El CIS pone en duda la hegemonía del PNV en el País Vasco y da ganador de las elecciones a EH Bildu a diez días de ir a las urnas. El margen, en cualquier caso, es mínimo, casi de empate técnico, y da a entender que las tornas pueden volver a cambiar antes del 21-A, la primera cita del bucle electoral que se extenderá hasta las europeas de junio. Pero de momento, el viento sopla a favor de los de Arnaldo Otegi.
"No deberían fiarse de Tezanos", ha advertido en la tribuna del Congreso el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, quien recibió el último barómetro durante el Pleno. "Quizá estén intentando activar el voto de otros partidos para que no gane [...]; en cualquier caso, qué papelón ha hecho el Partido Socialista blanqueando a Bildu", ha ironizado.
Los datos del Centro de Investigaciones Sociológicas indican que las listas lideradas por Pello Otxandiano (el candidato mejor valorado) han pegado un salto con el inicio de la campaña electoral, pasando de ir a la zaga del PNV por dos puntos a adelantarlo por más de tres, dice Tezanos. Sea como fuere, ganar las elecciones en el País Vasco no es sinónimo de gobernar, al menos para Bildu.
Prácticamente todos los sondeos coinciden en que, más allá del orden de los dos primeros puestos, el próximo lehendakari lo decidirán los votos del PSOE. Salvo sorpresa mayúscula, los socialistas se darán la mano con los jeltzales para mantenerles al frente del Gobierno vasco, que han gobernado desde el inicio de la Democracia con la breve excepción del periodo de Patxi López.
La cosa está en que, si el PNV finalmente se impone a Bildu, para el PSOE será mucho más fácil justificar su apoyo a una lista ganadora; de lo contrario, tendría que hacer un encaje de bolillos para defender un gobierno de perdedores entre segundos y primeros, desgastando así su relación con los socios en el Congreso.
Evolución desde 2020
La subida más importante, según el CIS, la experimentaría EH Bildu, que hace cuatro años logró un 27,6% de los sufragios. Ahora podría conseguir entre seis y siete puntos y medio más, ya que el sondeo le da un porcentaje de entre el 34,2 y el 35,1. Por su parte, el PNV vería reducidos sus apoyos entre cinco o seis puntos, al prever la encuesta que, en esta ocasión, sumaría como poco un 32,6% y como mucho el 33,5%.
Los socialistas, que en 2020, lograron el 13,52% de los sufragios, obtendría un resultado similar con una variación de décimas arriba o abajo, ya que el CIS le otorga un porcentaje del 13,3% y el 14,1% de las papeletas.
Lo mismo ocurriría con el PP, que se coloca en cuarto lugar, pero gracias a la pérdida de votos de Elkarrekin Podemos, que hace cuatro años le superó en sufragios, pero empataron a seis escaños.
Los populares, que en estas elecciones no se presentan con Ciudadanos, como ocurrió en las anteriores, logró un 6,71% en las pasadas autonómicas y ahora conseguiría entre el 6,7% y el 7%.
Elkarrekin Podemos, que en 2020 recabó el respaldo del 7,97% del electorado, perdería casi cinco puntos, al atribuirle la encuesta un porcentaje de entre 3,1 y 3,2% de los votos. De forma clara, les penaliza la división en ese espacio de izquierda confederal, ya que Sumar, que se presenta por primera vez, lograría entre el 3,1% y el 3,6%.
Por su parte, Vox podría incrementar hasta un punto su porcentaje de papeletas, ya que hace cuatro años obtuvo un 1,94%, y ahora podría conseguir entre un 2,7% o 3%.