El 28 de mayo ha sido un día muy importante para España ya que buena parte de su territorio se ha jugado su futuro político a través de las elecciones autonómicas y municipales. Los ciudadanos del país acudieron a las urnas desde que se abrieron los colegios electorales a las 09:00 horas de la mañana.
Desde los pueblos más pequeños y poco poblados del territorio nacional que han cerrado la fiesta de la democracia en cuestión de minutos hasta las grandes ciudades y capitales que marcarán el rumbo político de un nuevo ciclo que se abre este lunes. Además, estas elecciones son muy importantes ya que supondrán un ensayo general de las generales que vendrán a finales de este 2023.
En momentos de acudir a las urnas para depositar el voto, a los ciudadanos les surgen siempre algunas preguntas que pueden ser claves a la hora de dibujar el organigrama político de los pueblos, ciudades y comunidades de España. Una de las más frecuentes, y a la que ahora damos respuesta, es conocer la diferencia entre mayoría absoluta y mayoría simple.
¿Qué es la mayoría absoluta?
El sueño de casi todos los políticos, e incluso de toda persona que se somete a un proceso de votación para algo, es conseguir su éxito a través de la mayoría absoluta, ya que la unanimidad suele ser un sueño imposible de alcanzar. Esta condición es muy sencilla de explicar, ya que se obtiene a través del voto favorable de la mitad de los miembros del órgano correspondiente.
Es decir, se necesita el voto afirmativo de la mitad de personas más una que participan en el comicio en cuestión. En este caso, se trata de las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo. Así pues, y a modo de resumen, la mayoría absoluta se consideraría con la acumulación de más de la mitad de los votos.
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Respecto a la condición de mayoría absoluta, existe una particularidad teniendo en cuenta la cantidad de votos generales. Estos pueden ser número par o impar. Si los votos son número par, la mayoría absoluta se alcanzará obteniendo el número entero inmediatamente superior a la mitad.
En cambio, si el número de votos es impar, la mayoría absoluta la determina el número entero siguiente a la fracción de la mitad del total. Es decir, si el número de votantes es 7, la fracción de su mitad sería 3,5 y, por lo tanto, la mayoría absoluta sería alcanzar el 4. Una particularidad difícil de alcanzar en las votaciones sería la de la unanimidad, hecho que se produce cuando se alcanzan tantos votos como participantes se presentan a los comicios.
¿Qué es la mayoría simple?
La otra pregunta importante que se hacen muchas personas cuando acuden a las urnas, o incluso cuando están esperando ya los resultados, es saber en qué consiste realmente la mayoría simple, la cual es muy diferente a la mayoría absoluta, sobre todo a la hora de gestionar y de dirigir. Esta no permite hacer y deshacer al antojo del partido en cuestión, sino que necesita buscar apoyos.
Para llegar a la mayoría simple, también es necesario que los votos favorables sean más que los votos en contra. Sin embargo, la diferencia radica en que es suficiente con que haya más votos que indiquen sí de los indican que no. En esta cuestión no se tiene en cuenta el número total de votantes. Pero sí, por ejemplo, aquellos votos que se consideren nulos o en blanco, así como las abstenciones en otro tipo de votaciones. Para ello, el partido que haya logrado dicha mayoría, debe contar con el beneplácito de otros que le permitan gobernar. En ocasiones, ambas formaciones llegan a formar incluso una coalición de cara a la legislatura.
La clave es que los votos a favor sean más que los votos en contra. Esta mayoría se conoce, además de con el calificativo de simple, como relativa u ordinaria. Se define como una modalidad en la toma de decisiones que necesita más síes que noes en la emisión de votos. Ahora, en estas elecciones del 28 de mayo que han obligado a los españoles a acudir a las urnas autonómicas y municipales, una vez se proceda al conteo de votos, muchas fuerzas políticas estarán pendientes de estos dos conceptos.