El PP ha cubierto la fachada de un edificio de seis plantas en la calle Ferraz de Madrid, a escasos metros de la sede nacional del PSOE, con un cartel gigante en el que figura Pedro Sánchez junto al líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi, el portavoz parlamentario de ERC, Gabriel Rufián, las ministras de Trabajo e Igualdad, Yolanda Díaz e Irene Montero, y el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique.
El cartel está presidido por la frase: "La coalición de Gobierno seguro que les desea Feliz 2023". La organización juvenil del PP, que ha sido la promotora de esta iniciativa, ha completado la frase en las redes sociales: "Brindarán por una España más débil y sumisa, que no se cumplan sus deseos".
La presidenta de Nuevas Generaciones, la diputada Bea Fanjul, ha publicado un vídeo en el que se ve cómo se colocaba la pancarta y en el que afirma que España "con Pedro Sánchez no está para bromas ni siquiera el 28 de diciembre... o un poco sí". "Ojalá 2023 sea el último año que 'nos felicita' la coalición de Gobierno", ha recalcado.
En el equipo de Feijóo aseguran que lo que empezó como una alianza puntual de Sánchez con separatistas y nacionalistas se ha terminado convirtiendo en un bloque político sólido.
Es más, de cara a las próximas elecciones municipales y autonómicas que se celebrarán en el mes de mayo, los populares plantearán la disyuntiva de "Sánchez o España". Y es que en el PP consideran que las alianzas gubernamentales van en contra de los intereses del país.
Fuerzas radicales
Las juventudes populares, con la iniciativa puesta en marcha este miércoles, denuncian que el presidente del Gobierno se ha plegado de forma definitiva a las fuerzas radicales. Esta acusación la basan, por ejemplo, en el último capítulo de cesiones a ERC con la derogación de la sedición y la rebaja del delito de malversación.
Para el Partido Popular el jefe del Ejecutivo ha perdido toda credibilidad, porque se comprometió en la campaña electoral de las últimas elecciones generales a tipificar en el Código Penal la convocatoria de un referéndum ilegal de independencia, y ha terminado indultando a los condenados del procés y rebajando sus delitos.
En la dirección de los conservadores ven prácticamente imposible llegar a acuerdos con el Gobierno y con el PSOE mientras mantenga las alianzas con separatistas. Así lo dejó caer el mismo Feijóo, cuando puso fin a la negociación para renovar el CGPJ por la sedición. "Los acuerdos de Estado llegarán con este PP y con otro PSOE", dijo entonces.
Ese argumento lo sostienen actualmente los dirigentes populares: no se sentarán nuevamente en una mesa de negociación con el Ejecutivo o el PSOE para resolver cuestiones como el desbloqueo en el Poder Judicial si no rompen con sus socios de ERC y Bildu.