Pedro Sánchez rearma el Gobierno con Montero y apuesta por Carlos Cuerpo, un técnico, en Economía
La responsable de Hacienda acumula poder en el Ejecutivo y el PSOE, con mando sobre Economía, que queda en manos de un técnico.
29 diciembre, 2023 10:17Pedro Sánchez ha vuelto a rearmar a su Gobierno con el ascenso de María Jesús Montero a la vicepresidencia primera en sustitución de Nadia Calviño y el nombramiento del técnico Carlos Cuerpo como nuevo ministro de Economía.
Montero pasa a ser la persona más poderosa en el Gobierno después de Sánchez, lo que supone una enorme acumulación de poder, porque ya era la número dos del PSOE.
Tanto, que es imposible no empezar a ver su nombre como el de una posible sucesora de Sánchez, si es que alguna vez es necesaria tal sucesión. Así lo ven algunos en el PSOE, aunque otros explican que si fuera así, el líder socialista no la expondría tanto.
[Pedro Sánchez nombra a Carlos Cuerpo ministro de Economía y Montero será vicepresidenta primera]
El equipo económico del Gobierno abandona la ortodoxia económica de Calviño, que servía de freno a las peticiones del ala más radical del Ejecutivo para subir escalones de posición política mucho más a la izquierda.
Frente al perfil técnico de Calviño, Montero representa un importante aumento del peso político y un rearme para una legislatura en la que debe hacer frente a las peticiones de los socios del Gobierno de coalición y del Parlamento, y confrontar con el PP y su enorme poder territorial en comunidades y ayuntamientos.
Montero ya tenía el poder de controlar las negociaciones de los Presupuestos y participar con libertad de decisión en todas las mesas de discusión con socios políticos del Gobierno. Ahora lo hará reforzada como número dos del Gobierno y del partido.
La nueva vicepresidenta primera ya tiene larga experiencia en negociar con Sumar, su socio de Gobierno de coalición. Fuentes de la formación de Yolanda Díaz explican que Montero es una negociadora muy dura e implacable, con la paciencia y el carácter para aguantar toda una noche de discusión.
Esta misma semana ha negociado con Sumar el decreto sobre el escudo social y, sobre todo, los impuestos a las energéticas y los bancos que, a su vez, Montero ya había negociado con el PNV.
Una de sus funciones será la de hacer de tope o freno al equipo de Yolanda Díaz, con mucho más peso político que el que tenía Calviño cuando cumplía esta función.
Su poder está también en la participación en las negociaciones con el gran poder autonómico del PP, cuando se trata de buscar acuerdos para cambiar el sistema de financiación autonómico en esta legislatura. Ella preside el Consejo de Política Fiscal y Financiera.
Gobierno y partido
Con este nombramiento, además, Sánchez vuelve a difuminar los límites entre Gobierno y partido, justamente en el arranque de la legislatura más difícil, la que precisa de mayor fortaleza política para afrontar los pactos y una oposición fuerte. Ya pasó a Pilar Alegría de la portavocía del PSOE a la del Ejecutivo desde Moncloa.
Montero dirigirá la política económica, pero se libera de la gestión europea sobre la que no tiene experiencia. Quedará en manos de Carlos Cuerpo, técnico del Ministerio de Economía y miembro destacado del equipo de Calviño, que ha podido proponer a su sucesor. De hecho, su perfil sirve de mensaje de continuidad para Bruselas.
Antes, Calviño en Economía supeditaba orgánicamente a Montero en Hacienda y ahora será esta última quien acumule el poder de número dos del Gobierno, por encima de Economía y como sustituta de Sánchez cuando esté fuera.
Cuerpo, no obstante, presidirá la Comisión Delegada de Asuntos Económicos, un importantísimo foro de la gestión interna del Gobierno, ahora con más enfoque técnico que político.
Félix Bolaños preside la de Secretarios de Estado y Cuerpo la de Economía, los dos pilares básicos de la gestión semanal del Gobierno.
Los movimientos anunciados este viernes por Sánchez dan sentido a los cambios introducidos por él hace sólo 39 días en el Ejecutivo. Primero porque Montero ya pasó a vicepresidenta a la espera de la salida de Calviño y, en segundo lugar, le dio a José Luis Escrivá el Ministerio de Transformación Digital que sólo era antes una secretaría de Estado, pero ahora le añade la competencia en Función Pública.
Ahora sí tiene sentido el Ministerio de Transformación Digital y de Función Pública como un todo en manos de Escrivá.