Hablar de ETA parece que ha dejado de ser un activo electoral en el País Vasco. ETA no da votos. Como si de una especie de silencio táctico se tratara, ninguno de los candidatos que han participado este martes en el debate de las elecciones del próximo 21-A han hecho referencia alguna a las víctimas del terrorismo.
Ello, a pesar de que el candidato de Bildu para ser el próximo lehendakari y quien lidera los sondeos, Pello Otxandiano, había amenazado este martes con agitar la recta final de la campaña electoral al negarse en una entrevista a calificar a ETA como banda terrorista.
Otxandiano habló de "grupo armado", algo que hasta el Gobierno se apresuró a censurar en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Sus palabras aspiraban a convertirse en el gran tema a tratar durante el debate que se ha celebrado la noche de este martes en la cadena EITB. Pero no. Lo que hace ruido en Madrid parece no encontrar un eco en País Vasco.
Al careo han acudido siete candidatos de siete siglas políticas distintas y que representan a todo el espectro ideológico de la sociedad vasca. Además, han debatido casi dos horas y media y sin descanso. El asunto de ETA apenas ha quedado reducido a una nota al pie y lo ha hecho durante la parte final del debate, la más ideologizada, pasadas las 23:45 horas.
Sólo la candidata de Vox, Amaia Martínez, ha afeado a Otxandiano su postura, diciendo que su partido "sigue apoyando los crímenes de ETA". El del PP, Javier de Andrés, se ha limitado a afear al candidato del PSOE, Eneko Andueza, sus pactos con Bildu en el Congreso y para entregarle al partido nacionalista la Alcaldía de Pamplona, a lo que el socialista ha respondido que su partido "siempre ha sido muy claro con la violencia de ETA".
En este momento del debate, Otxandiano se ha negado a participar. No sólo porque se le había acabado el tiempo hablando de otros asuntos, sino que también ha rechado intervenir cuando los moderadores le han dado la oportunidad de responder por alusiones. Silencio.
Llama la atención la poca importancia que se le ha dado a este asunto en el debate, no sólo por las palabras del candidato de Bildu, sino también porque desde sus mítines se lanzan "abrazos" a los presos de ETA, en País Vasco y Navarra se organizan ongi etorri para los presos que salen de la cárcel y los mausoleos y tumbas de las víctimas –ETA mató hasta 2010– siguen siendo vandalizados. Y hay que añadir que todavía hay juicios pendientes a varios etarras y las víctimas siguen reclamando investigar los crímenes sin juzgar. Todo ello, en un país que últimamente está tan pendiente de la memoria democrática.
ETA no es un asunto que los candidatos y sus asesores consideren que pueda servir para movilizar al 20% de indecisos que aún quedan por decidir su voto para el próximo 21-A. Sí lo ha sido hablar de otros temas como políticas sociales, sanidad, economía o la administración pública.
El derecho a decidir
El candidato del PNV, Imanol Pradales –que sufrió una agresión con espray pimienta la tarde de este martes que casi obliga a cancelar el debate–, sí ha intentado despejar la incógnita de si su partido pactará con Bildu.
"El problema que tienen Sortu y EH Bildu es que, mientras no aprueben la asignatura ética, nadie va a querer acordar con ellos", ha dicho. Es decir, que no vislumbra un gobierno autonómico de coalición con los bilduetarras hasta que no condenen sin paliativos la violencia terrorista que hizo ETA.
Además, Pradales ha añadido que "esto no sólo va de con quién se quiere gobernar, sino para qué", y ha explicado que el programa de Bildu es incompatible con el del PNV. Andueza también ha asegurado que no pactaría con Bildu, un mensaje constante en su campaña.
[Atacan a Pradales, candidato del PNV, con un espray de pimienta en un mitin del PNV en Barakaldo]
Javier de Andrés ha respondido al socialista que no tenía palabra, ya que el PSOE pacta constantemente con Bildu. Andueza, por su parte, le ha contestado con una apuesta: si pactaba con Bildu, se comprometía a dejar la política; si no lo hacía, De Andrés debía dejar su escaño. Pero el popular no ha recogido el guante.
Otxandiano sí ha tendido la mano al candidato del PNV diciendo que, entre sus dos fuerzas, va a haber una mayoría de escaños en el Parlamento vasco "que van a demandar el derecho a decidir". El de Bildu ha pedido ponerse de acuerdo "como nación" para plantear el asunto al Gobierno de España.
Además, ha subrayado que el Gobierno de Pedro Sánchez aceptaría una conversación en esos términos. "Se ha abierto una ventana de oportunidad. Por primera vez, un presidente del Gobierno ha puesto encima de la mesa la posibilidad de abrir un debate que es crucial, el debate de la territorialidad", ha asegurado. Sin embargo, Pradales ha optado por hacer oídos sordos de la propuesta.