La gestión que tanto el PSOE como el Partido Popular hacen de sus fundaciones vinculadas presenta serios déficits que amenazan su viabilidad. En los años 2018 y 2019, estas 15 entidades ingresaron 5,87 millones de euros entre subvenciones y aportaciones privadas. Y sin embargo, sumaron en su conjunto unas pérdidas de 304.082,52 euros.
Estos son los datos que refleja el último informe de fiscalización de las fundaciones dependientes de partidos políticos que ha elaborado el Tribunal de Cuentas y que ha hecho público esta semana. Aunque analiza todas las fundaciones vinculadas a formaciones políticas, los resultados más llamativos aparecen en las 13 del PSOE y en las dos del Partido Popular.
Las fundaciones de los partidos son entidades político-culturales, algo etéreas, que buscan desde difundir las ideas de la formación, hasta gestionar activos como el archivo y hacer de laboratorio de ideas o, incluso, formar a los cuadros. Eso, en teoría. Sin embargo, en la práctica, muchas veces se convierten en un lugar para captar subvenciones y en el que alojar a miembros sin cargo público.
La que más pérdidas registra, según el informe del Tribunal de Cuentas, es la principal del PSOE, la Fundación Pablo Iglesias. En los dos años fiscalizados, recibió un total de un 1.076.283,07 euros en subvenciones y aportaciones. Pero su balance final arroja un resultado negativo de 359.553,3 euros.
Situación límite
El patronato de la fundación está presidido por la exministra socialista María Luisa Carcedo. Cuenta entre sus filas con destacados dirigentes socialistas como Félix Bolaños, Carmen Calvo, Adriana Lastra, Patxi López, Reyes Maroto, José Félix Tezanos e, incluso, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
En su informe, el Tribunal de Cuentas ubica a la Fundación Pablo Iglesias en una situación límite. Según subraya, le debe al PSOE nada menos que 2 millones de euros y tiene un patrimonio negativo de 1,8 millones, por lo que "se estima conveniente que la Fundación elabore un plan de saneamiento con objeto de alcanzar el necesario equilibrio patrimonial".
Esa recomendación, encadenada año tras año, está lejos de cumplirse. De hecho, el PSOE ha estado prestando dinero a la Fundación a fondo perdido. El informe indica que el partido concedió un préstamo de 1,8 millones de euros "para compensar pérdidas" y, tanto en 2018 como en 2019, la formación liderada por Pedro Sánchez ha estado condonando esa deuda por la incapacidad de la Fundación para devolverlo.
Esto va a llevar al PSOE a disolver su otra gran fundación, la de Ideas para el Progreso, cuyos activos se integrarán en la Fundación Pablo Iglesias. Sin embargo, la medida no va a servir para sanear las cuentas porque también tiene su patrimonio en negativo y registra pérdidas.
Respecto al Partido Popular, la peor parada es la Fundación Concordia y Libertad, anteriormente llamada Fundación Humanismo y Democracia. Desde que FAES, la entidad del expresidente José María Aznar, se desvinculara del partido en 2016, durante las tiranteces con Mariano Rajoy, Concordia y Libertad se ha convertido en la principal fundación del PP. Está presidida por Adolfo Suárez Illana y su vicepresidenta es la portavoz del partido en el Congreso, Cuca Gamarra.
Fondos públicos
Se trata, de todas las analizadas, de la fundación que más dinero ha recibido: 3,6 millones de euros en subvenciones y aportaciones privadas. La mayoría de los fondos de origen público provienen de gobiernos locales del PP, como la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid, la Junta de Castilla y León o la Región de Murcia.
Fuera de los dos grandes partidos, el Instituto 25 de Mayo para la Democracia -ahora renombrado como Instituto República y Democracia-, vinculado a Podemos y presidida por Pablo Iglesias, tampoco tiene sus cuentas saneadas. Ingresó en 2018 y 2019 372.748,16 euros, pero su resultado en el mismo período es de -185.727,72 euros.
Esta es la primera vez que el Tribunal de Cuentas analiza las fundaciones de manera separada de los partidos y los resultados no son nada halagüeños. Además de los déficits generados por la mala gestión de las fundaciones, el órgano fiscalizador critica que en 2019, de las 51 fundaciones analizadas en total, sólo 16 han remitido en tiempo sus cuentas anuales.
Además, solo 21 fundaciones y entidades vinculadas se habían inscrito en la sección específica del Registro de Partidos Políticos, incumpliendo con ello la Ley de Partidos. En ese contexto, el Tribunal de Cuentas propone al legislador que la inscripción sea condición sine qua non para percibir subvenciones públicas.