Alberto Núñez Feijóo reunió este martes a los barones de su partido en el Comité Ejecutivo Nacional para cerrar filas después de la victoria de Alfonso Rueda. Allí, se refirió a la polémica de los indultos que estalló en el ecuador de la campaña y que la izquierda exprimió hasta el último minuto con el objetivo de forzar un vuelco electoral.
Sobre las informaciones que, hace poco más de una semana, apuntaban a un giro copernicano en la posición del PP con una eventual medida de gracia a Carles Puigdemont sujeta a condiciones imposibles, el presidente de la formación concluyó: "Ya no se puede hacer ni un 'off the record' con periodistas".
En el discurso que ofreció a los dirigentes de su partido, Feijóo cargó contra la "manipulación sanchista", por provocar un incendio ficticio de sus palabras. Según explicó, de lo que realmente se dijo en una comida informal con periodistas en Lugo, a lo que han acabado reproduciendo los miembros del Gobierno, hay una distancia sideral.
Por eso, el presidente popular recomendó a los barones que, a partir de ahora, midan más cada palabra que sale de su boca. Porque cualquier mensaje, alegó, es susceptible de una interpretación a la inversa por parte una izquierda que está decidida a "usar lo que sea para embarrar".
Durante días, los ministros, de forma unánime, centraron en Feijóo todos los ataques, acusándolo -entre otras cosas- de "mentir" a su electorado. Sánchez, directamente, le imputó haber negociado con Junts la amnistía y los indultos cuando, públicamente, se opone a ambas medidas.
[Feijóo: "Si querían que el 18-F fuera un plebiscito sobre mi liderazgo, ahí tienen el resultado"]
"La única verdad en Feijóo es que todo en él es mentira", llegó a decir el presidente del Gobierno en el mitin de cierre de campaña del PSOE en Galicia. Los socialistas, seguros de que el BNG tenía opciones de alcanzar la Xunta, aprovecharon el ruido en las filas populares para nacionalizar los mensajes de campaña y convertir el 18-F en un examen sobre la continuidad de Feijóo.
Por eso ayer, el presidente del PP quiso resarcirse de los ataques. Lo hizo con ironía gallega. "Si querían que el 18-F fuera un plebiscito sobre mi liderazgo, ahí tienen el resultado; si querían que Galicia validase su modelo, ahí tienen el fracaso rotundo del modelo sanchista", recalcó.
Acto seguido, añadió: "La izquierda fía su suerte a decir que en el PP somos como ellos, capaces de pensar lo que ellos hacen. Mienten sobre lo que decimos, sobre lo que hacemos, sobre lo que supuestamente pensamos. Necesitan interpretar las voluntades ajenas".
La lectura que hizo Feijóo de la quinta mayoría absoluta de su partido en Galicia es que frente a "una amalgama llena de mentiras, manipulación, confrontación y, lo que es más grave, interés de dividir a los gallegos, Galicia eligió lo contrario: honestidad, moderación, serenidad". A su juicio, "todo un mensaje para la política española".
Una vez concluyó el discurso del presidente del partido, tomaron la palabra los presidentes autonómicos. La primera en hablar fue Isabel Díaz Ayuso y el último, el presidente del PP de Navarra, Javier García. Todos felicitaron a Rueda por su éxito. Y también a Feijóo, al que hicieron corresponsable de los buenos resultados en la región gallega.
"Nunca se ha cuestionado su liderazgo, siempre ha tenido la potestas dentro del partido, pero, si cabe, después de lo del domingo, tiene todavía más auctoritas", reconoce uno de los barones presentes en el encuentro de este martes.
Además de felicitarse por la victoria incontestable en Galicia, los barones lamentaron algunos de los episodios de la campaña. Por ejemplo, los consecutivos sondeos del CIS.
Uno de ellos subrayó que nunca el centro público había realizado tantos estudios de intención de voto en unas elecciones autonómicas. En su opinión, con una clara finalidad: "Interferir en el resultado alentando a la movilización en la izquierda".
Por su parte, Juanma Moreno expuso el contraste entre su visita a Galicia en campaña en los días previos a la cita con las urnas y lo que decían entonces en el entorno de Sánchez. El presidente andaluz aseguró que en los mítines percibió una moral de victoria que no se asemejaba, ni de lejos, al mensaje que jaleaba el PSOE.
Más allá de Galicia, en el encuentro de ayer, Feijóo pidió a los suyos -como publicó este periódico- que mantengan al partido engrasado para las próximas citas electorales. A las vascas hizo referencia Javier de Andrés, que compartió varias claves para ir preparando el terreno.