El Gobierno en funciones, a través de su portavoz Isabel Rodríguez, ha tachado al expresidente del Gobierno José María Aznar de "golpista" y ha exigido que el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, le corrija.
Rodríguez ha sido preguntada en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros sobre las declaraciones de Aznar respecto a la posible amnistía a líderes del procés independentista en las que ha pedido una "rebelión" contra esta medida.
Para la portavoz en funciones, estas palabras son de enorme "gravedad" y ha hablado de "comportamientos antidemocráticos y golpistas, incompatibles de valores democráticos".
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Ha señalado que Aznar "mintió a los españoles cuando utilizó el mayor atentado terrorista en España", en referencia a los ataques terroristas del 11-M de 2004.
En su opinión, el expresidente no tiene credibilidad ni "valor político y moral" y, por ello, Feijóo debería pedirle inmediatamente que rectifique. Y ha concluido: "Lo siguiente será llamar a un alzamiento".
Rodríguez ha eludido todas las preguntas sobre la posible ley de amnistía para los líderes independentistas del proces de 2017 que negocia Moncloa con Junts y ERC. Se ha amparado en el respeto a la investidura de Feijóo que se votará desde el 26 de septiembre con nulas posibilidades de salir adelante.
No ha respondido al cambio de posición del Gobierno que antes de las elecciones del 23 de julio consideraba inconstitucional la amnistía y se negaba a aceptarla cuando se lo pedían los independentistas.
El Ejecutivo de Pedro Sánchez responde así a Aznar, que ha asegurado este martes en la inauguración del campus Faes que la amnnistía exigida por Puigdemont y la hipotética cesión del Gobierno es "un proyecto de desconstrucción nacional, de disolución nacional".
Para exlíder del PP, la amnistía "pone en riesgo" la "continuidad de la nación" como "comunidad política de ciudadanos libres e iguales y como Estado bajo el imperio de la ley". Por eso ha invocado a una movilización transversal ya que "ninguna instancia, ningún poder democrático, ningún liderazgo social, cultural o intelectual... puede quedarse al margen de una tarea que nos debe convocar para asegurar el futuro.