El secuestro de Maracena y la compra de votos revientan la campaña del PSOE y silencian a Sánchez

Los mensajes de fin de campaña que los partidos habían preparado en vísperas de las elecciones han sido sepultados por noticias sobre venta de votos por correo o procedimientos que afectan a los partidos.

El peor parado está siendo el PSOE, tras la detención de dos candidatos de la lista socialista de Mojácar (Almería), los trece detenidos en Albudeite (Murcia) y los arrestados en Melilla vinculados al partido coaligado a los socialistas, entre otros.

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A eso hay que sumar la investigación al número tres del PSOE de Andalucía en relación a un caso de secuestro en el que también está relacionada la alcaldesa de Maracena (Granada) y hasta la referencia al caso de los ERE de Andalucía justo este jueves, al conocerse el informe médico sobre José Antonio Griñán, expresidente de la Junta. En el primer caso, la importancia radica en la relevancia del investigado, el secretario de Organización del PSOE de Andalucía, Noel López, y hombre de confianza del líder regional Juan Espadas.

Por el momento, el líder socialista y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no ha mencionado expresamente estos casos. En su mitin de Madrid de la noche del jueves, sólo acusó a la derecha de embarrar.

La tormenta perfecta ha caído sobre el equipo de campaña del PSOE y encima sin apenas tiempo para reaccionar de aquí al domingo, según lamenta unos de sus miembros. Todo queda difuminado con los escándalos y el cruce de acusaciones. Sus planes han saltado por los aires.

Por ejemplo, ayer Moncloa y el PSOE difundieron un pronunciamiento de Unesco sobre Doñana que podía servir casi como traca final de la campaña. Sin embargo, la noticia apenas pudo abrirse paso entre las informaciones policiales y de tribunales sobre la campaña.

Eso a pesar de que el informe plantea “la posibilidad de retirar a Doñana su reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad en el caso de que se confirme la deriva legislativa emprendida por el Gobierno de Andalucía”.

Denuncias del PSOE

Candidatos socialistas, que ya han lamentado estas semanas que desde Moncloa se haya "nacionalizado" la campaña, se han visto obligados a responder sobre estos casos en sus comparecencias públicas. Por ejemplo, el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, criticó con contundencia estos comportamientos.

Fuentes socialistas explican que se trata de casos muy localizados y puntuales, por supuesto ajenos a la dirección del partido. Explican que tienen lógicas locales muy concretas. De hecho, hay casos también de otros partidos, especialmente, el PP.

Por eso, desde el PSOE difundieron ayer denuncias presentadas por los socialistas en diferentes localidades sobre supuestos intentos del PP de interferir en el voto por correo, so pretexto de pretender ayudar a votar a ciudadanos. De ninguna de esas denuncias se conoce que haya habido detenciones hasta el momento.

Por ejemplo, el PSOE de Huelva presentó una denuncia telemática ante el Juzgado de Instrucción de La Palma del Condado (Huelva) contra el PP y el Ayuntamiento de Villalba del Alcor por un presunto fraude en el voto por correo.

El caso de Melilla, siempre según el PSOE, no tiene nada que ver con los socialistas. El partido se remite, incluso, a diversas informaciones que aseguran que algunos de los implicados dicen que han actuado para el PP.

Por eso, siempre según el PSOE, Alberto Núñez Feijóo ha sido hasta ahora tan prudente al referirse a estos casos.

Añaden que esta situación no puede ser utilizada para deslegitimar los resultados ni el recuento oficial, y temen que el clima de sospecha pueda favorecer a opciones antisistema como Vox.

La dirección federal del PSOE insiste en que ha actuado y que actuará con contundencia, apartando del partido a los detenidos o investigados, como se ha hecho ya en Mojácar. En todo caso, la campaña termina donde no quería el equipo de Moncloa.