Podemos se distancia del acuerdo entre PSOE y Sumar y critica su "falta de ambición"
La formación morada fue la única que no envió a ningún representante a la firma del pacto programático entre los partidos.
25 octubre, 2023 02:26Podemos está empezando a adoptar un cierto papel de Pepito Grillo para el Gobierno de coalición, subido al hombro de Yolanda Díaz y recordándole entre bastidores lo poco de izquierdas que son desde que ellos no dirigen al espacio. Esta vez, a la hora de abordar el último acuerdo programático entre PSOE y Sumar, las palabras elegidas han sido "falta de ambición", las mismas que desde los cuarteles del Ministerio de Trabajo llevaban semanas repitiendo para referirse a Pedro Sánchez, un poco viniendo a decir lo mismo. Que no es lo suficientemente de izquierdas.
La formación morada no participó en la redacción del texto, no influyó en el argumentario del acuerdo y ni siquiera asistió a la escenificación de la firma este martes en el Museo Reina Sofía. Ningún representante oficial de Podemos tuvo opinión en la toma de decisiones, ni formó parte del comité que fijó posiciones el fin de semana en la casa de Díaz, ni acompañó a la vicepresidenta el lunes de madrugada a La Moncloa para finiquitar los flecos del pacto. Por primera vez, su influencia fue meramente testimonial y de cara a los medios.
Este martes por la tarde, pasadas unas horas de la firma, distintas fuentes de la formación morada rehusaban dar la guerra abierta contra un acuerdo de Gobierno que consideran insuficiente, pero reconocían la "falta de ambición" de Díaz y su negociador jefe, Nacho Álvarez, para "arrancarle" más al PSOE. Antes incluso, por la mañana, la formación morada convocó y acto seguido desconvocó una rueda de prensa del diputado Javier Sánchez Serna que coincidía con la hora de la firma.
Desde Podemos afean cómo Sumar se habría plegado a un acuerdo y unos términos de negociación que, dicen, ellos nunca habrían permitido. A lo largo del acto, uno de los chismorreos que se comentaban en el partido era la elección del lema con el que Sánchez y Díaz presentaban el acuerdo: España Avanza. Precisamente, el mismo que el PSOE utilizó durante la campaña del 23-J.
De hecho, fueron los grandes ausentes del acto del Reina Sofía. Ni Ione Belarra, ni Irene Montero, ni Lilith Verstrynge estuvieron entre el público, donde sí había asientos reservados para dirigentes como Mónica García (de Más Madrid), ministros del PSOE, como Pilar Alegría, Félix Bolaños y María Jesús Montero; y de Sumar, como Alberto Garzón y Manuel Castells. El único miembro de Podemos era Nacho Álvarez, al que hace tiempo que no cuentan entre los suyos.
"Cuatro años más"
Pedro Sánchez y Yolanda Díaz han seguido al pie de la letra la hoja de ruta que suele acompañar a los pactos de Gobierno de coalición. La liturgia, repetida desde los tiempos en los que el PSOE compartía la foto con Unidas Podemos y no con Sumar, dictaba una negociación encubierta con roces de cara a la galería, dos versiones contradictorias sobre los puntos de acuerdo, una reunión in extremis a altas horas de la madrugada y, al final, una escenificación simbólica con ambos líderes abrazados y sonrientes. Este martes se ha dado el último paso.
"Este Gobierno, al que le daban dos días, ha estado cinco años y estaremos otros cuatro más", ha reivindicado Sánchez durante la presentación del acuerdo, esta vez con el Museo Reina Sofía (Madrid) de telón de fondo. "Tras años de bloqueo del PP, este Gobierno ha devuelto la paz social y la estabilidad a la vida política con 200 reformas legislativas y con Presupuesto en fondo y forma", ha destacado.
Sin mencionarlo expresamente, el presidente del Gobierno en funciones quitaba hierro a las críticas que durante semanas lleva recibiendo por parte del PP por tener "secuestradas" las instituciones y dilatar demasiado los tiempos de la investidura. El pacto con Sumar era el más sencillo, pero sirve al PSOE para rellenar los huecos de un calendario que, cuanto más vacío, más evidencia el duro coste político de la amnistía a los líderes del procés.
En el comunicado remitido por ambas formaciones se asegura que este acuerdo, en el que los detalles más espinosos fueron cerrados por Sánchez y Díaz, es "fruto de las negociaciones que han tenido lugar desde finales de julio"; esto es, nada más conocerse el resultado de las elecciones. Como ya adelantó EL ESPAÑOL, las fricciones afloraron sobre todo en cómo redactar la reducción de la jornada laboral hasta las 38,5 horas sin pérdida de salario.