La Junta Electoral Central (JEC) ha denegado la solicitud de Sumar de abrir los colegios electorales el próximo 23 de julio hasta las diez de la noche.
El partido encabezado por la ministra Yolanda Díaz pidió al organismo que vela por la limpieza de los procesos electorales que, debido al calor, los colegios electorales abrieran hasta las 22.00. La JEC lo rechaza y recuerda que, según la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG), deben clausurarse a las ocho de la tarde.
"Conforme a lo dispuesto en el artículo 88 de la LOREG, la votación se cierra a las 20 horas. La circunstancia de que en el presente caso la votación tenga lugar el 23 de julio, no plantea ninguna particularidad, al menos en este momento", indica la Junta en un acuerdo, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL.
Este artículo de la ley electoral dispone que a las ocho de la tarde, el presidente de cada mesa electoral "anunciará en voz alta que se va a concluir la votación". "Si alguno de los electores que se hallan en el local o en el acceso al mismo no ha votado todavía, el presidente admitirá que lo hagan y no permitirá que vote nadie más", añade.
El pasado 26 de junio, el portavoz de campaña de Sumar, el eurodiputado Ernest Urtasun, anunció una batería de medidas que el partido le planteó a la JEC para garantizar la participación en los comicios generales del 23-J. Entre ellas, esta ampliación del horario de los colegios electorales.
Urtasun defendió que estas medidas pretenden "garantizar la seguridad" durante la jornada, ya que en algunas zonas del país se superarán los 40 grados el 23 de julio.
La última encuesta elaborada por SocioMétrica para EL ESPAÑOL, publicada este domingo, indica que Sumar, la coalición de 16 partidos que encabeza Yolanda Díaz, retrocede seis décimas y pierde tres escaños en una semana, hasta quedarse con 32 asientos en el Congreso de los Diputados. Se mantendría así en cuarta posición, por detrás de Vox, que conserva 41 escaños.
Hay otro factor determinante. El PSOE no crece a costa del PP, sino de Sumar. Todo ello, a pesar de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha mimado y elogiado públicamente a su vicepresidenta y ministra de Trabajo, consciente de que necesita tener a su izquierda a una formación sólida, y más dócil que Podemos, para mantener sus expectativas de seguir en la Moncloa.