Sánchez elige a Magdalena Valerio como presidenta del Consejo de Estado en sustitución de De la Vega

La exministra Magdalena Valerio ha sido elegida este domingo nueva presidenta del Consejo de Estado, el máximo órgano asesor del Gobierno, en sustitución de María Teresa Fernández de la Vega, que renunció esta semana tras cuatro años al frente de la institución. El nombramiento, elegido por designación de Pedro Sánchez, busca dotar de un perfil social y feminista a la cámara.

Valerio llegó al primer Gobierno de Pedro Sánchez tras la moción de censura y fue elegida minsitra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social. Se mantuvo en el gabinete hasta la entrada en escena de Unidas Podemos, en 2020. Entonces, su cartera se dividió en Trabajo (Yolanda Díaz) y Seguridad Social (José Luis Escrivá). En la actualidad es diputada por el PSOE y presidenta de la Comisión de Pacto de Toledo en el Congreso.

El Consejo de Estado es el máximo órgano asesor del Gobierno de España y sus vocales -consejeros- son de carácter vitalicio, no tanto así sus presidentes. El nombramiento se producirá tras pasar por la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados, pero no será vinculante. Se prevé que el Gobierno ratifique su nombramiento en el Consejo de Ministros del próximo martes.

[Fernández de la Vega renuncia como presidenta del Consejo de Estado]

La exministra Valerio es licenciada en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y trabajó como funcionaria en el Cuerpo de Gestión de la Seguridad Social y de la Escala de Gestión de Empleo del INEM. Ha desempeñado cargos en la Administración autonómica y local con el PSOE como concejal (Guadalajara), diputada y consejera en varias carteras regionales de Castilla-La Mancha.

Cadena de renuncias

Fernández De la Vega renunció a la presidencia del Consejo de Estado el jueves pasado tras cuatro años al frente del órgano. La razón, por un lado, es que ya había cumplido el compromiso que hizo con Sánchez al asumir el cargo -modernizar la cámara-, pero hubo un segundo motivo.

La motivación de Fernández De la Vega, en este caso, era recuperar el puesto de consejera permanente que dejó vacante otra de las vocales del órgano, la catedrática Victoria Camps. Renunció al cargo por razones personales sólo una semana antes que la presidenta.

Si así lo quiere, la que fuera número 2 de José Luis Rodríguez Zapatero podría volver a ocupar un puesto como consejera permanente, cargo que tenía antes de acceder a la presidencia en 2018 y que es vitalicio e indefinido. Por contra, si siguiese como presidenta podría ser cesada en caso de que otro partido llegara al Gobierno.

En definitiva, la renuncia de Camps permitió a Fernández de la Vega asegurar su sillón en el Consejo de Estado. A su vez, la salida de Fernández de la Vega ha dado una oportunidad a Magdalena Valerio, cuyo cargo está a la espera de los resultados de las próximas elecciones generales.