Alberto Núñez Feijóo ha tocado a rebato. A una semana para que Pedro Sánchez sea investido de nuevo presidente del Gobierno, la dirección nacional del Partido Popular prepara la "mayor movilización" protagonizada hasta la fecha.
Los populares quieren demostrar que la gran mayoría de los españoles están en contra de la amnistía, incluidos muchos socialistas, y que la reacción social a los pactos de Sánchez con el independentismo "no es violenta", ni se parece a lo sucedido esta semana en Ferraz, donde grupos radicales de ultraderecha han protagonizado altercados en las protestas contra la amnistía.
En contraposición con la polémica ofensiva de Vox, que ha jaleado el asedio a las sedes del PSOE, el PP apuesta por llevar su protesta a las plazas de las ciudades como símbolo de respuesta democrática. "La gente tiene ganas de calle en toda España, de forma pacífica, distanciándonos de los violentos", remarca a este periódico uno de los principales dirigentes del PP.
Esta semana, todos los cuadros populares se están volcando con las manifestaciones del domingo. El vicesecretario de Organización, Miguel Tellado, mandó el miércoles una serie de instrucciones a los territorios, pidiéndoles que vigilen la seguridad de las protestas, para evitar contratiempos; que difundan la convocatoria por todos los medios, para garantizar "masiva asistencia", y que las sedes de cada capital de provincia cuenten con "equipos de voluntarios" dedicados a llamar a la gente del partido para que no falte nadie.
Ese mismo día, por la tarde, el PP organizó una videoconferencia de Feijóo, que arengó a los presidentes provinciales y a los secretarios generales del partido en las autonomías. El mensaje era claro: hay que llenar las calles para que el grito contra la amnistía suene con más fuerza que nunca. Eso sí, la imagen tiene que ser "ejemplar".
De arriba abajo, todo el PP estará este domingo en las plazas de las 52 capitales de provincia. El líder del partido hará acto de presencia en la madrileña Puerta del Sol, donde pronunciará un discurso; también tomará la palabra la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, y acudirá el alcalde la capital, José Luis Martínez-Almeida.
El resto de integrantes del comité de dirección del PP se trasladarán a sus respectivas ciudades. Cuca Gamarra irá a Logroño y Elías Bendodo estará en Málaga. De la misma manera, el resto de barones autonómicos alzarán la voz en las capitales de sus regiones: Juanma Moreno en Sevilla, Carlos Mazón en Valencia, Alfonso Rueda en Santiago, Marga Prohens en Palma de Mallorca... Los diecisiete presidentes del partido, gobiernen o no, están volcados con la causa.
"El independentismo quiere la resignación del pueblo y no la van a tener. Sánchez se ha rendido a las exigencias del independentismo, los españoles pueden tener la confianza de que nosotros no nos vamos a rendir; no les vamos a fallar", dijo ayer el líder del PP en su comparecencia desde Génova, tras la firma del acuerdo entre PSOE y Junts en Bruselas.
Recién conocidas las capitulaciones para la reelección del presidente en funciones, Feijóo advirtió de que la democracia queda en jaque. "Está volviendo a sufrir un ataque sin precedentes". También avanzó que "España va a sufrir", pero que "se va a recuperar como siempre ha hecho".
Entre otras cosas, subrayó, porque su partido, el PP, reaccionará de manera "firme y serena", usando la vía "institucional, legal, política y social" para impedir que se lleven a término algunos de los puntos que figuran en el acuerdo de Sánchez con Puigdemont.
En ese sentido, Feijóo se erigió este jueves en voz de "una mayoría de españoles, millones de españoles" y animó a la ciudadanía a participar este domingo, "a las 12 de la mañana", en las concentraciones que el PP está promoviendo por las plazas de toda España. Porque, recalcó, hay "más motivos" si cabe para protagonizar una "movilización serena y sin ira".
Preocupación en el PP
Las nuevas generaciones del partido se han activado con campañas comunicativas para que las concentraciones del domingo sean un éxito. En definitiva, todos los populares están trabajando a destajo para situar el foco en lo importante: el rechazo social que genera la amnistía, que según los populares va más allá de una ideología o unas siglas políticas.
No obstante, los dirigentes del PP consultados por este periódico admiten su preocupación por la tensión que se ha vivido esta semana como consecuencia del asedio a las sedes del PSOE.
Aunque, por otro lado, también creen que presentarse como una alternativa a la "deriva" del PSOE y a la "irresponsabilidad" de Vox -que para muchos ciudadanos ha acabado mimetizándose con grupos radicales- les puede resultar beneficioso.
En Génova hay un creciente malestar con los de Santiago Abascal, a los que acusan de "salir al rescate de Sánchez una vez más" por agitar las protestas ante las sedes del PSOE. Los socialistas, de hecho, tratan de que la atención se centre en los ataques a su partido y no en la medida de gracia a los independentistas.
Al respecto, Feijóo quiso zanjar la polémica con una condena rotunda de los altercados. "Aunque los profesionales de la manipulación y la mentira digan que no soy claro, tengo que decir que la violencia no tiene cabida en democracia; la violencia debe rechazarse siempre, y digo que la violencia no tiene cabida en democracia ya sea por ultras de extrema izquierda o de extrema derecha", dijo en unas jornadas en el Congreso.
Una y otra vez, reiteró: "La violencia no tiene cabida en democracia y su impunidad tampoco". El presidente del PP responsabilizó de manera directa al presidente en funciones de todo lo que está sucediendo: "Porque sus decisiones están destruyendo la democracia". Y criticó la doble vara de medir del PSOE: "De un lado están los que cometen actos violentos y antidemocráticos junto a los que los amnistían, del otro estamos los que condenamos lo uno y lo otro".
Fuentes populares defienden que "la sociedad española está más unida que nunca contra la deriva del Gobierno" y que, pese a "las mentiras del Gobierno", todas las movilizaciones que ellos han llevado a cabo como partido se han desarrollado "de un modo ejemplar". De ahí que, de cara al domingo, animen a la gente a "seguir manifestando su descontento de forma pacífica, serena y contundente". "No nos van a callar ni amedrentar", zanjan en el partido.