El reciente fichaje de Ignacio Manrique de Lara como alto cargo de Patrimonio Nacional no habría sido noticia de no ser porque se trata del marido de Nadia Calviño, y quien firmó su contratación es Ana de la Cueva, ex mano derecha, como secretaria de Estado, de la ministra de Economía y vicepresidenta del Gobierno durante los tres primeros años de la legislatura.
Fuentes oficiales de Patrimonio Nacional justifican la contratación de Manrique alegando que se presentó a un concurso y "obtuvo por unanimidad" de la comisión evaluadora "la máxima puntuación en todos y cada uno de los méritos establecidos en la convocatoria".
Ocho candidatos se habían presentado a la convocatoria para "contratar un coordinador de marketing de Patrimonio Nacional".
Por su parte, alejándose en todo de la polémica, fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital aducen que este asunto "no tiene nada que ver" con Calviño, ni con su trabajo ni con su puesto como vicepresidenta del Gobierno. "Es Patrimonio Nacional quien debe informar de este tema para despejar cualquier género de dudas", concluyen.
Antes de presidir Patrimonio Nacional, De la Cueva fue tres años secretaria de Estado, desde la llegada del PSOE al poder, en 2018, hasta 2021. Previamente, había desarrollado toda su carrera profesional en este Ministerio, en el que ingresó por oposición en el Cuerpo de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado en 1991, y en el que ocupó distintos cargos de responsabilidad.
Como número dos de Calviño, se encargó de manejar tanto el impacto económico y financiero de la crisis de la Covid-19, como la desaceleración económica. Además, formó parte del equipo que diseñó el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia financiado con los fondos europeos NextGenerationEU.
Su nombre se vio envuelto en la investigación judicial del rescate de la aerolínea Plus Ultra, que recibió 53 millones de euros del Gobierno, procedentes del fondo de apoyo a la solvencia de empresas estratégicas. El motivo es que, por su condición de secretaria de Estado de Economía, formó parte del consejo gestor que se encargó de revisar las solicitudes de ayuda.
Tras casi tres años en el cargo, De la Cueva decidió dejar su puesto en mayo de 2021 para tomarse un descanso y cogerse una excedencia como funcionaria pública. Poco más de tres meses después, se anunció su incorporación al consejo de administración de Patrimonio en calidad de presidenta.
PP: "Algo debe estar mal"
A pesar de las explicaciones del Ejecutivo, en el Partido Popular no piensan dejar pasar por alto este nombramiento, que consideran rayano en el nepotismo. Fuentes cercanas a Alberto Núñez Feijóo aseguran "no dar crédito" con el nombramiento de Manrique de Lara, que califican desde la dirección de la formación como "un disparate".
Según estas fuentes, "alguien tiene que paralizar" la contratación del marido de la vicepresidenta como alto cargo de una entidad pública presidida por una de sus más estrechas colaboradoras. Según ha podido saber EL ESPAÑOL, el líder de la oposición telefoneó a la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, para tratar el caso.
"Esto debe tener alguna cosa que no es exacta", dijo Feijóo a Gamarra, incapaz de dar por buena la información. Y es que en Génova consideran que si el Ejecutivo permite que el esposo de Calviño tome posesión de su puesto en Patrimonio Nacional, "se equivocará rotundamente".
"Si nosotros vemos a un ministro cuya pareja se presenta a una oposición en la que el tribunal está formado por altos cargos del Gobierno o de la Administración, les decimos que tiene dos posibilidades: o te retiras, o te vas y lo dices en quince minutos. No hay más", aseguran en fuentes del PP.
La propia Calviño, en Bruselas, ha eludido dar explicaciones este martes sobre la contratación de su marido. La vicepresidenta primera ha calificado la noticia de "ataque personal absolutamente injustificado" y se ha remitido a la información suministrada por Patrimonio Nacional sobre cómo se hizo el proceso de selección.
"Llevo cuatro años y medio escuchando todo tipo de ataques personales absolutamente injustificados. Creo que Patrimonio Nacional ya ha dado información muy detallada sobre ese proceso y no tengo nada que añadir", ha esquivado Calviño en la rueda de prensa que ha ofrecido al término de la reunión del Ecofin.
Hasta 120.000 euros
Según adelantaba hoy el diario El Mundo, la contratación de Manrique de Lara está avalada con la firma de la presidenta de Patrimonio Nacional, Ana de la Cueva. Patrimonio Nacional depende orgánicamente del titular de Presidencia, Félix Bolaños, compañero de Calviño en el Consejo de Ministros.
Según una portavoz de Patrimonio Nacional, al proceso de selección se presentaron ocho candidatos, que fueron examinados por "una comisión de cinco miembros: dos de Patrimonio Nacional, uno del Ministerio de Cultura, otro del Museo Reina Sofía y el último del ministerio de Trabajo".
"La comisión acordó unos criterios de valoración, de manera previa a puntuar a los candidatos. Estas comisiones actúan de forma autónoma, sin participación alguna de personas externas", sostienen en Patrimonio Nacional. No obstante, dos de sus miembros proceden de ministerios del Gobierno de Pedro Sánchez y otros dos del propio Patrimonio Nacional.
De este modo, Manrique de Lara firmará "un contrato de alta dirección" como coordinador de marketing de una entidad pública que preside una colaboradora de su mujer.
Al pertenecer esta entidad al Grupo 1 de la Administración, ese puesto está remunerado, según las tablas oficiales, con un sueldo que oscila entre los 84.000 y 120.000 euros brutos, es decir, que su salario será más alto que el de su esposa, que -según los Presupuestos Generales de 2022- recibe 79.746 euros brutos al año.
El real decreto que regula el régimen retributivo de los "altos directivos" del sector público empresarial especifica que el tope legal de salario es de 105.000 euros al año. Pero esa cantidad, fijada en 2012, "constituye la retribución mínima obligatoria", y se ha ido actualizando. Además, la norma estipula que Manrique de Lara tiene derecho a cobrar otras cantidades "complementarias", o "variables" o retribuciones "en especie".