El todavía líder de ERC, Oriol Junqueras, se siente "útil" y "con fuerzas" para liderar la "reconstrucción" del partido tras la debacle electoral del 12-M y ha anunciado este jueves que se presentará a la presidencia del partido en el Consejo Nacional que se celebrará el próximo 30 de noviembre.
Junqueras, que anunció ayer que dejaba el liderazgo de ERC, ha explicado menos de 24 horas después que su dimisión es para volver a ser presidente del partido y "ayudar a muscular a ERC para ponerla al servicio de Cataluña".
"Yo no renuncio a nada. Me veo con fuerzas de seguir al frente de ERC", ha explicado en una rueda de prensa en la que ha remarcado que aún se siente "útil" y "con fuerzas" para "tirar adelante de un proyecto que es extraordinario".
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Para lograrlo, Junqueras espera lograr el "aval explícito y renovado de la militancia". "Confirmo que estoy dispuesto a ayudar en todas partes desde donde la gente quiera que ayude. Quiero el aval de nuestros militantes para continuar", ha señalado para dejar claro que no ha recibido ninguna presión a la hora de tomar esta decisión.
"Voy a salir a la calle a escuchar"
Todavía inhabilitado para cargo público, a la espera de que la amnistía -en trámite parlamentario- sea efectiva, Junqueras ha insistido en que "no tengo prisa para nada, pero tampoco quiero renunciar a nada a la hora de ayudar al partido y al país".
ERC celebrará un Congreso Nacional el 30 de noviembre para fijar una nueva estrategia y la secretaria general del partido, Marta Rovira, ya ha anunciado que no se presentará a la reeleción en ese congreso, del mismo modo que Pere Aragonès anunció el lunes que dejará la primera línea política.
Para repetir como presidente de ERC Junqueras no sólo se sometará al aval de la militancia, también "voy a escuchar a la gente y la mejor manera es hacerlo a pie de calle". "Quiero salir a la calle desde una condición de igual a igual, no desde un determinado cargo", ha dicho, en referencia a su dimisión.
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Convencido de que es necesario "reconectar" con la militancia, considera que hay que "intentar reconstruir un relato y un proyecto compartido", sobre todo después de los malos resultados en las elecciones del 12-M en los que ERC perdió 13 escaños y más de 178.000 votos.
Junqueras ha subrayado que se ha sentido "siempre muy acompañado" y ha afirmado que el liderazgo más relevante es el del pueblo de Cataluña, al ser preguntado por cómo valora las palabras de Pere Aragonès sobre asumir responsabilidades compartidas y las de Rovira sobre acabar con liderazgos mesiánicos y hacer una renovación profunda.
Ha añadido que el liderazgo de la militancia de ERC se expresa a través de congresos: "Encantado de que haya congresos", ha dicho, para sostener que por tiene voluntad de escuchar a todo el mundo y saber qué esperan de él.
Negociaciones de la investidura
Junqueras ha explicado que las decisiones de su partido de cara a la formación de un nuevo Govern las tomarán "los órganos correspondientes" de la formación, entre los que ha mencionado la ejecutiva nacional, el Consell Nacional y el Congreso.
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Ha sostenido que los partidos que han estado en la oposición son ahora "los que se deben poner de acuerdo para formar un Govern", en alusión al PSC y Junts.
"Si Junts y los Comuns y los otros de más allá, y el PSC, han puesto dificultades, a veces insuperables, para aprobar los presupuestos que eran los mejores de la historia, si han sido capaces de ponerse de acuerdo en todas estas trabas, ¿cómo no se deben poner de acuerdo?", ha asegurado.
Ha criticado que los Comuns se negaran a aprobar las cuentas si el Govern no descartaba el proyecto del Hard Rock, "que es el que ha defendido el Hard Rock", y ha acusado a los de Jéssica Albiach de haber preferido hacer oposición que ayudar a Cataluña.