Bruselas

El comisario europeo de Medio Ambiente, el verde lituano Virginijus Sinkevicius, ha alertado este miércoles de los riesgos para el medio ambiente y la pesca del vertido de pellets de pástico que afecta a las costas de Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco y ha ofecido ayuda a España

El Ejecutivo comunitario corrige así en parte su respuesta inicial a la crisis de los pellets, que se limitó a señalar que la responsabilidad de hacer frente a los "impactos adversos" del microplástico correspondía a las autoridades españolas. Sinkevicius ha apelado además a la necesidad de legislación europea y cooperación internacional para combatir la contaminación por microplásticos.

"Las 25 toneladas de pellets de plástico que se derramaron en las costas gallegas amenazan el medio marino y actividades económicas como la pesca. Estamos dispuestos a discutir la mejor manera en que podemos ayudar", ha escrito el comisario de Medio Ambiente en su cuenta de la red social X.

'Pellets' de plástico en las costas de Galicia

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"La normativa de la UE sobre pérdidas de pellets y la acción internacional son clave para luchar contra la contaminación plástica en el futuro", ha destacado Sinkevicius. El Ejecutivo comunitario aprobó en octubre del año pasado un proyecto de reglamento cuyo objetivo es prevenir los vertidos de pellets plásticos en el medioambiente. La norma está todavía pendiente de negociación entre los Gobiernos y la Eurocámara.

El comisario de Medio Ambiente y Pesca, Virginijus Sinkevicius, durante una rueda de prensa Unión Europea

En su propuesta de reglamento, el Ejecutivo comunitario identifica cuatro tipos de efectos adversos de las pérdidas de pellets: en el medio ambiente, en el clima, potencialmente, en la salud humana, y en la economía. Estos microplásticos son ingeridos por diversas especies marinas y costeras (por ejemplo, tortugas marinas, aves marinas y crustáceos). Una vez ingerida, puede causar daños físicos o incluso la muerte.

Al igual que en el caso de los demás microplásticos, el potencial de los pellets para actuar como vector de transmisión de sustancias tóxicas o microorganismos patógenos absorbidos forma parte del problema. Los seres humanos están expuestos a los microplásticos a través del aire y el consumo de alimentos, según la Comisión.

"Los microplásticos, incluidos los pellets de plástico, pueden tenerefectos económicos negativos en las actividades locales, como la pesca comercial y la agricultura (por ejemplo, pueden disminuir las capturas de pesca como consecuencia de sus efectos en los hábitats marinos, los ecosistemas y las especies silvestres), así como en el turismo y las actividades recreativas (por ejemplo, pueden mermar el atractivo u ocasionar el cierre de playas y áreas vulnerables, como parques nacionales, ríos y lagos)", afirma Bruselas.