El Gobierno italiano de Giorgia Meloni ha dirigido una protesta formal al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, por su intención de nombrar a un diplomático español, Javier Colomina, como nuevo representante especial de la Alianza para las relaciones con los países de la orilla sur del Mediterráneo.
Javier Colomina desempeña desde 2021 el cargo de subsecretario general adjunto de Asuntos Políticos y Política de Seguridad y representante especial del secretario general de la OTAN para el Cáucaso y Asia Central. Entró en el servicio diplomático en 2001 en el Ministerio de Asuntos Exteriores.
Ha trabajado en la misión de España ante la ONU en Nueva York y en las embajadas de Damasco, Buenos Aires o Tokio. Su carrera en la Alianza Atlántica comienza en 2017 como representante permanente adjunto de España, un puesto que ejerció durante cuatro años antes de convertirse en un estrecho colaborador de Stoltenberg.
Satisfacción en Exteriores
En su nuevo cometido como representante especial para el flanco sur, tendrá como misión actuar como punto focal y coordinar todos los esfuerzos de la Alianza en la región.
Los portavoces oficiales de la Alianza han evitado confirmar este viernes la decisión y han indicado que "la OTAN anunciará cualquier nombramiento a su debido tiempo".
A la espera de la comunicación oficial, fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores consultadas por EL ESPAÑOL han "valorado muy positivamente que se haya creado la figura del representante del secretario general de la OTAN para la vecindad sur, así como los importantes avances producidos en la cumbre de la OTAN en relación a la vecindad sur".
"Estos avances", añaden las mismas fuentes, "están alineados con la posición impulsada por España en las cumbres anteriores de Madrid y Vilna".
La implicación de la OTAN en toda la zona del Sahel y África es una de las prioridades del Gobierno de Pedro Sánchez, que logró que esta cuestión se incluyera por primera vez en el concepto estratégico durante la cumbre de Madrid en 2022.
En la última reunión de la Alianza Atlántica celebrada en Washington a principios de julio, los líderes aprobaron un plan de acción para el flanco sur, cuya prioridad es reforzar el diálogo político con los países de la región y ayudar a reforzar las capacidades en materia de seguridad y defensa a los países que así lo soliciten. Para ello se contará con una financiación común de la OTAN.
El nombramiento de Colomina ha enfurecido al Gobierno de Giorgia Meloni, que aspiraba a colocar en el puesto a un italiano y presentó informalmente a varios candidatos durante la cumbre de Washington. El embajador de Roma ante la OTAN, Marco Peronaci, ha escrito una carta de protesta a Stoltenberg en la que expresa su “gran sorpresa y decepción”, según ha publicado este viernes el diario Il Foglio.
Peronaci se queja además de que Stoltenberg adopta esta decisión estratégica “al final de su mandato y sin una consulta adecuada a los aliados”. En su carta de nombramiento, el noruego se refiere a Colomina como su representante especial para el flanco sur. Por eso, el Gobierno de Meloni todavía confía en que se trate de una decisión temporal a la espera de la toma de posesión del nuevo secretario general, Mark Rutte, que empezará a trabajar el 1 de octubre.
En la cumbre de Washington, Sánchez calificó de “excelente noticia” la aprobación del plan de acción ya que, por primera vez, la OTAN dispondrá de “una hoja de ruta completa, detallada y práctica para trabajar con nuestros socios del sur” en cuestiones críticas como el terrorismo, la seguridad marítima o el cambio climático.
Esta hoja de ruta recoge “más diálogo político y más cooperación” y una colaboración reforzada con organizaciones como la Unión Africana, la Liga Árabe o el Consejo de Cooperación del Golfo”, explicó el presidente del Gobierno.