El presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, ha sido meridianamente claro este jueves en el Senado. "La amnistía es el punto de partida, el destino es votar la independencia", ha asegurado durante su intervención en la Comisión General de las Comunidades Autónomas celebrada en el Senado.
En un discurso de apenas diez minutos y pronunciado íntegramente en catalán, el president ha dicho que "la amnistía hoy es imprescindible para avanzar en la resolución de un conflicto político, para devolver un conflicto político a la política".
"La amnistía es imprescindible para que no se repita que ciudadanos vayan a prisión por razones políticas, acabar con los exilios forzados, con los espionajes, con la persecución que siguen sufriendo los ciudadanos de nuestro país" por haber participado en el 1-O, ha defendido.
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El Partido Popular había convocado la Comisión General para obligar a los presidentes autonómicos a posicionarse respecto a la amnistía que negocian el PSOE de Pedro Sánchez y los independentistas catalanes. Sin embargo, los barones socialistas no han acudido y ello ha servido al president para lanzar su discurso y marcar una posición propia.
El mensaje de Aragonès hay que entenderlo también en una lectura interna. Su partido, ERC, es partidario de una vía más posibilista para facilitar la investidura de Sánchez y rascar, al menos, la amnistía. Su competencia en Cataluña, el Junts de Carles Puigdemont, duda en cambio si mantener una vía más dura que incluya también el referéndum en el acuerdo.
Aragonès ha dicho que la amnistía es "un paso imprescindible" para que la ciudadanía de Cataluña "vote en un referéndum". "Queremos hacerlo de forma acordada, de forma reconocida", ha dicho, apostando por un referéndum como el que se celebró en Escocia.
Es decir, un referéndum pactado con el Estado. Con este alegato, Aragonès renuncia a la vía de la unilateralidad que durante tiempo ha defendido parte del independentismo. Si bien Pedro Sánchez se ha pronunciado taxativamente en contra de un referéndum, también lo hizo en contra de la amnistía y finalmente ha acabado cambiando su discurso.
El presidente catalán ha criticado al PP por convocar la Comisión General de Comunidades Autónomas sobre la amnistía. Ha acusado que Cataluña siempre se usa para "desgastar al adversario, gobierne quien gobierne" y que si de verdad hubiera interés en hablar de Cataluña se hablaría de la lengua oficial, de los cercanías o medidas como la vivienda o la lucha contra el cambio climático.
Los tres presidentes autonómicos del PSOE, Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha), Adrián Barbón (Asturias) y María Chivite (Navarra), han rechazado acudir a la comisión de este jueves. El objetivo es evitar que el PSOE se pronuncie sobre la amnistía.