El Congreso de los Diputados ha aprobado este jueves la Ley de Garantías de la Libertad Sexual, más conocida como Ley de 'sólo sí es sí'. La normativa es pionera en España y tipifica, por primera vez, que el acoso callejero y la violencia sexual a través de pantalla tengan una respuesta legal.
Con los únicos votos en contra de PP y Vox y la abstención de CUP, España ha colocado el consentimiento en el centro de la violencia sexual como respuesta a agresiones cómodas del caso de La Manada. Pero la ley no sólo avanza en este aspecto, también se adapta a nuevas formas de violencia como la sumisión química, la violencia digital o el caso sexual callejero.
Según la normativa, el acoso a una mujer en la calle será un delito leve que contempla penas de cinco a 30 días de localización permanente, trabajos a la comunidad o una multa económica. La legislación entrará en vigor un mes después de su publicación, este viernes, en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Tras el auge de las conductas de extorsión sexual o lo que se ha venido a llamar pornografía no consentida (cámaras ocultas), la ley también prevé una respuesta penal para este tipo de agresiones hacia la mujer.
En lo que se refiere a la sumisión química, la norma se aprueba mientras que aumentan las denuncias por pinchazos a mujeres en discotecas. Con esta ley se introduce como agravante la sumisión química. Esto quiere decir que se penalizará cuando el agresor haya usado drogas, medicamentos o cualquier otra sustancia para anular la voluntad de la víctima.
La norma se aprueba de forma definitiva un mes después de su paso por el Senado, en donde una enmienda de Junts, apoyada por PP, ERC, Ciudadanos, Más Madrid y Coalición Canaria, retrasaba su puesta en marcha.
El texto del partido catalán supuso una adicción al preámbulo de la ley para dejar claro que se persiguen "las violencias sexuales más ocultas" como forzar un aborto o una esterilización, ya que, a su juicio, no era correcto cómo estaba redactada la norma a su salida del Congreso: "casos de aborto y esterilizaciones forzosas".
El PP y Vox han calentado el debate asegurando que la legislación "no va a servir para impedir que la investigación recaiga en la víctima de la agresión" y porque la nueva definición del consentimiento "puede traer inseguridad".
[Todas las claves de la definitiva Ley del 'sólo sí es sí': menos adjetivos pero el mismo problema]
15 años de cárcel
La ley del 'sí es sí' es una respuesta a casos como el de La Manada. Ahora la inexistencia de consentimiento será lo que marque que ha ocurrido un delito y no la resistencia de la víctima a la fuerza de su agresor.
Es decir, si hasta ahora, el ordenamiento jurídico consideraba agresión tan solo aquellos casos en los que se haya podido probar que la violación se produjo con fuerza, ahora bastará con que se pruebe que no existía consentimiento.
[La ley de "sólo sí es sí" equipara a las mujeres violadas con las víctimas del terrorismo]
El texto es claro: "Solo se entenderá que hay consentimiento cuando se haya manifestado libremente mediante actos que, en atención a las circunstancias del caso, expresen de manera clara la voluntad de la persona".
¿Qué consecuencias tiene esto? Que todo acto sexual sin consentimiento será considerado una agresión. El abuso sexual se elimina del código penal y las penas para las violaciones aumentan.
De ahora en adelante, los delitos sexuales serán castigados desde multas hasta con 15 años de cárcel, con un sistema progresivo y proporcional de penas. Pero en cada delito puede haber agravantes.
La otra novedad de la ley es que se considera una agravante el hecho de que el agresor sea pareja o expareja.