Pontevedra

Media hora antes de que el reloj marcase las cinco en punto de la tarde, los tendidos de la plaza de toros de Pontevedra ya eran un hervidero de gente. Cuando Mariano Rajoy, Alberto Núñez Feijóo y Alfonso Rueda iniciaron el paseíllo, el coso lerense colgó el cartel de no hay billetes con 14.000 asistentes, según los organizadores.

"Esto no lo consigue nadie en Galicia", se jactaban en el entorno del presidente de la Xunta y aspirante a las elecciones del 18-F, que ayer tomó la alternativa de manos de su antecesor en la "plaza talismán" del partido. Allí se encomendó Feijóo en su debut, allá por 2009. Y logró salir por la puerta grande. Luego, vinieron tres más. Está por ver si, esta vez, aplica el refranero taurino: "No hay quinto malo". 

Recién estrenada la campaña electoral, los populares calentaron las gallegas este sábado con un mitin central de campaña que, a ojos de los principales dirigentes del partido, fue determinante para levantar la moral. "Hemos activado a nuestro ejército", decían fuentes próximas a Feijóo al término del acto.

[El PP revienta su "plaza talismán": Rajoy y Feijóo dan la alternativa a Rueda ante 14.000 personas]

Al margen de la foto aérea, la respuesta de la militancia arrojó muchas claves internas. En Pontevedra desembarcaron unos 200 autobuses de simpatizantes y dirigentes locales, fletados desde todos los puntos de Galicia. A la plaza de toros acudieron la totalidad de alcaldes y concejales que el PP tiene desplegados en los concellos de la región. Ellos son la correa de transmisión del partido. 

"Lo más importante es que, ahora, cuando vuelvan a sus municipios, cuenten lo que han visto aquí", apuntillaba una persona próxima a Rueda. La conclusión a la que llegaron ayer todos los cuadros del PP es que, factor decisivo, el partido "está activado". Tanto como en tiempos de Feijóo. 

"El Gobierno es un bochorno"

El expresidente gallego y líder nacional del PP cedió ayer los tratos a Rueda: "Aquí uno entra de candidato y sale de presidente de la Xunta". Tirando de humor, Feijóo reconoció que la correlación de fuerzas no es la misma en las generales. El mitin central de su campaña para el 23-J se celebró en ese mismo escenario. Y no pudo ser: "Habrá que esperar un poco". 

Si en Galicia sólo hay dos escenarios posibles, mayoría absoluta del PP o una agrupación de izquierdas liderada por el BNG, el presidente nacional de los populares sentenció, equiparando a los grupos de la oposición en Galicia con el Ejecutivo de Pedro Sánchez: "El Gobierno de España es un bochorno para Europa; el de Galicia, un ejemplo para España". 

Ante un Gobierno que otorga "privilegios a unos pocos", Feijóo reivindicó la bandera de la "igualdad para todos". La receta, en su opinión, es simple: "Menos Sánchez y más Rueda". Poco después de iniciar su intervención, lanzó varios interrogantes para apuntalar la principal idea-fuerza de su discurso: "¿Qué bien puede hacer a nuestra tierra el desgobierno que estamos viviendo en España?" 

"¿Qué bien le está haciendo a España, a la gente, todo lo que está sucediendo? ¿Qué bien puede hacer que el nacionalismo traiga aquí los problemas de fractura social que hay en Euskadi y Cataluña? ¿Qué bien le puede hacer a nuestra tierra un desgobierno como el que hay en España?", se preguntó. 

Los paralelismos de Feijóo

"Ninguno", zanjó. Decidido a convertir las gallegas del 18-F en un plebiscito sobre la figura de Sánchez, el presidente popular recalcó que "Alfonso Rueda es la respuesta que Sánchez no quiere escuchar". De los planes del jefe del Ejecutivo en Galicia, advirtió: "No le importa pedir los votos para el BNG, Sumar y Podemos; después de destrozar su partido en toda España no le importa destrozar a su partido en Galicia para que después Rueda no pueda gobernar". 

La arenga de Feijóo, básicamente, consistió en trazar paralelismos: "Mientras subestiman la inteligencia de la gente con engaños y mentiras, la política gallega es la política de la honestidad y de la verdad; mientras colonizan las instituciones y quieren suplantar a los jueces, en Galicia se invierte en la modernización de la Justicia; mientras Sánchez sólo mira por su interés, Rueda sólo mira por Galicia". 

Con la mirada puesta en su tierra, y apelando a su experiencia como expresidente de la Xunta, Feijóo sacó pecho de "la gran obra colectiva" del PP gallego en los últimos años: "Que Galicia tenga menos paro, menos déficit, menos deuda, más crecimiento, más exportaciones, más inversiones e innovación, más servicios públicos, más sanidad, más familia y más futuro". 

El aspirante Rueda, encargado de cerrar el acto, prometió no meter a Galicia en "caminos sin salida" y "evitar los follones", en referencia a la política nacional. "Aquí no hay que traer modelos de fuera que crispan. Aquí tenemos un modelo propio que funciona y queremos reivindicarlo; es el que nos gusta y es el que funciona", incidió.

Conjugando las cuestiones más domésticas con la crítica a Sánchez, Rueda defendió que su comunidad no quiere ser "más que nadie", pero "tampoco va a ser menos" y agregó con ironía gallega: "Aquí la vaquiña por lo que vale". 

Mariano Rajoy, expresidente del Gobierno, pontevedrés y, en el caso de ayer monologista, hizo las veces de telonero. "Yo no entro en política", aseguró tras cargar de forma velada contra el Gobierno de Sánchez: "No queremos que nos gobiernen los que le dan el indulto a los independentistas, ni a los que suprimen el delito de sedición, ni a los amigos de Putin, que hay que tener un par". 

Sobre los comicios del 18-F, Rajoy reclamó el voto para su formación porque es garantía de "estabilidad, sosiego, serenidad y calma". Justo lo contrario de la "bronca", los "follones" y el "desprestigio para todos los españoles". De Rueda, destacó su "sensatez", que "visto cómo está el patio en la política española, es un valor interesante".