El exdirector general del Servicio de Salud balear (IB-Salut) Manuel Palomino ha reconocido que contrató 1,4 millones de mascarillas con la empresa Soluciones de Gestión después de hablar con Koldo García y ha desvinculado a Francina Armengol, actual presidenta del Congreso y entonces presidenta de Baleares, de dicho contrato.
"Ni por ésta (compra) ni por ninguna otra compra" tuvo conocimiento Armengol ha incidido durante su comparecencia en la comisión de investigación del caso Koldo en el Congreso en la que ha recalcado que "en absoluto" fue presionado por la actual presidenta de la Cámara Baja, que también comparecerá esta tarde.
Palomino ha explicado nada más iniciar su intervención que fue el Ministerio de Fomento (Transportes) dirigido entonces por José Luis Ábalos el que contactó con él para interesarse por la necesidad de mascarillas que pudiera tener Baleares.
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Sin especificar con quién habló, aunque ha precisado que no era un cargo político sino más bien funcionarial, Palomino ha dicho que el Ministerio le ofreció participar en una "gran importación" de material sanitario y le dio un teléfono de contacto, al que mandó personalmente un Whatsapp.
"Yo contestaba que sí a todo el mundo y luego lo comprobábamos (el material) y ese Whatsapp está para la justicia", ha dicho tras señalar que pidió a ese contacto que le pasara los datos técnicos de la "voluminosa" importación de mascarillas que se estaba organizando.
Le llamó Koldo García
Fue entonces cuando ha reconocido que le llamó Koldo García y se presentó como asesor del Ministerio, aunque ha dicho que cree recordar que solo habló una vez con él.
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Palomino le dio su correo electrónico y su móvil para que le remitiera detalles de la empresa y fue posteriormente el responsable operativo de Soluciones de Gestión, Iñigo Rotaeche, quien le escribió.
El entonces director de presupuestos del IB-Salut, que posteriormente sería director general del Servicio de Salud balear, afirma que el contrato siguió el "procedimiento habitual" y que la empresa de Koldo le dio garantía porque ya había contratado con el Ministerio del Interior y con empresas públicas como Adif.
Además no les solicitaron el pago con antelación, como sí solicitaban la mayoría de los proveedores.
"Fue una compra aceptada y consensuada en el equipo de compras", ha dicho tras recalcar que el lote de mascarillas recibió el aval tanto de las autoridades chinas como de dos auditorías.
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Además, Palomino ha desmentido que las mascarillas fueran para uso hospitalario y ha negado que se repartieran por los centros sanitarios ya que eran "de uso domiciliario como indica el pedido".
Ha explicado que debían informar del stock que tenían al Ministerio porque era una obligación tener el 400 % de almacenamiento "y en eso jugaron esas mascarillas, hasta que caducaron".
Palomino ha señalado que tras comprobar que la calidad del filtrado era menor del contratado decidieron abrir una comunicación para decidir si eran válidas o no ya que habían pasado por dos auditorías y por la autorización de China.
Sin embargo ha señalado que al ser un expediente de emergencia era "muy compleja" la reclamación inmediata y pensaron que tenían un plazo de cuatro años por delante. "Si hubiéramos reclamado en ese momento no hubiéramos tenido el stock", ha dicho.
"No tengo nada que ocultar"
Durante toda su intervención, Palomino ha negado tener contactos con altos cargos del Ministerio de Transportes.
"No tengo nada que ocultar, estoy bien tranquilo...ni aparecemos en el sumario", ha dicho tras pedir a los diputados que dejen a la justicia que aclare lo que ocurrió.
"Yo tengo derecho a ser respetado como honrado", ha puntualizado minutos antes de indicar que desconocía lo que estaba investigando la Guardia Civil cuando acudió a la sede del IB-Salut.
Ha relatado que los agentes se dirigieron directamente a la unidad de contratación y contactaron con los técnicos para recoger un expediente y que fue antes de marcharse cuando fueron a su despacho para pedirle que firmara la entrega de esa documentación.
Palomino, que ha reconocido que es militante socialista "con mucho orgullo", también ha puntualizado que su puesto era de "gestor" y ha dudado de que el nuevo Gobierno balear del PP presidido por Marga Prohens no se diera cuenta de que la reclamación que él mismo inició no estuviera viva ya que cada procedimiento dentro del IB-Salut está muy bien delimitado.