Óscar Puente, el alcalde de las mil broncas a quien Sánchez quitó de portavoz por "ofensivo y chulesco"
- El exalcalde de Valladolid fue portavoz de la Ejecutiva del PSOE en 2017, pero Sánchez lo acabó cesando tras sólo dos ruedas de prensa.
- Sigue en directo el debate de la investidura de Feijóo
El murmullo que se oyó en la bancada del PP cuando se supo que iba a ser Óscar Puente quien defendiera la postura del PSOE en el pleno de investidura de este martes sirvió de preludio de lo que iba a venir.
El exalcalde de Valladolid, con un pasado enturbiado por los presuntos favores de concesionarios pucelanos, es una figura polémica que ha protagonizado mil broncas y se encargó de dejar su impronta en la tribuna del Congreso, embarrando el hemiciclo.
Puente, aguerrido sanchista, fue portavoz de la Ejecutiva del PSOE nacida en 2017, pero Sánchez lo acabó cesando tras sólo dos ruedas de prensa. "Le echaron por la agresividad y por el tono", reconoce alguien que ha trabajado años a su lado. "Él siempre ha sido ofensivo y chulesco, lo del Pleno de este martes no ha sido una novedad", añade.
Los que le conocen hablan de él como un personaje "muy soberbio que se tiene en muy alta estima". "El discurso de este martes ha sido como los de siempre, muy ofensivo. Es respondón y actúa por impulsos. No conoce el verbo rectificar, porque siempre hay alguien, que nunca es él, que está equivocado", comenta la fuente.
En el pleno de investidura de Alberto Núñez Feijóo, Sánchez optó por ceder la palabra a Puente, rompiendo así la tradición de que el presidente en funciones sea quien responde al aspirante, porque los socialistas entendían que servía, además de para ningunear al popular, para tumbar el argumento del PP de que debe gobernar la lista más votada.
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Amante del deporte, en concreto del baloncesto como el propio Pedro Sánchez, y casado con dos hijos, Puente se licenció en Derecho y se afilió al PSOE cuando sólo tenía 22 años. Desde entonces fue escalando por el PSOE de Valladolid, primero como número dos de Soraya Rodríguez, quien fuera portavoz socialista en el Congreso, y después como cabeza de lista, hasta que en 2015 se hizo con la Alcaldía.
Sin embargo, el pasado 28-M un pacto del PP con Vox le arrebató el bastón de mando a pesar de ser la lista más votada y eso le ha convertido en el candidato perfecto para decirle este martes a Feijóo que no siempre gobierna el más votado. Pero no sólo le dijo eso, sino que plagó el discurso de injurias.
Aunque los diputados del PSOE aplaudieron su intervención, en conversaciones informales algunos socialistas más moderados reconocían haberse sentido incómodos por la impronta que Puente dejó y el tono utilizado, previsible para el que le conoce pero que no ha dejado de sorprender.
Hasta Pablo Iglesias, otro personaje ducho en broncas parlamentarias, dijo en redes sociales que "el PSOE apuesta por Óscar Puente, su perfil más agresivo e incorrecto (a veces abiertamente macarra) para responder a Feijóo".
"Lo que ha hecho el PSOE al sacarle como portavoz en un debate de investidura, que es uno de los debates más importantes de la vida parlamentaria es todo un mensaje por parte de Pedro Sánchez. Es un mensaje de desprecio al candidato [Feijóo], que en democracia implica una falta de respeto a la institución del Congreso y a los millones de votantes que tuvo el PP", indica el antiguo colaborador de Puente.
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El Puente de siempre
Pero nada de lo que ha sucedido este martes es una novedad. Los que le conocen le han visto en estas muchas veces. Ahí van varios ejemplos:
Del exdiputado de Ciudadanos Toni Cantó dijo que "es simplemente una mierda que no te llega a la suela del zapato". Sobre Isabel Díaz Ayuso, en una entrevista en este diario, dijo que "no tiene reacciones normales, no es una persona equilibrada mentalmente".
Sobre la Gestora que se encargó del PSOE cuando Sánchez fue expulsado en 2016 dijo: "Prefiero mirar a la izquierda con el rabillo del ojo que estar con el culo en pompa a la derecha". Esa lealtad le fue premiada y Sánchez le nombró portavoz de la Ejecutiva, algo que ya sorprendió por su verborrea, y aun en ese momento fue locuaz: desveló su nombramiento en una entrevista antes de que el secretario general lo hiciera oficial.
También generó polémica cuando dijo que no llevaba a la cantante Rosalía a actuar a las fiestas patronales de Valladolid porque pedía un caché de 500.000 euros. A raíz de sus palabras, publicadas en Twitter, su medio de comunicación favorito, se generó un debate sobre los honorarios de los artistas y la cantante catalana acabó desmintiendo las afirmaciones de Puente.
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Pero sus problemas no han sido sólo con la palabra, también ha protagonizado polémicas con los hechos. Puente fue juzgado por un presunto cohecho porque, en 2020, se fue de vacaciones a Ibiza con su hija en el yate de un empresario amigo, Sergio Zaitegui, que fue el que corrió con los gastos.
Tan solo cinco meses antes, en plena pandemia de la Covid, el Ayuntamiento de Valladolid capitaneado por él había adjudicado a ese mismo empresario un contrato de 195.178 euros por la compra de material sanitario. Finalmente, la causa fue archivada.
Pero al año siguiente, en el verano de 2021, volvió a suceder algo parecido. Puente estuvo utilizando para sus vacaciones personales un vehículo de lujo valorado en 180.000 euros que pertenecía a la empresa Grupo Recoletas, un grupo hospitalario con varias concesiones en Valladolid.
Aún es difícil saber qué papel jugará Óscar Puente en esta legislatura, pero ahora que no es alcalde y sí diputado en el Congreso, sus palabras y sus salidas de tono van a llegar a mucha más gente. Nadie duda de que Sánchez lo utilizará cada vez que quiera emponzoñar el terreno: "No hay un artista mejor que él en eso", zanja alguien que le conoce muy bien.