Millones de personas fueron a las urnas el próximo 28 de mayo. Ese día, se celebraron elecciones en 8.131 municipios de España y en 12 comunidades autónomas, además de en las ciudades de Ceuta y Melilla.
Para que todo funcione a la perfección, se siguió un proceso durante los días previos. Proceso en el que, por ejemplo, se han elegido las personas que conformaran todas y cada una de las mesas de los colegios electorales.
Dichos colegios abrieron el domingo a las 9 de la mañana. Y los mayores de 18 años tenían hasta las 20:00 horas para depositar su voto de manera presencial. A esa hora, se cerraron las puertas de los colegios y se iniciará el recuento de votos.
¿Cómo se recuentan los votos?
Superadas las 20:00 horas, se inició el recuento de papeletas. Ahí desempeña un papel importante el presidente de la mesa electoral. Será él quien abra el correspondiente sobre y lea en voz alta la candidatura votada. Por tanto, se trata de un procedimiento manual.
Una vez que el presidente de la mesa ha leído la candidatura votada, pasa la papeleta a los vocales, interventores y apoderados para que lo comprueben. Estas personas han estado durante todo la jornada electoral, desde que se han constituido las mesas (un procedimiento que suele arrancar una hora antes de que se abran los colegios, es decir, a las 8 de la mañana) hasta el cierre de las mismas.
¿Puede haber público en el recuento?
Como ya ha quedado reseñado, en el recuento de los votos están presentes tanto el presidente de la mesa como los vocales, interventores y apoderados de cada partido. Estos últimos tienen, entre otras funciones, la de supervisar cada uno de los pasos que se dan, presentar reclamaciones si las hubiera, llevarse las copias de las actas y pedir, si fuera menester, que no se destruyan las papeletas cuando se ha terminado de contar.
La pregunta que surge es si puede haber alguien más. Y la respuesta es que sí. De hecho, cualquier persona puede solicitar estar presente en el recuento de las papeletas. De hecho, y según expone el Ministerio del Interior, el único requisito es que conserve el orden público en el espacio habilitado.
¿Qué ocurre cuando acaba el recuento?
El orden en que se lleva a cabo el recuento es el siguiente: primero, los votos depositados de modo presencial; después, los votos por correo. Son los trabajadores de Correos los que llevan dichos votos a la mesa correspondiente.
Una vez terminado el recuento de las papeletas, y se ha comprobado que no hay discrepancias por parte de la mesa y de los interventores y apoderados de cada partido, se rellena el acta del escrutinio.
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Una copia de dicha acta se entrega a los interventores; otra, a un representante de la administración que será quien envíe los datos para acelerar su publicación; y una tercera que se entregará en los Juzgados de Primera Instancia o de Paz.
En dicha acta se incluyen las listas del censo electoral y las certificaciones censales aportadas; el número de electores que han votado; el número de interventores que han votado no figurando en las listas de la mesa; el número de papeletas nulas; el número de papeletas en blanco; y el número de votos obtenido por cada candidatura. El acta se entrega en un sobre cerrado. En el cierre se ponen las firmas de los miembros de la mesa.
¿Es seguro el proceso?
De manera categórica se puede decir que sí. Y varias son las razones para afirmarlo. Una de ellas es que el conteo es manual, y con testigos por parte de los partidos que se presentan. Si hubiera algún motivo de discrepancia, lo harían saber.
Además, en España no existe el voto electrónico. Esta opción si existe en otros países. Como también el recuento electrónico. Estas máquinas sí podrían ser manipulables por algoritmos informáticos. En España, es Indra quien efectúa la transmisión de los datos procedentes de las mesas electorales. Dichos datos han sido comprobados previamente por los integrantes de las mesas y los interventores y apoderados de cada partido político.