Pedro Sánchez se ha abierto definitivamente a estudiar la rebaja del delito de malversación tal y como pide ERC. El presidente ha confirmado su postura este martes, durante el acto de aniversario de la Constitución, en conversación informal con los periodistas.
Aunque asegura que no está negociando con los independentistas catalanes, tanto el presidente como su entorno hablan ya de "derecho comparado" en materia de malversación respecto a otros países de la Unión Europea. En ese sentido, desde Moncloa apuntan a los códigos penales de países como Portugal, Francia o Italia como modelo a seguir.
El presidente ha avisado, eso sí, de que "no va a haber un retroceso en materia de lucha contra la corrupción, hagamos lo que hagamos". "La reforma no va a servir para rebajar penas por corrupción", ha insistido.
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Desde Moncloa, además, ponen un ejemplo: "Imaginemos un alcalde que recibe fondos europeos para digitalizar el Ayuntamiento y destina parte de ese dinero a pagar las nóminas porque no tienen recursos. Es malversación, pero no corrupción. No tiene sentido que se pene igual a un Luis Bárcenas, que se ha enriquecido, que a ese alcalde".
La derogación del delito de sedición, presentada por el PSOE y Unidas Podemos, pasó su primer trámite parlamentario el pasado jueves al superar el debate de las enmiendas a la totalidad. Ahora se espera que ERC presente esta semana, previsiblemente el viernes, una enmienda al articulado con la que buscarán rebajar también las penas por malversación.
El objetivo de los independentistas es hacer más liviana la carga penal que pesa sobre los condenados por el procés separatista que tuvo lugar en Cataluña en el año 2017. Desde el Gobierno aseguran que este tipo de medidas sirven para apostar por la concordia, frente a la confrontación directa que, dicen, se vivió en aquel año en el que gobernaba el Partido Popular.
Hasta ahora, el Gobierno había mantenido la postura de que ERC podía presentar una enmienda para rebajar la malversación estando en su derecho y que el Ejecutivo las estudiaría como estudia todas las enmiendas.
Sin embargo, el paso marcado este martes supone todo un avance en ese sentido porque ya hablan de ello abiertamente. Y aunque insisten en que no es algo pactado con los independentistas, el hecho de que ya se haya estudiado indica que Moncloa está perfilando una solución que contente a ERC.