de los últimos 40 años se consolidan o son derribados por el odio y los prejuicios de la derecha y la ultraderecha", ha añadido. 

Para Sánchez, la década siguiente será en la que se decidirá si los Estados del bienestar siguen creciendo, si la "democracia sigue expandiéndose", si "el feminismo vence al patriarcado", si se avanza en derechos laborales y si se aborda correctamente la lucha contra el cambio climático. "Nosotros seremos la voz de esas causas justas", ha dicho. 

El presidente del Gobierno ha insistido en que el PSOE español tiene que enarbolar una serie de "banderas" en lugares como Bruselas, Washington o Nueva York para inspirar "a tantos socialistas que se han quedado huérfanos de referentes en sus países". 

Además, Sánchez ha reivindicado todas estas cuestiones para "estar en el lado correcto de la historia". "Ya no miramos fuera buscando inspiración. Somos nosotros inspiración para otros. Hoy somos un pilar de la socialdemocracia en Europa y en el mundo y por eso nos atacan", ha añadido. 

Culmen del victimismo

Desde que el PSOE arrancó el congreso federal el pasado viernes, la mayoría de altos cargos que han estado participando en él han enarbolado un discurso en el que se definían como víctimas de una "cacería humana". Así llamó el secretario de Organización, Santos Cerdán, a los múltiples casos de corrupción que acechan al partido. 

Cerdán llegó a decir incluso que esa cacería se producía en "sede judicial". Aunque en su discurso de este domingo Sánchez no ha llegado tan lejos como para mencionar a los jueces, sí ha supuesto la culminación de su victimismo. 

"Este último año, los intolerantes nos han acosado con bulos y campañas de desinformación por tierra, mar y aire", ha dicho Sánchez, que ha comentado que ha meditado "mucho" si dar un paso "a un lado o atrás". Es decir, dejar de ser presidente del Gobierno. 

"He hablado mucho con mi familia a este respecto porque ellos también son víctimas del odio de los odiadores profesionales", ha contado. "La conclusión de esa reflexión es la razón por la que estoy hoy aquí. Si algo nos toca a todos y todas, en el ámbito de las responsabilidades que tengamos, es dar un paso al frente, no un paso a un lado ni atrás", ha añadido. 

Sánchez ha dicho que "vencerlos no va a ser fácil y algunos creerán que es una misión imposible". "Tal vez sea cierto, pero no menos cierto es que no es la primera vez que los socialistas transformamos metas imposibles en una realidad", ha añadido. 

El presidente ha intentado transformar esta energía de victimismo en un activo electoral que sirva a los suyos. "Hay que gobernar para hacer avanzar nuestros municipios, provincias, territorios y nuestro país. Tenéis una prioridad: volver a ganar las elecciones autonómicas, municipales y generales", ha concluido.