José Ramón Gómez Besteiro (Lugo, 1967) será el candidato socialista en las elecciones autonómicas gallegas que han sido convocadas para el 18 de febrero.
Ha sido presidente de la Diputación de Lugo entre 2007 y 2015, secretario general del PSdeG-PSOE entre 2013 y 2016, y delegado del Gobierno de España en Galicia entre abril y junio de 2023. En la actualidad es diputado nacional y hace menos de un mes pudo ser ministro, pero prefirió rechazar la propuesta de Pedro Sánchez para competir por la Presidencia de la Xunta.
Durante seis años se apartó de la política tras ser imputado como consecuencia de denuncias contenidas en anónimos. Finalmente, el caso fue archivado el pasado mes de diciembre por falta de fundamento.
La jueza Pilar de Lara, que le imputó e instruyó el caso, fue inhabilitada por el CGPJ por una falta muy grave de desatención en el ejercicio de las competencias judiciales, y perdió su plaza en los juzgados de Lugo.
Ahora, Besteiro tiene el apoyo pleno de Ferraz para encabezar la lista en las primeras elecciones tras las generales de julio y la investidura de Sánchez como presidente.
En septiembre, debutó en la tribuna del Congreso defendiendo el cambio del Reglamento de la Cámara para facilitar el uso de las lenguas cooficiales en la tribuna. Intervino en gallego y explica que piensa en esa lengua y cuando habla castellano va traduciendo mentalmente.
Serán las primeras elecciones también en las que el PP se presente en Galicia sin Alberto Núñez Feijóo al frente.
Besteiro se enfrenta a Alfonso Rueda, que se juega mantener lo que Feijóo convirtió en feudo conservador con cuatro mayorías absolutas. Y el PSOE podrá medir en "territorio electoral adverso" el alcance del desgaste por los pactos en el Congreso.
¿Usted cree que hay 'lawfare' en España?
Yo puedo hacer un análisis de lo que me ocurrió a mí. Yo creo que fui objeto de una persecución en términos judiciales. Es verdad que la jueza instructora fue expedientada por el propio Poder Judicial, pero había una intencionalidad política fomentada por el Partido Popular a través de anónimos que hoy están acreditados, que se presentaron en esa causa.
Por lo tanto, sí había una instrucción judicial con fines políticos. En mi caso así fue. En otros casos los desconozco y, por tanto, no quiero hacer valoraciones sobre lo que no conozco. No sé si eso es lawfare o no. La jueza fue sancionada y expedientada por el Poder Judicial. Por tanto, en ese sentido sí hubo un control. Pero los hechos están ahí.
¿De qué le acusaban?
Recuerdo que aquello era un poco de todo. En el año 2015 yo creo que me llegaron a imputar sobre ocho posibles delitos... malversación, comisiones, actividades impropias de los funcionarios públicos. Una cantidad de sinsentidos...
Lo afronté con la responsabilidad de quien se sentía inocente, que sabía que efectivamente lo era y que era imposible demostrar algo que nunca se había producido. Supongo que me marcó y marcó una etapa importante de mi vida. Pero siempre lo viví con entereza y con fortaleza. Creo que me hizo más fuerte.
Se apartó de la política seis años, hasta el pasado mes de enero.
Totalmente, desde el primer momento. Casi siete años: desde el momento en el que se produce mi dimisión, que fue en marzo de 2016. Porque hubo una segunda intentona, una segunda multiimputación que también quedó en nada. Hasta que todo quedó finiquitado, que fue aproximadamente hace un año, en diciembre de 2022.
¿Hubo algún tipo de interferencia política para que esos casos se desarrollaran?
Yo no lo puedo acreditar. Pero sí había una intencionalidad política en el inicio. En el año 2015, cuando yo iba a acceder al Senado, hubo un retraso en la votación. De forma sorpresiva, el Partido Popular cambió la fecha para atrasarla 15 días. Blanco y en botella, leche.
¿En esos 15 días es cuando se produce la imputación?
Sí, lo cual daba la sensación de que había una cierta coordinación.
Al frente del PP de Galicia estaba entonces Alberto Núñez Feijóo.
Efectivamente, estaba Alberto Núñez Feijóo.
¿Cómo fue su relación con él?
Pues escasa, pero le conocí. Me sorprendí cuando exigió que la reunión con el presidente del Gobierno fuera en el Congreso, dando una sensación un poco de acomplejado. Recuerdo que cuando como secretario general del Partido Socialista fui a verle como presidente de la Xunta, lo hice a la sede de Gobierno de Galicia, y no por eso me consideraba ni menos ni más. Creo que era lo normal.
Esto me confirma el concepto que tengo de él: una persona que está con un gran porcentaje de complejo; una situación que vive, yo creo que con poca normalidad. Es como si no hubiera entendido lo que pasó el 23 de julio. Después de la experiencia en Galicia, yo creía que no iba a ser presidente del Gobierno, y no lo va a ser, pero sí pensé que podía ser un jefe de la oposición digno, pero creo que ha cogido un camino que no es bueno para él ni para nadie.
¿Como presidente de la Xunta era moderado?
Creo que se han llevado una gran sorpresa fuera de Galicia. Conocen verdaderamente a Feijóo ahora. Es verdad que en Galicia vivía entre algodones, venía a Madrid de forma ocasional y ofrecía una imagen que incluso algunos medios calificaban de nacionalista. Bueno, nada de eso.
Yo creo que el verdadero Feijóo lo estamos viendo ahora, en una situación que no esperaba. Él mismo dijo a algún medio de comunicación que tenía un único tiro, y ese tiro ya se produjo el 23 de julio. Ahora yo creo que, como decimos en Galicia, está manteniendo el tenderete, pero si no lo sabe, pronto sabrá que no va a ser presidente del Gobierno. Tampoco creo que vaya a ser el candidato del Partido Popular dentro de cuatro años.
¿Qué le parece que el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, haya adelantado las elecciones al 18 de febrero?
Ya aventuré que esto se iba a producir. Es una convocatoria teledirigida desde Madrid, confirmada por el anuncio de que Feijóo tendrá su propia caravana paralela. ¿Pero quién es el candidato...? Nada va a hacer cambiar los resultados del 23-J.
¿Qué se juega Feijóo en las elecciones gallegas?
Yo creo que mucho. La expectativa que tenía el Partido Popular era llegar a las elecciones gallegas llevando a Galicia un presidente del Gobierno del Partido Popular que se llamaba Alberto Núñez Feijóo y que reeditaba la épica del Partido Popular en Galicia. Y eso no se va a producir. Va a ir el perdedor del 23 de julio porque él mismo estableció cuál era la marca. Eso también va a funcionar en Galicia negativamente para el Partido Popular.
"Rueda es una persona gris, designado como heredero de Feijóo, que recoge los fiascos de estos 14 años del PP"
¿En qué se parecen o diferencian Alfonso Rueda y Feijóo?
Compartieron Gobierno durante 14 años y en Galicia, hoy, es necesario aún que se conozca al presidente de la Xunta. Es una cosa totalmente anómala, y creo que es un poco el retrato de Alfonso Rueda: una persona gris, una persona que es heredero, designado para ser presidente de la Xunta, pero que recoge todos los fiascos de estos 14 años.
Hay una sensación de ineficacia, una sensación de inercia en la que Galicia parece que va hacia abajo. Lo estamos viendo con los datos. A Galicia le cuesta mucho crecer. Está dos puntos por debajo de la media de las comunidades autónomas. Yo creo que hereda un poco todo eso.
¿Cuál será su mensaje para las elecciones?
Aprovechar la posibilidad de tener un futuro cierto, aprovechar las oportunidades que hoy se están perdiendo y sobre todo, darle la vuelta al calcetín de esta Galicia. El Partido Popular acostumbra a decir que es "una isla estable" y yo siempre digo: "Oye, los cementerios también son estables".
No podemos estar como estos últimos 14 años o, como mejor ejemplo, los últimos cuatro, donde se perdieron oportunidades, donde la política de la Xunta de Galicia era simplemente poner palos en las ruedas y buscar culpables en el Estado o en los ayuntamientos o en las grandes ciudades.
Explíquese.
La Xunta no se convirtió en un activo para los gallegos, no cambiaba la vida de los gallegos y, por tanto, en ese sentido, nuestra idea está clara: darle la vuelta a la forma de hacer política y recuperar los servicios públicos, sobre todo sanidad y educación. Contribuir y marcar una apuesta clara por la cohesión territorial y social.
Galicia no puede ser una Galicia de dos velocidades entre la Galicia costera y la Galicia interior. Apostamos claramente por la reindustrialización y apostamos, sobre todo, por aprovechar un caudal que tenemos ahí, que tenemos que saber aprovechar, que es el caudal energético. Tenemos viento, tenemos agua, tenemos una capacidad para poner en desarrollo de mucha potencia energética y ponerla al servicio de la reindustrialización... Y Galicia tiene que ser decisiva también en esta España plural y abierta.
Los socialistas vamos a llevar un modelo diferente al del Partido Popular, distinto, total, para mejorar las oportunidades de Galicia y sobre todo, ponerla donde el lugar que se merece. Llegó ese momento en el que después de 14 años parece que la derecha debe perder para que Galicia pueda ganar.
¿Galicia es una nación?
Es una comunidad y una nacionalidad histórica. Yo la veo como mi país, la verdad. Es decir, hablando por ejemplo del idioma, que es lo que creo que representa la mayor expresión de un pueblo.
Yo que hablo habitualmente gallego, cuando vengo a Madrid me dicen: "Es que se te nota mucho que traduces". Es cierto. Yo lo vivo como mi país y no me impide eso ser ni más ni menos español, pero sí es una forma diferente de sentirlo. La propia Constitución reconoce que somos una nacionalidad histórica junto con el País Vasco y Cataluña, y como tal, creo que debemos expresarnos y manifestarnos.
Por eso no entiendo la posición del propio Rueda cuando es capaz de votar en contra de que el gallego se utilice en el Congreso de los Diputados. Me parece atentar contra el símbolo y el sentir de un pueblo, y más siendo el presidente de la Xunta. Por eso creo que esto también va mucho de cómo sentimos nuestro país.
El sistema de financiación autonómica será uno de los grandes temas de la legislatura. ¿Debe ser un sistema común para todas las comunidades o es posible que haya además una negociación bilateral distinta con Cataluña? ¿Cuál es su propuesta?
Los socialistas rechazamos la bilateralidad, más allá del protagonismo que tenga Cataluña como la comunidad que es, una comunidad pujante, como lo es Madrid. Pero bueno, yo creo que los criterios deben ser comunes para todos. Y así se ha firmado. La condonación de la deuda irá también con criterios comunes. La diferencia y el volumen de deuda es diferente también para Andalucía.
Soy partidario de que a las comunidades autónomas se les condone parte de la deuda. Como gallego quiero que se me condone la deuda y que dejemos de pagar intereses por la deuda que tengamos, con independencia del volumen de esa deuda. Pero tiene que haber criterios comunes, por supuesto. Es además lo que defiende el Gobierno.
En mayo, el Partido Socialista perdió una enorme cantidad de poder autonómico como consecuencia del desgaste causado por algunas decisiones del Gobierno central. ¿Hay decisiones de Sánchez que le pueden perjudicar en su campaña electoral?
No, yo estoy muy convencido de los tiempos que vivimos y de lo que podemos hacer, de nuestras posibilidades. Yo, por ejemplo, voy a aspirar a que me voten los mismos gallegos que nos votaron en las generales, y más: a esa parte de la población, que creo que somos mayoría en Galicia, que creemos que el momento que vivimos va a permitir conectarnos al magnífico mundo de la cogobernanza, que se practicó poco en España en los últimos 40 años. Pero ahí está la simiente de esa cogobernanza que nos va a permitir aprovechar oportunidades.
No podemos perder más el tiempo en la comunicación a las redes transnacionales de transporte, no podemos perder el tiempo en las redes de transporte de la energía, no podemos perder oportunidades para traer la reindustrialización, ni en sacar toda la potencialidad de la energía verde que puede convertir a Galicia en el verdadero Kuwait de la producción de la energía eléctrica y, por tanto, barata, que es uno de los mayores costes que tiene la industria.
Yo creo en una comunidad autónoma donde podemos aumentar y asumir más competencias. Desde hace 40 años no ampliamos competencias en Galicia y otras comunidades ya tienen un techo competencial más alto que Galicia. Y eso es porque el Partido Popular tampoco quiso.
¿Qué opina de la Ley de Amnistía?
Soy partidario de ella abiertamente. Va a contribuir sin lugar a dudas a una mejor convivencia. Hoy lo vemos en Cataluña, donde hay una convivencia muchísimo mejor que la que había hace seis o siete años.
Cuando la gente cree que las cosas se hacen para mejorar, lo interioriza domo algo positivo. Me preguntaban el otro día por el tema de Bildu y del terrorismo, y recuerdo cuando era chaval, cuando vi los atentados y los funerales, y cuando iban los políticos del Partido Socialista y del Partido Popular. Recuerdo a Mayor Oreja cuando decía: "Oye, que dejen las armas y que hagan política". Eso es lo que se decía hace 30 años. Por eso lo interioricé como algo más normal de lo que a veces algunos quieren exagerar. La gente tiene un profundo sentido común y si interioriza que esa decisión es buena para favorecer la convivencia, creo que no lo penalizará.
¿Cree que los ciudadanos gallegos lo entienden así?
Yo creo que sí, tienen un profundo sentido común. Y creo que no lo sitúan entre sus diez principales prioridades, por así decirlo. Yo creo que es un instrumento que se utiliza para una finalidad política que va a ser eficaz en mejorar la convivencia de nuestro país.
"Nuestro programa sí va a cambiar la vida de los gallegos. En los últimos 14 años se marcharon 60.000 jóvenes de Galicia"
Estas elecciones son las primeras después de las generales y la investidura, ¿serán una especie de examen a Sánchez y a Feijóo en clave nacional?
Hombre, puede afectar, pero en todo caso la gente siempre sabe lo que vota. A veces incurrimos en el error los políticos de pensar que en unos momentos la gente acierta y en otros se equivoca. Yo creo que siempre aciertan, y por tanto creo que la gente va a decidir pensando en qué es lo que quiere para los próximos cuatro años.
En este caso, el escenario del Partido Socialista va a ser claro: si quieren otros cuatro años más de lento decaer y de una posición de poner palos en las ruedas a todo lo que pueda venir de dentro o de fuera, pues efectivamente, seguirán votando al Partido Popular. Si creen en ese mundo mejor y que la sensación de cambio se instaure en Galicia, creo que van a optar por buscar un modelo diferente, un modelo exitoso. Y eso es lo que yo voy a defender y a pelear durante esta campaña electoral.
¿Le interesa una participación activa e intensa de Pedro Sánchez en la campaña?
Todo lo que defendemos los socialistas es positivo en esta situación. Cuando defendemos reindustrialización, es Partido Socialista, es Gómez Besteiro, pero también es Pedro Sánchez. Cuando defendemos el aumento de las pensiones en Galicia es el Partido Socialista, es Gómez Besteiro y es Pedro Sánchez.
Tenemos que poner en marcha todo eso. Partido Socialista, es Gómez Besteiro y es Pedro Sánchez. Cuando hablamos de más carga de trabajo para los astilleros en Ferrol, o mejor fluido eléctrico para una fábrica en Vigo, es Pedro Sánchez, es Gómez Besteiro.
No es el mejor momento para la unión de la izquierda, y en Galicia en particular. ¿Eso le puede perjudicar para tener una mayoría suficiente para gobernar?
Creo que no, en el sentido de que respeto la pluralidad. La pluralidad, por cierto, también va a venir en Galicia por el margen de la derecha: Vox acaba de confirmar que se va a presentar a las elecciones. Democracia Orensana también parece que va a competir por ese espacio de derechas con el Partido Popular, teniendo en cuenta que ya tiene un acuerdo entre el alcalde de Orense y el propio Partido Popular en esa provincia. Por tanto, la pluralidad hay que admitirla como tal.
Yo aspiro a que me voten muchos ciudadanos en Galicia y aspiro, además, con un programa absolutamente abierto, plural y dirigido a la inmensa mayoría de los gallegos. Nuestro programa sí va a cambiar la vida de la inmensa mayoría de los gallegos. Por ejemplo, en los últimos 14 años se marcharon 60.000 jóvenes de Galicia. Eso es algo a lo que no podemos resignarnos.
Supongamos que el PP gana sin mayoría absoluta ¿dejaría votar al más votado o haría un Gobierno de coalición con el resto de partidos?
[Risas] Sobre eso, a lo que siempre le dio la vuelta Feijóo cuando le interesaba, lo que tenemos que hacer es emplearnos a tope para que la inmensa mayoría de los gallegos voten y voten bien, y voten de forma clara. Y después tenemos que estar a lo que los ciudadanos decidan. No vamos a estar con este juego de repetir las elecciones hasta que salga nuestro número, ¿no?
¿Pactarían con el BNG?
El pacto es en primer lugar con los ciudadanos y con el modelo que representamos. Es decir, el modelo abierto, la Galicia que queremos para el futuro, y encajar ese modelo en la oferta política. Me voy a poner un escenario en el que el cambio, que yo casi estoy seguro de que se va a producir, lo va a liderar el Partido Socialista y, a partir de ahí, con el proyecto abierto que hacemos nosotros, creo que pueden caber múltiples opciones.
Vox no tiene representación en Galicia, no existe. Uno de los mantras o argumentarios del Partido Socialista en España es lo del miedo a la ultraderecha y los peligros de la derecha. En Galicia no va a poder usarlo.
Bueno, ya veremos primero cómo se comporta. Pero ahí prefiero hablar de nuestro proyecto, hacerlo atractivo, y no fijarnos tanto en lo que ellos hagan, porque además hoy el Partido Popular tiene una agenda de 14 años. Es decir, pocas cosas que prometió y cumplió. No puede presentar un proyecto de Galicia diferente de lo que pudo hacer durante 15 años.
La mitad del mandato de Feijóo se dedicó a echarle culpas al bipartito y la otra mitad no fue capaz de generar un modelo que nos situara en mejor posición, sino que estamos peor. Fíjese, por ejemplo, no se consiguió la tasa de ocupación o el nivel de desempleo que se llegó a cumplir en el gobierno del bipartito de Emilio Pérez Touriño. Yo ya no me voy a fijar tanto en lo que los gallegos vean en el Partido Popular, sino lo que puedan ver en el Partido Socialista.
"Es cierto, Sánchez me ofreció ser ministro, pero mi prioridad en este momento es Galicia"
Aquella experiencia de bipartito entre los socialistas y el BNG ¿fue una buena experiencia? Porque dio paso a la mayoría absoluta del PP de Feijóo.
A la vista de lo que decía Feijóo, debió ser un gobierno espectacular, porque después ha estado ocho o diez años echando la culpa al bipartito. Pero sí, efectivamente, situó muchísimas cuestiones muy positivas, como por ejemplo la vivienda pública. Fíjese que en cuatro años se hizo más vivienda pública en Galicia que en 12 de Feijóo y de Rueda. Los niveles de ocupación, el desarrollo y la utilización de nuestro idioma, la potenciación de nuestra cultura... pero sobre todo el desarrollo en infraestructuras. Yo creo que fue un gobierno fértil en ese sentido.
Acabó con una campaña electoral muy dura, ¿prevé ahora una campaña igual?
Por parte del Partido Socialista no. El Partido Socialista no va a hacer eso. El Partido Socialista va a hacer una campaña muy intensa, sumando todo el potencial que tiene, aspirando, como le decía antes, a que todas esas personas que nos votaron en generales y municipales nos voten, y más. Y por tanto, del Partido Socialista no vamos a entrar en ese tipo de campaña.
¿Es verdad que Sánchez le propuso ser ministro?
Es cierto.
¿De qué?
No puedo revelarlo. No soy yo el que debe entrar, pero sí, efectivamente, ese ofrecimiento se hizo, y yo le dije lo que él dijo el pasado fin de semana: que la prioridad mía en este momento es Galicia, y por tanto, no me parecía ético no seguir esa convicción.
A mi madre no se lo había comentado, y cuando el otro día lo reveló el presidente del Gobierno, me dijo: "¿Cómo no lo pensaste? ¿Elegiste bien?". Y bueno, queda la anécdota. Me siento profundamente halagado, es verdad, Pero bueno, yo creo que el momento era otro y yo en ese sentido, pues tomé la decisión de liderar este proceso y en Galicia es donde quiero quedarme. Eso es cierto.