Los expertos de Aragonès piden que la ONU o la UE hagan de 'árbitro' para negociar el referéndum

El Govern presidido por Aragonès analizará el próximo lunes este dictamen y fijará una posición al respecto, tras mantener un encuentro con sus autores, constituidos en el llamado Consejo Académico para el Acuerdo de Claridad.

El documento al que ha tenido acceso este diario, de 64 páginas, hace especial hincapié en la necesidad de hallar un ente mediador para alcanzar la confianza entre las partes, perdida en los últimos años. Fuentes del Govern confirman a este periódico que, más allá de la decisión que se tome este lunes en la reunión extraordinaria del Consejo convocada por Pere Aragonès, ésta será una exigencia clave.

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El dictamen establece que la citada figura del "árbitro internacional" deberá jugar una doble función en la negociación que se ha de abrir ahora con el Gobierno de Pedro Sánchez, en caso de que prospere su investidura.

"Las organizaciones internacionales, o alguna de sus instituciones, podrían operar como mediadoras para llegar a un acuerdo, y también como observadores del cumplimiento o incumplimiento de este", señalan los expertos convocados por Pere Aragonès.

"En caso de que alguna de las partes decidiera incumplir el acuerdo, o no negociara de buena fe", especifica al respecto, "las organizaciones internacionales podrían promover una política activa de reconocimiento o no reconocimiento. Podrían convertirse, finalmente, en una suerte de árbitros internacionales del conflicto".

Uno de los objetivos del independentismo, desde la etapa de Artur Mas, ha sido precisamente "internacional el conflicto": lograr el apoyo y la intervención de otras instituciones de la esfera internacional, que permitan legitimar las aspiraciones de Junts y ERC, y mediar en una hipotética negociación con el Gobierno central. 

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El informe de los expertos menciona específicamente tres instituciones que podrían jugar ahora ese papel: la Unión Europea, el Consejo de Europa y las Naciones Unidas.

"Pese a su sesgo favorable al statu quo y a la conservación de las fronteras territoriales vigentes, dado que son organizaciones creadas y formadas por Estados", indica el informe, "pueden ser actores interesantes no sólo para promover un acuerdo legítimo y duradero, sino también un acuerdo que resulte efectivo y viable".

Los académicos apuntan que la propia Unión Europea podría ser la mejor opción para desarrollar esta labor de mediación: "Por su naturaleza singular y sus objetivos ambiciosos, añade un vínculo de ciudadanía derivada y complementaria a la ciudadanía de sus Estados miembros", dice el documento. Y relata: "La Unión ha estado involucrada en los diversos conflictos territoriales y, por tanto, dispone de experiencia en la resolución de este tipo de conflictos".

La estrategia de la Generalitat coincide con la de Esquerra —lógicamente— y con la de Junts. De hecho, fuentes del partido liderado por Oriol Junqueras se jactan de haber atraído a Carles Puigdemont al punto al que ellos ya llegaron hace cinco años. "En realidad, no hay tanta distancia estratégica, pese a sus esfuerzos para decir que hacen cosas diferentes de las que Esquerra lleva años haciendo", apunta un portavoz oficial de los republicanos: "La clave es negociar para avanzar".

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El pasado viernes, Pedro Sánchez terminó su ronda de contactos con los representantes de los partidos a los que les pedirá el voto para su investidura con Míriam Nogueras, la portavoz de Junts, y mano derecha en Madrid del expresident fugado en Waterloo.

Nogueras le aclaró dos puntos al presidente en funciones, en los 80 minutos de encuentro, el más largo de los mantenidos por Sánchez: por un lado, que ella no había ido al Congreso a verse con alguien que le impusiera condiciones, sino que, muy al contrario, es el PSOE el que tiene que aceptar los términos de Junts o habrá que volver a las urnas el 14 de enero.

Y por otro, que la posición del partido quedó fijada, "e inamovible", el pasado 5 de septiembre, en la conferencia de Puigdemont en Bruselas. De hecho, ése fue el único documento que le entregó la portavoz juntaire al líder socialista: una transcripción traducida al castellano de la alocución de su jefe, hace cinco semanas en la capital europea.

Fuentes de Junts confirman que, una vez logrado el sí de Sánchez a redactar una ley de amnistía para Puigdemont y el resto de implicados en el procés, el detalle que toca despejar es el formato de la negociación. Y que "es necesario que haya una persona aceptada por las dos partes" facilitando los trabajos y marcando la agenda desde fuera.

Hacia un referéndum "pactado"

De hecho, los párrafos que más subrayó Nogueras fueron los referidos al "necesario mediador" para garantizar la "buena fe" de las negociaciones.

Primero, para que la amnistía no sea una quimera, ya que Junts ya ha tragado con que la ley se tramite y apruebe después de hacer presidente a Sánchez. Y segundo, para avanzar hacia el "referéndum pactado". Y ésa es una clave que, desde Moncloa, ya se valora como "un avance necesario": que Puigdemont "ya no actúa como un maximalista, sino que se implica en negociar".

Desde el lado de Aragonès, también se celebra esa unidad del independentismo, "Para que los 14 votos en Madrid remen en la misma dirección". Según fuentes oficiales de ERC, "al final, Junts no está haciendo otra cosa que un viraje de 180 grados en su estrategia para abrazar la nuestra".